Cuarenteñeros, distanciadites y vacunaradas de mi tricúspide: disculpadme esta semana por cierto desvarío. Ocurre que recibí mi segunda dosis (Sputnik + Moderna), a partir de lo cual se me ha instalado un extraño síntoma: atraigo imanes, pero solamente si son de propaganda de productos norteamericanos. Consulté a un especialista en algo, y me dijo que es normal (en mí, que siempre me pasan cosas extrañas) y que, salvo que "pasen cosas", espere al segundo semestre y veré alguna luz, o al menos un aumento importante en la cuota de la prepaga.
La cuestión es que esta rara situación me hizo ir más allá de mí mismo y entrar con cierto interés en noticias más diversas que las peleas internas de “Juntos por el Cambio de Domicilio” o si el Ex Sumo Maurífice iba a esperar a que le llegase la reposera de Suiza para hacer su cuarentena. Así me enteré (posta) de que hace unos cuantos millones de años vivió en Australia un dragón carnívoro y volador que tenía unos 40 molares. Me pregunté si no sería interesante formarme como dentista de dinosaurios y conseguir la visa para Australia, y lo de los millones de años lo arreglaba autopercibiéndome en el Mesozoico. Lo descarté, porque casi toda la gente que quiero está acá y ahora.
Seguí recorriendo el diario (este mismo, pero otro día) y me encontré con la noticia de que acá nomás, entre Marte y Júpiter, había un asteroide de hierro y níquel tasado en diez mil trillones de dólares, aunque algunos lo valúan en cuatrillones. En todo caso, es más guita que la que el FMI podría prestarle al Ex Sumo Maurífice y su Messi de las finanzas para que se la fuguen en pipa.
El asteroide en cuestión fue bautizado "Psyché", que era, según los griegos, la diosa que personificaba el alma humana. Nunca tan bien puesto el nombre: un asteroide que vale cuatrillones de dólares personifica el alma de un montón de personas; seguramente, no el alma de sus amigos/as ni de lo/as mío/as, lectores, pero sí la de más de uno, una o une que ya se imagina vendiendo “este fino llavero totalmente trabajado en hierro y níquel marciano”.
Pero eso es ir muy “a lo micro”; la realidad es que la NASA ya está explorando la posibilidad de “hacer una visita”. Y ustedes saben cómo son las visitas de esa gente: en vez de traerte unas masitas, unos sándwiches o una pastafrola casera, como hacemos acá, miran qué es lo que vos tenés y lo que creen que les puede servir, se lo llevan.
En el chiste publicado en este mismo diario el jueves 12 de agosto, Daniel Paz y quien esto escribe decíamos que “los garcas de siempre” están muy interesados en el nuevo asteroide, y sobre todo, en saber si tiene población originaria, para que se encargue de extraer el hierro y el níquel a cambio de… nada, o de unos espejitos virtuales de colores, o de alguna vacuna contra un virus que ellos no tienen… aún.
Nos imaginábamos a Christopher Dove partiendo del “Stick Port” en sus tres naves: Saint-Mary, The Little Girl and The Pint, rumbo a Psyché, llevando en su interior a miles de excluidos del sistema, tal como hizo don Cristóbal justo al día siguiente de la fecha que la Reina Isabel había puesto como límite para que los judíos se convirtieran en católicos o en expulsados (a los musulmanes ya los había marginado poco antes).
¿Volverían los sistemas tipo “mita, encomienda y yanaconazgo”? Ojo, no eran una delantera del Barcelona del siglo pasado, sino tres sistemas de explotación de los originarios y de los recursos que ellos extraían (sin duda, a la hora de inventar formas de explotación del prójimo, los seres humanos somos imbatibles).
No casualmente, hace casi 50 años el querido León Gieco la rompió con su hit Hombres de hierro. ¿Quién te dice que ahora no escribirá Hombres de níquel, que tampoco escuchan la voz y que también están dispuestes a matar o comprar (lo que sea más barato) a la gente que avanza? También imaginamos al querido Galeano escribiendo Las venas abiertas del asteroide Psyché y a toda la progresía llevando el libro bajo la axila.
Pero bueno, se trata de los delirios de un recién vacunado. No me hagan caso, seguramente la semana que viene recobraré la lucidez que no me caracteriza.
De todas maneras, sugiero al lector acompañar esta columna con el video “Curioso homenaje de extranjeros al Libertador Gral. San Martín”, de RS Positivo (Rudy-Sanz), sito en el canal de YouTube de los autores.