La historia de un país contada a través de las tapas de un diario. Lo que tiene de cíclica esa historia, en la repetición de modelos de endeudamiento y dependencia, de los que se puede salir pero a los que, fatalmente y como en un tango amargo, siempre se vuelve. También, los avances que la perspectiva que da el tiempo permite visualizar mejor: la ampliación de derechos, la consolidación democrática. Los hilos que saltan a las vista sorprenden en el repaso de Tapas que hacen historia, la colección basada en tapas de Página/12 que publicó Editorial Octubre y cuyo primer tomo --La casa está en orden, con el foco en el gobierno de Raúl Alfonsín-- ya está a la venta. 

Lo que también puede pensarse como "una historia de la democracia en nuestro país", tal como se anuncia, está acotado en el primer libro al último período del primer gobierno democrático, porque el diario nació el 26 de mayo de 1987. Los tomos, que irán apareciendo de aquí al año que viene, cuando Página cumpla 35 años-- abarcan las distintas presidencias democráticas, hasta la de Mauricio Macri inclusive. Cada uno es un viaje al pasado reciente, que se refresca por momentos con incredulidad, asombro, indignación, también esperanza, siempre con la intensidad que la historia argentina ha sabido prodigar. Los prólogos de María Seoane dan un marco contextual, no excento de esa emotividad que despierta la lectura o relectura que interpela en tiempo presente.    

La colección implicó casi dos años de trabajo de un equipo de veinte integrantes de Página/12 de todas las áreas: archivo, digital, diseño, retoque. Hugo Soriani, director general del diario, tuvo a su cargo la dirección general del proyecto y la edición final. Junto con Nora Veiras --que hoy es la directora periodística del diario--, Victoria Ginzberg --actual secretaria de redacción-- y Ernesto Tiffemberg --actualmente a cargo de las estrategias digitales del diario-- Soriani es uno de los que hace el diario desde el comienzo mismo. Las periodistas Melisa Molina, Patricia Chaina, Paula Sabatés, Daniela Yaccar, Dolores Curia, Ana Paoletti, trabajaron en la preselección de las tapas; se sumó Daniel Flores en el diseño. Revisaron en los archivos más de 11 mil diarios, día por día. Lograron rescatar los principales hechos de la política, la economía, la sociedad, el arte, la cultura de todo este tiempo, presentados en un relato particular, el que dio la mirada de este diario a lo largo de todos estos años. 

La casa está en orden

"Llegó el divorcio", anunciaba Página/12 el 4 de junio de 1987, y sintentizaba: "Argentina entró en el siglo 20". Junto a la foto de un compungido monseñor Primatesta se recordaba que suavemente opinaba sobre la nueva ley: "es un elemento destructor de la sociedad y violatorio de la voluntad de Dios". Al día siguiente el título "Noche y niebla" daba cuenta de la sanción de otra ley que marcó a la Argentina: la Obediencia Debida, luego del Punto Final. "La historia mutilada", el 3 de julio, presentaba el episodio que aún es una incógnita en la historia argentina: "Cortaron las manos de Perón. Interpelarán a Tróccoli. Movilización de la CGT".  

La agenda de época transcurre en cada página, junto a firmas como las de Osvaldo Soriano o Juan Gelman, entre tantas: La expulsión de la Iglesia Católica a Léfebvre. El caso Sivak. El caso Clutterbuck. Isabel llega al país ("Eramos pocos"). Monzón, Olmedo. Bush padre asume como sucesor de Reagan. El histórico concierto de Amnesty, con Sting, Sprinsteen, Gieco, Charly García, entre muchos, cantando por los derechos humanos. Ubaldini y los paros de la CGT. Las grandes movilizaciones docentes. La promulgación de la ley de paritarias ("Sueldos en la gatera"). El FMI como una presencia constante, los viajes de Sorrouille a Washington. Rodolfo Terragno anuncia la disolución de Entel, un 40 por ciento de las acciones se venden a Telefónica de España, buena parte de lo obtenido se usará para cubrir capitalización de la deuda. Y lo que se va leyendo por goteo, un gobierno paulatinamente acorralado al que cada vez se le abren más frentes y va haciendo concesiones.  

"Antes no decían ni mu", registraba Página/12 el día en que Alfonsín fue abucheado en la Sociedad Rural. "No abrieron la boca durante la dictadura", le recordaba el Presidente a la elite agropecuaria, calificándolos de fascistas. La excarcelación de Marínez de Hoz, el 15 de julio de 1988. Von Wernich repudiado en Bragado, donde daba misa. Semana Santa, Villa Martelli, Monte Caseros, Carapintadas, Aldo Rico, Seineldín. La Tablada.

