“¿Qué preferís, no poder recordar los últimos diez años de tu vida, o no usar nunca más ropa cómoda?” La lógica, disparatada, por cierto, define al juego que Cecilia Marani inventó en pandemia, al que bautizó Encuestas Crueles. El desafío nació virtual, y tuvo reconocimiento inmediato. Pero se popularizó al transformarse en “juego físico”, a tono con la tendencia impuesta por el aislamiento sanitario.
Los juegos de mesa recuperaron su capacidad de atracción. Aseguran entretenimiento “en casa” para todas las edades y ofrecen cada vez máyor cantidad y variedad de propuestas. Esta combinación motivó el crecimiento de la comunidad de fanáticos, al tiempo que los volvió más exigentes. Pero una nueva generación de juegos se gestaba hace unos cinco años en Argentina y hoy aporta calidad y variedad a ese estante de la biblioteca donde volvió a iluminarse el ocio recreativo.
En pandemia, con más tiempo disponible, se expandió el “universo de la jugabilidad" dicen los expertos. Pero los naipes tradicionales, el viejo TEG y el clásico ajedrez --asociado al boom de la serie Gambito de Dama--, hoy conviven con lo que llaman: “los juegos modernos”. En el segmento se destacan juegos para todas las edades como las Cartas Literarias –de editorial Tinkuy--, o las inquietantes Encuesta Crueles, junto al HDP (Hasta Donde Puedas), el novedoso Gualicho o las distintas versiones del Preguntado, pionero de las nuevas modalidades lúdicas que son furor desde la cuarentena estricta.
“Los juegos volvieron por ser alternativas valiosas para conectar con otros sin una pantalla de por medio” , afirma el diseñador Ariel Marcel, quien junto a Gloria Claro, lleva adelante la editorial Tinkuy. Sus juegos –hay 16 variedades-- combinan tarjetas ilustradas con literatura. Y en su balance, en 2020 "se vendió un 30 por ciento más que lo habitual". El relevamiento anual de la Cámara Aregntina de la Industria del jueguete le da la razón: "las ventas se han recuperado y demostrado un crecimiento del 5 por ciento en unidades, comparadas con igual período del año 2019", indica el informe.
En cuarentena
Encuestas Crueles nació ante “preguntas disparatadas” que llevan a la reflexión sobre uno mismo, o los demás: “¿Cuánto conoces a tus amigos, y cuánto te conoces a vos?” rememora Marani sobre el origen del juego en la entrevista con Página/12. Eso originó, durante la cuarentena estricta, más de 150 encuestas de Instagram que luego la actriz transformó en “juego físico, para que se pueda interactuar, por fuera de las pantallas”.
“Hubo más tiempo y una saturación de pantallas, había que buscar alternativas –reflexiona Marcel--. Convivía una familia las 24 horas, interacción continua, hubo que entretenerse y despejarse, para que no sea el monotema la pandemia y el virus. El aspecto recreacional, de alguna manera, nos sacó de esa realidad. Volvimos a sentarnos a la mesa y mirarnos a la cara”. El auge del consumo "tuvo que ver la cuarentena estricta y el inicio del covid" coincide Nicolás Pastori, cuya distribuidora Invictus entrega juegos en todo el país. "Y esto mejoró la venta de una gran variedad de nuevos juegos, de cartas o de tablero” explica el distribuidor, también fanático de los juegos de mesa.
Entre los juegos tradicionales y los modernos, hay tres categorías, describe Pastori. “Están los juegos de previa –como el famoso Preguntado--, los juegos educativos orientados a determinadas áreas –lectoescritura, educación sexual, por caso--, y los que intentan divertir, sacarte de lo tradicional”, explica Pastori desde Paraná. Allí se encuentra la sede de Invictus, con su editorial, juguetería y “un café de juegos”.
Entre los juegos modernos, hay muchos colaborativos, se juega en alianzas con distintos participantes. Uno se llama VIRUS –es español, pero tiene su versión criolla--, y nació antes de la pandemia. Otro más conocido en el país es justamente Pandemia, y se juega con cartas, que como en todos los juegos modernos, no son naipes: son tarjetas diseñadas para la ocasión. “Esto marca la renovación del sector”, señala Pastori.
La comunidad de fanáticos
Desde el inicio de la pandemia se vende y se consume más. "Pero el mercado cambió: los espacios presenciales recién están reabriendo. Hay muchas personas afectadas, en muchos casos se ha dejado de vender y producir. No es una época dorada”, subraya Pastori. “Lo distintivo es el crecimiento de la comunidad de fanáticos, y la demanda desesperada de nuevos productos”, aporta.
Los nuevos consumidores se llaman a sí mismos “jugones”, y son fans. "Cuando conoces los juegos, los incorporas a tus hábitos” coinciden los entrevistados. Los jóvenes juegan de noche. Esto viene de “la previa" a una salida. "Muchos juegos nacen con esa idea, el mío también, para compartir en ese momento", plantea Marani. Y añade: “los que pensamos los juegos buscamos entretener, que el juego te saque de lo esperado, y que lo tengas disponible para jugar cuando quieras”. Así surgen los juegos modernos.
"Ya no son el Ludo o el Scrabble de los ‘80 o ‘90”, afirma Marani. Para la actriz, el sector cambió porque "hay emprendedores jóvenes haciendo juegos que interesan también a los adultos”. El Preguntado, del argentino Máximo Cabazzani es una referencia en este sentido. Ofrece participación y desafíos a través de preguntas en distintas categorías. “Somos muy ingeniosos los argentinos”, sonríe Marani. Otro famoso juego de previa es el HDP, para jóvenes y hecho por jóvenes, con preguntas y humor negro. “Es muy divertido”, describe la actriz. Y suma: “no hay gran despliegue competitivo en estos juegos. Participás, te reís y en general no los terminas, pero vale para compartir”, se ríe.
