River Plate no le da respiro a un Boca Juniors que, si bien mantiene la punta del campeonato, siente que su rival de toda la vida se le acerca peligrosamente. El equipo de Nuñez goleó a Temperley 4 a 1 en tanto que Boca, en un discreto partido, empató en cero con Estudiantes de La Plata. El próximo domingo los históricos contrincantes disputarán el súperclásico más importante del fútbol argentino.

Temperley, que a pesar de haber apostado al buen manejo de Marcos Figueroa  con el acompañamiento de Emiliano Ozuna y Mauro Guevgeozian, no logró contener la furia riverplatense. En el primer tiempo fue mucho más ofensivo y por ello a los 37 minutos llegó la apertura del marcador, luego de que Alario hiciera una pared con Rodrigo Mora y definiera ante la salida del arquero Ibáñez. 

De todas formas el equipo de Temperley no se amilanó y a los 43 minutos Figueroa habilitó a Chimino por derecha, quien le “picó” la pelota al arquero Batalla para establecer la paridad. Hubo que esperar hasta la segunda etapa para ver más goles.

Sin embargo, en el complemento salió mejor Temperley y Ozuna tuvo una buena chance a los 3 minutos con un zurdazo que, como dicen los futboleros, “besó” el palo izquierdo de Batalla. 

Pero la ilusión para los de Temperley se terminó a los 17 minutos cuando Alario aprovechó de penal tras una mano de Gastón Aguirre y le dio la ventaja nuevamente a River. Siete minutos más tarde Gonzalo Martínez habilitó muy bien a Driussi y definió en la puerta del área chica ante la salida de Ibáñez. Pero faltaba todavía un gol más y llegó sobre el final del partido luego del ingreso de Mayada que selló el resultado con un remate al ángulo superior derecho del arquero de Temperley. 

El partido de Boca contra Estudiantes fue todo lo contrario. El líder del torneo jugó mal y apenas si logró la igualdad en cero. El conjunto que dirige Guillermo Barros Schelotto, que sumó su undécimo encuentro de visitante sin derrotas (seis triunfos y cinco empates), llegó a 49 puntos que le permite mantener una distancia apreciable con River pero el equipo de Nuñez tiene un partido menos.

Los primeros 45 minutos tuvieron un desarrollo bastante aburrido, ya que reinó la imprecisión y ninguno de los dos logró imponer su juego. Boca insinuó un poco más en el inicio, pero con el transcurrir de los minutos se diluyó y casi no generó peligro. El equipo de Guillermo apenas mostró unos pincelazos de Ricardo Centurión, aunque sin gravitación el área rival, y nada más.

El segundo tiempo fue todavía peor que el primero, sin juego, sin fútbol, sin llegadas de riesgos y plagados de errores. Boca nunca pudo imponer su juego y no perdió porque Estudiantes no se decidió a atacarlo.

De esta manera, Boca dejó dos puntos en La Plata y dilapidó otra chance de consolidarse en la cima del torneo.