El dólar, de 5 a 600 australes en unos meses. 

Esa verde herida argentina

El 29 de diciembre de 1987 Página/12 titulaba: "El dólar es una herida absurda". Llegaba a valer entonces 5 australes, y en la tapa el billete local sufría con una curita cruzada en la frente. Con el título "Fantasmas en la city", cinco meses después la noticia era que la divisa había llegado a 9,10. Para el 9 de febrero de 1989, estaba "La city al borde de un ataque de nervios": "El dólar trepó a 29 australes y cerró a 27".

La cotización del dólar ocupa ese año varias tapas: 44 australes el 9 de marzo, 50 australes el 30 de marzo, 54,5 el 18 de abril, 72 el 20 de abril ("Volvé, te perdonamos", titulaba sarcásticamente el diario con la foto del ministro de Economía, Juan Vital Sorrouile, que había renunciado el último día de marzo). Pero había más: "La divisa llegó a los 86 australes, el punto más alto en los últimos veinte años", anunciaba el 25 de abril, con una foto intervenida --lo que hoy sería un meme-- de El Increíble Hulk y el título "El increíble dólar". Ya liberada, la moneda extranjera trepaba a 137 australes el 18 de mayo (por entonces Carlos Menem acababa de ser electo presidente). Para el 29 de junio de 1989, un dólar valía 600 australes.

Mientras tanto, también iba copando paulatinamente las tapas la escalada inflacionaria, los cortes de servicios, la "estampida de precios y remaraciones". El índice de precios al consumidor llegó a subir el record de 78,5 %, y de 103,7 para precios mayoristas, en mayo de 1989. Página tituló: "Argentina campeón".

La Nación inconclusa

"Si algo sorprende en este repaso, es la resiliencia de los argentinos a las crisis. Y esta idea de Nación inconclusa que aparece", sintentiza Seoane. "En cada crisis emergen con claridad los problemas núcleo de la Argentina. Se trajinan con distitnos protagonistas y circunstancias, pero en torno a la misma cuestión, casi diría originaria: tener un país inclusivo, con desarrollo autónomo, soberano, o el supermercado del mundo para 10 millones de habitantes, y que el resto sobre. Y siempre en medio de esa gran contradicción no resuelta de la historia argentina, la deuda externa como elemento desestabilizador", observa.

"Fue (la periodista y candidata a diputada) Gisela Marziotta la que tuvo la idea de hacer colecciones por gobierno, visualizó que podía tener un contenido político jugoso. Y creo que yo no tomé dimensión de ese contenido hasta que lo fui viendo en estos dos años de trabajo", repasa Soriani. "Cuando vas viendo la colección, es impresionante cómo hay problemas que son los mismos en todos los gobiernos: deuda externa, relación con el FMI, sujeción en mayor o menor medida a sus dictados, restricción, negociaciones, inflación, control de precios, acción nefasta de los monopolios", enumera.

"Se siente el peso de esa continuidad de problemas, los poderes históricos y la sujeción a esos poderes, al ver el primer tomo. Pero también cierto alivio, mirándolo desde hoy", plantea Nora Veiras. "Porque en esa época los militares eran protagonistas de las tapas del diario, todo el tiempo. Ya habían pasado casi cuatro años de gobierno de Alfonsión, y seguían siendo un factor de poder real, con mucha presencia. Seguían disputando impunidad y tenían peso para hacerlo, era una tensión permanente. Hoy en día no son protagonistas de la política en Argentina: el ministerio de Defensa cambió hace poco, y no fue una noticia resonante", compara. 

En ese contraste, advierte también cómo se han ido ampliando derechos a lo largo de los años: "Durante el gobierno de Alfonsín se votó el divorcio en Argentina. En el siglo 21, el año pasado se votó la ley de interrupción voluntaria del embarazo, y en el medio pasó el matrimonio igualitario. En este aspecto, la democracia ha cumplido muchas asignaturas, aunque otros problemas se han profundizado", analiza. 

"Un tema central que aparece en este primer periodo es la construcción de la memoria colectiva sobre la historia", suma Seoane. "Junto con la crisis social, económica y política derivada de la presencia torturante de la deuda externa, aparece también una revitalizada necesidad de la sociedad de Memoria, Verdad y Justicia. Es en este periodo donde desembocan las líneas más importantes para la construcción de este pacto civilizatorio fundamental del siglo 20".  

