Cuando la belga Laurine Delforge pitó el final del encuentro entre Países Bajos y Argentina, Las Leonas obtuvieron la medalla de plata en Tokio 2020 y se subieron al podio olímpico por quinta vez en su historia. El resultado fue un 3-1 a favor de las neerlandesas y el sabor amargo de la derrota pareció inundar el clima, pero Rocío Sánchez Moccia, “Rochi”, como la llaman sus compañeras, levantó la cabeza y animó a las más jóvenes a disfrutar desde ese instante la gloria conseguida. “A mí me pasó algo parecido en Londres 2012, cuando salimos segundas también. Yo en ese momento lloraba y no me daba cuenta hasta dónde habíamos llegado. Después de habernos quedado afuera del podio en Río de Janeiro, me di cuenta del valor que tiene una medalla de plata olímpica. Por eso hoy la valoro desde el minuto cero en que me la pusieron en el pecho, aunque entiendo que a las más chicas les cueste un tiempo más”, dice a días de haber vuelto al país y reencontrarse con su hija. Porque sí, además de disputar un Juego Olímpico y alcanzar el podio, Rochi superó los 250 partidos con la camiseta argentina a cuatro meses de haber sido mamá por primera vez de Francesca. Medalla de plata, corazón de oro, para esta Leona que desde hace años viene luchando por dejar a la Selección Femenina de Hockey en lo más alto.
–¿Cuál fue la primera imagen que se te vino a la cabeza cuando terminó el partido final?
–Lo primero que pensé fue que no podía creer que estaba ahí parada. No sé cómo hice para jugar una final olímpica a cuatro meses de haber sido mamá. Pensé en todo lo que pasó en el medio, porque estos Juegos estaban en duda. Me acuerdo como si fuera hoy del día que nos dijeron que se iban a suspender, nos avisaron a todas por zoom en una reunión súper triste, y de repente jugarlo y encima llegar a una final, fue un montón. Se me vino a la cabeza eso, todo el esfuerzo que hicimos para llegar.
–Recién lo decías, fuiste mamá hace cuatro meses y tuviste que viajar a Tokio sin tu hija. ¿Cómo fue esa decisión?
–Lo decidí al final, muy al final. Yo ya estaba en Valencia, en medio de la pretemporada, cuando el Comité Olímpico Internacional anunció que los bebés iban a poder viajar con sus mamás. Y si bien ella estaba conmigo en ese momento, junto con mi mamá, que me había acompañado para cuidarla, la decisión ya estaba tomada. Encima, el comunicado que sacaron no estaba del todo claro. Después me enteré de que el bebé y el acompañante no podían salir del hotel ni de la habitación en Tokio, y que estuvieran 25 días encerrados me parecía una locura. Fue una decisión dura, más que nada en la previa. Una vez allá, yo estaba cumpliendo mi sueño, pero fue duro saber que tenía que dejar de darle la teta. Ella ya hacía lactancia mixta porque yo entrenaba, pero esto era todo un proceso.
–Al mes de su nacimiento, fuiste a hablar con el Chapa Retegui y decidiste volver a jugar. ¿Ya estabas decidida o te convenciste en ese momento?
–Cuando yo quedé embarazada, a mitad del año pasado, el Chapa me dijo que yo iba a llegar a los Juegos Olímpicos. Al mes que nació Francesca, fui a hablar con él y me dijo que empezara a entrenar, que por la cantidad de meses que quedaban, iba a llegar. Yo dije: “Bueno, lo voy a intentar, no tengo nada que perder”. Si podía, buenísimo; y si no, me quedaba con que lo había intentado. No sé si estaba decidida o no cuando fui, pero no quería perder esas ganas de querer llegar a un Juego Olímpico.
–Fue durísimo el proceso de preparación. Sufrieron la baja de tres referentes del plantel y jugaron con diez debutantes. ¿Cómo hizo el equipo para adaptarse y cuáles fueron sus puntos fuertes?
–Para mí, el punto fuerte fue la unión del equipo. Eso fue clave. Las bajas de Carlita Rebecchi, Pity D´elia, Charo Luchetti hicieron que el equipo se uniera mucho más, porque sabíamos que había que entrenar a full para llegar de la mejor manera. Todo lo que se vivió hizo que el equipo llegara súper fuerte. Obviamente, siendo consciente de que había diez debutantes, pero eso no quería decir que no fuéramos a llegar lejos. Simplemente había que creer en lo que se había hecho, y creo que eso nos llevó hasta la final. Las Leonas hace años que vienen luchando para estar siempre en lo más alto, y llegar a una final olímpica fue lo que terminó de cerrar este sueño tan lindo
–Le pudieron sacar algo súper positivo a la situación.
–Lo que decíamos de las referentes fue un bajón anímico importante, pero yo creo que en algún punto nos sirvió para darle pie a las más chicas, para que empiecen a tener este rodaje y demostrar que la Argentina siempre tiene un buen equipo. La verdad es que hay un semillero tremendo y este equipo tiene mucho potencial.
–Imagino que el Chapa Retegui habrá tenido mucho que ver con cambiar ese chip. ¿Qué les dijo en esa ronda final, minutos antes de subir al podio?
–Nos dijo que estar en una final olímpica es algo glorioso. La verdad que sí, la medalla de plata duele, pero es un montón. Duele porque en el momento perdés y te quedan esas ganas de haberte llevado el oro, pero en las circunstancias en las que se entrenó, esta plata vale oro. Nos dijo algo así y nombró todo el esfuerzo que se hizo, que fue muchísimo.
–Rochi, ¿cómo ves el futuro de la Selección?
–Es un equipo que tiene muchísimo potencial, tiene mucho por crecer. A fin de año el sub-21 juega el Panamericano y después tiene el Mundial por delante. En la Argentina, hoy por hoy, el hockey creció muchísimo y eso se ve reflejado. Saber que hubo diez debutantes que jugaron una final olímpica te da la ilusión de decir: esto da para rato.
–Belén Succi y Noel Barrionuevo son referentes del plantel y aún no se sabe si van a continuar en la Selección. ¿Estás ansiosa por conocer esa decisión?
–No hablamos de ese tema, ellas sabrán qué decisión tomar y lo que decidan va a ser lo mejor para ellas. Obviamente tengo ganas de saber, porque son compañeras de toda la vida, pero lo que decidan seguramente lo decidan felices. Ojalá que continúen si tienen ganas de seguir para adelante, y si no, va a estar buenísimo que den su paso al costado. Lo que decidan va a estar perfecto.
–¿Y en la vida de Rochi Sánchez Moccia qué se viene?
–Para empezar, unas semanitas de tranquilidad, en mi casa (se ríe), y después a seguir. Yo tengo ganas de seguir, por lo menos hasta el Mundial tengo ganas de seguir. Así que, a descansar un poquito para tomar fuerza para lo que viene.
*Ornella Sersale y Florencia Pereiro.