La ludoteca se renueva
La industria argentina ofrece una amplia gama de juegos y juguetes, detalla Emmanuel Poletto, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete. “Los más destacados son rompecabezas y juegos de mesa. Hoy, entre las novedades para toda la familia, está el llamado: ‘Fase 10’ (una especie de Burako llevado a naipes), y el Kinmo, con naipes y gemas, que se están vendiendo muy bien, junto a los tradicionales Uno (de cartas) y Carrera de Mente”.
“El Dooble, también está teniendo gran desempeño --observa Poletto--, junto a los lanzamientos del Contrast (de relación psicológica de imágenes), y el Sherlock (investigación de crímenes o sucesos)”. Aun cuando la importación se frenó en pandemia, su visión habla de un tablero en movimiento. En el mercado local, esto significa que no solo se inventan, también se fabrican juegos. "El pronóstico es alentador para la industria, tras un año y medio de pandemia", afirman en la Cámara.
La editorial Tinkuy comenzó a producir en 2015, bajo el concepto de “un encuentro con la literatura”, explica Marcel. Hoy son 16 juegos ilustrados por diseñadores reconocidos. Son variantes del “cadáver exquisito” o propician la creación de historias, como en Breton, un nuevo juego que revive al arte surrealista, ilustrado por Pablo Bernasconi. también el Milliorama, que permite "crear historias infinitas” en un ambiente particular: “todo pasa en una biblioteca y con personajes muy especiales. Es para no lectores, solo tiene imágenes, un chico de 4 o 5 años lo puede jugar. ¡Pero los adultos también! Es la característica de todos nuestros juegos”, sostiene el diseñador.
Cuidar “el arte en el diseño del juego y del packaging" es un recurso que se utiliza en Argentina hace más de diez años, explican desde la Cámara del Juguete. “La intervención de ilustradores le da valor agregado y un elemento distintivo en calidad. Esto permite a los fabricantes darse a conocer internacionalmente por el reconocimiento de los artistas argentinos. Si bien es otra inversión, tiene un gran resultado”, afirma Poletto.
La bimodaldiad lúdica
“Durante la cuarentena del año pasado pesábamos que la pandemia había cortado todo de raíz –recuerda Marani--, pero lo impensado sucede, rompe la inercia, y hay que dejar que suceda, estar consciente de que se abre una puerta”, explica. Ella creó Encuestas Crueles pensando en eso. Hoy su juego se vende por la web y se disfruta también en plataformas, claro, alguno de los participantes debe tener el juego físico.
“Ni bien arrancó la pandemia la gente tuvo más tiempo para hacer cosas que antes no hacía –reflexiona Marcel--, y en paralelo había un ingreso que no se gastaba en ocio recreativo. Empezaban a buscar recursos como los juegos, y también creció la lectura. Se fueron dando varias cosas y nos fuimos adaptando”.
Desde Tinkuy, al inicio de la cuarentena “hicimos cuadernillos para que la gente los pudiera descargar gratis y usar en su casa, con actividades literarias y recreativas. No era algo comercial, y fue un éxito tremendo: tuvo más de 10.000 descargas” recuerda el responsable de Tinkuy. Así, su editorial llego a lugares donde no estaban los juegos: México o Colombia. “De alguna manera todos nos tuvimos que reinventar, eso nos benefició como sector --concluye Marcel--, y permite a la comunidad de seguidores de juegos de mesa, crecer culturalmente con las nuevas opciones”.
Encuestas Crueles
Cecilia Marani colecciona juegos de mesa. Pero crear su propio juego surgió de manera impensada: “Al principio de la cuarentena no tenía muchos seguidores en Instagram, pero hacia una encuesta y crecían. Si eran 200 pasaban a 600, al final contestaban 2.000 o 3.000 personas”. Eso motivó la fabricación de un juego físico que retomaba las encuestas que la actriz mostraba en línea.
“A fines del año pasado, con mi novio hicimos la inversión, somos jugadores de poker y habíamos ganado una plata”, cuenta. Con eso, mandaron a realizar la primera tanda de 350 juegos. “Pero se puede hacer con lo que tengas, fabricar es sencillo, se puede autogestionar”, afirma. Lo importante es la
idea creativa, que, en Encuestas Crueles, son las preguntas disparatadas.
Ahora se vende por la web: “Hago envíos a todo el país, y como me interesa que pueda llegar fuera de Capital Federal, porque siempre se paga
mucho el transporte, puse un precio fijo y subsidio parte del envío”.
El ajedrez, un clásico
En el inicio de la pandemia, la serie Gambito de Dama ofrecida por Netflix impuso un retorno impensado al juego de ajedrez. La ficción protagonizada por la estadounidense Anya Taylor Joy --quien vivió su infancia en la Argentina--, se convirtió en el contenido más visto de esa plataforma en más de 60 países. Y motivó la atracción por los tableros. Para Emmanuel Poletto, presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Juguete, en el último año y respecto a las ventas del ajedrez “se pudo notar un repunte, y un notable incremento de jugadoras de ajedrez, a partir de la serie”, detalla.
“Esto se vio en los certámenes que organizaron los fabricantes en espacios como el Centro Cultural de la Ciencia” afirma Poletto. En ese espacio ubicado en el Polo Científico Tecnológico, en CABA, como en otros centros académicos o barriales, aumentó la participación de muejres en los certámenes en línea, que este año vuelven, poco a poco, a las opciones de presencialidad.