"En los dos tomos próximos, dedicados al gobierno de Menem, queda muy claro que fueron diez años en los que cabe la metáfora de que se remató el país. En el medio aparece lo que quedó como anécdota hasta simpática para algunos, la Ferrari, la pizza con champán, esa construcción del personaje. Pero realmente se ve cómo día a día, además de la matriz de corrupción del gobierno, se vendió todo lo que había", adelanta Hugo Soriani. "Y cómo fue entonces que estructuraron el poder judicial, ahí surge la alianza de poder de establishment, no solo menemista, que garantizó la impunidad de ahí en adelante", completa Veiras. 

"Compromiso con la democracia"

"Estamos muy felices con esta colección, que refleja el compromiso con la democracia y los derechos humanos que siempre ha mantenido Página/12, en todos estos años de trayectoria", destaca Víctor Santa María, coordinador general del Grupo Octubre. "Entre las celebraciones de los 35 años de Página, el 26 de mayo del año próximo, seguramente estará la edición del último tomo de esta colección, que irá dando cuenta a lo largo de todos sus libros de la historia argentina reciente, pero de una manera diferente, con esa marca propia tan identitaria que tiene el diario", observa.

"Junto con el repaso de la historia argentina, la colección es también un recorrido por estos casi 35 años de Página/12. Aparece el lugar que ocupa el diario y la historia que tiene detrás. Por toda esa historia y por este presente, es un orgullo que hoy forme parte del Grupo Octubre, a través del Sindicato de Trabajadores de Edificios. Desde la Editorial Octubre, sentimos además que esta publicación es un aporte a la construcción de la memoria reciente de la Argentina", completa el coordinador general del grupo.

La marca de la irreverencia

Soriani repasa las tapas icónicas: la blanca del indulto, la de Amarillo/12, cuando Menem acusó al diario de hacer prensa amarilla. "En la selección rescatamos esas muy recordadas o las que queremos destacar por su ingenio. Pero siempre priorizamos seguir el transcurso de la historia, sus hechos más notables", cuenta. "En ese repaso los que tenemos cierta edad los revivimos, y para los más jóvenes es una manera muy divertida, ágil, de conocer lo que pasó, muy visual y sintética, y no por eso menos profunda".

Trabajadores de diagramación y taller de Página/12, recuerdan además lo que significaba desde lo técnico hacer esas tapas: un trabajo no solo analógico sino literalmente artesanal, hecho con tijera, cuter, pegamento. Y hasta con Rotring de distintas puntas para hacer las líneas divisorias entre las notas, o el triangulito de inicio de nota que es otra marca del diario. "Las tapas tienen esta ironía, ese desenfado, pero lo bueno es que además cuando las ves, te dan ganas de ir a leer las notas", advierte Veiras.

"Las tapas fueron pioneras de los memes", define con precisión Veiras, repasando lo que significó para la época un diario que saliera a presentar la noticia principal con fotomontajes, caricaturas, además de los chistes en tapa. Y marca "la irreverencia que implicó la salida del diario", y la mirada que introdujo el medio, que es la que sostiene el hilo de lectura de Tapas que hacen historia. "Por eso podemos hacer, 34 años después, una colección de tapas de Página, porque marcaron una mirada distinta, rompieron con la solemnidad de la información. Supieron combinar la audacia, el desenfado y el rigor informativo. Por eso el diario se instaló como un punto de ruptura en el periodismo gráfico argentino, que hasta influyó en la forma de titular de otros medios, que fueron aflojándose, no en la línea editorial, pero sí en la forma de reflejar la noticia en la primera plana". 

Es lo que Horacio González definía como La realidad satírica, en el libro que publicó con ese nombre unos años después de la salida del diario, en el que desplegaba 12 hipótesis sobre Página/12: "Página/12 hereda la gran tradición panfletaria --con todos sus recursos ocupados por el tono satírico-- y al mismo tiempo acepta una visión realista del poder", definía.  

"Página/12 es la última gran epopeya del periodismo gráfico del siglo 20", dice María Seoane en el prólogo. Hace allí referencia a "un estilo de tapa desconocido hasta entonces: sus títulos debían ser una toma de posición frente a los acontecimientos, verdaderas editoriales, atrevidos, a veces irónicos, con imágenes retocadas e incluso fotomontajes". "Además de marcar los acontecimientos, hay que interpretarlos, y la interpretación no solo se da con la tapa sino con ese hilo subterráneo que describe la historia. Es muy interesante la trama que establecen las tapas por sí mismas, es un relato nuevo. Hay una interpretación muy clara y coherente de esta realidad, un relato muy afinado de lo que nos ocurrió", analiza.