Si hay conceptos unánimes que sobresalen al hablar con cineastas que conocieron de cerca a David “Coco” Blaustein son su generosidad, su solidaridad y su motor imparable para generar redes y proyectos. Por supuesto, también su compromiso político. Y el poner el cuerpo en los principales acontecimientos de la Argentina, muchos de los cuales los vivió con una cámara en el hombro. Se va un imprescindible, pero quedan sus películas y sobre todo su mirada sobre la importancia de la política en el cine y también en la vida. Página/12 entrevistó a cinco cineastas que lo trataron y a quienes marcó a fondo de diferentes maneras.
* Nemesio Juárez
"Con Coco nos unía una relación muy frecuente. Podríamos decir una amistad de militancia porque yo no lo conocía antes, pero sí apenas regresó de su exilio en México. Compartimos muchas cosas, sobre todo la lucha y la defensa por el cine argentino. Participamos en varios acontecimientos, como el Frente que se hizo en defensa del cine nacional. Después, hubo una colaboración muy estrecha cuando él realizó Cazadores de utopías, donde yo le alcancé un material que tenía y que había preservado de la época de la dictadura, sobre todo un documental que había hecho la JP para la campaña de Cámpora en el '73. Posteriormente, Coco tuvo la idea de hacer una película sobre mi hermano, Quique (N. de la R.: cineasta y militante desaparecido por la última dictadura). Se llamó Fragmentos rebelados y fue una de las películas más conmovedoras de él porque realmente encontró una estructura que fortalecía tanto la militancia de mi hermano como su propio compromiso militante. Coco ha sido uno de los más activos, ha registrado muchos acontecimientos en los mismos momentos en que se producían. Su posición respecto de los medios de comunicación, la militancia que retornaba... En cada momento él estuvo registrando casi en la inmediatez de los acontecimientos. Tal es así que en los últimos tiempos nos encontrábamos en la calle: yo estuve filmando en la época reciente de resistencia contra Macri, y con Coco nos encontramos porque él también estaba registrando esos momentos que creo que son los que confluyeron en su última película que lamentablemente todavía no la vi: Se va a acabar. Coco tuvo una trayectoria muy feliz en la conducción del Museo del Cine. Ha sido un hombre permanentemente activo. Eso lo caracteriza fundamentalmente: un compromiso y una inmediatez de tomar el calor de los acontecimientos y tratar de reflejarlos y comunicarlos. Se fue una figura notable de toda esta época de la recuperación de la democracia, en momentos en que también había prevalecido un posmodernismo en el ámbito de la cultura. Coco y unos cuantos más pensamos que la cultura era otra cosa, no era el posmodernismo vacío de contenido de la primera época de la democracia, donde no se podía hablar de aquello que había acontecido a nuestras generaciones y donde tuvimos una participación activa. Y muchos de los más queridos fueron los que cayeron en esa circunstancia. Hubo todo un vacío en donde no se podía hablar de aquella experiencia, los puentes estaban rotos entre las nuevas generaciones. Y esos años fueron la profundización de una grieta entre las nuevas generaciones y los que habíamos tenido participación de aquella etapa emancipadora frustrada. Posteriormente, hubo que recomponer esos puentes y Coco fue uno de los primeros con Cazadores de utopías que intentaron transmitir esa experiencia a las nuevas generaciones".
* Carmen Guarini
"Siempre tuvimos muchos contacto profesionalmente y también porque él afectivamente era un tipo súper querible, siempre fue solidario, compañero. Militábamos juntos en DocuDAC. Yo lo conocía desde los años ‘80 en que peleábamos y trabajábamos juntos por el cine político y el documental ya en aquella época. Coco fue un tipo que estuvo en todas las peleas, en todas las luchas poniendo la cámara, poniendo el cuerpo. Eso le costó justamente porque ponía el cuerpo. Es un gran ejemplo, fue un hombre tierno. Todas las grandes luchas que tuvimos en este país lo tuvieron a él filmando: la ley de medios, el tema de la soja, además la lucha política de los '70. El también trabajó por la Escuela de Cuba. En fin, fue un tipo que estuvo en muchos frentes, muy comprometido, un compromiso que lo llevó a su vida y que finalmente estas cosas te cuestan la vida porque el cuerpo te cobra. Para mí fue muy importante su trabajo. Si bien yo no trabajaba en la misma dirección, porque me desempeñé en otro terreno del campo de los derechos humanos, pero lo que hacía me parecía muy importante y necesario. Y la verdad es que fueron obras que hoy cobran un valor histórico muy importante. Además, está lo que ha hecho con otros porque no nos olvidemos que Coco también fue productor, apoyó otras obras. Siempre estaba ahí entre la gente joven empujando. Fue un tipo al que si lo llamabas y necesitabas algo estaba ahí".
* Andrés Habegger
"Coco reúne aspectos desde lo personal y desde lo político que se cruzan, se intrincan y que son muy importantes. Yo estaba estudiando Ciencias de la Comunicación, vi Cazadores de utopías y, a partir de ese momento, comencé a pensar en la posibilidad de estudiar cine. Pensé en la posibilidad de reunir dos cosas que para mí tienen mucho que ver con mi historia y que también tienen que ver con la historia de Coco: lo personal y lo político. Estudié cine. Mis dos primeros largometrajes, (H) Historias cotidianas (2000) y Cuando los santos vienen marchando (2004), son producciones de Coco. Era un personaje político que hacía cine. Me gusta más decir que Coco era alguien con una mirada política sumamente interesante. Y eso lo tenía en todas sus actividades: en su actividad cinematográfica, en la producción, en su actividad política. Fue alguien que nos marcó a toda una generación. Muchos de los compañeros de la asociación ADN somos, en parte, como hijos de Coco. O hijos de una generación que Coco estimuló mucho. Aparte de ser alguien que pensaba políticamente y que ese pensamiento político lo trasladaba al cine, Coco era un gran estimulador. Era una especie de director técnico del cine político. Uno de esos tipos que está adentro de la cancha y mira el panorama. Es una pérdida enorme, porque era alguien que sabía armar muchas redes y muy generoso en ese sentido. Empezaba a armar familias cinematográficas, a armar familias políticas. Eran de una capacidad enorme de Coco esos cruces de disciplina, orígenes, formas de ver. Y aparte tenía una mirada del cine como un bien cultural. Miraba el cine tanto como una obra, pero también como un bien cultural, como un bien político de un país".
* Alejandro Fernández Mouján
"Hice la fotografía y la cámara de Cazadores de utopías, en 1994 y 1995. Allí nació una amistad. Y en su momento, esa película fue importante desde el punto de vista político. Además, fue la época del primer concurso que abrió el Incaa para documentales. Fue muy importante por muchas razones. Estaba Nerio Barberis, que también estuvo exiliado en México y vive allí. Nerio hacía el sonido. Le aporté un par de contactos a Coco de los que aparecen en el documental. Fue un laburo muy interesante y fue cuando más lo conocí. A partir de ahí, tuvimos una relación bastante estrecha. Si bien no hicimos juntos otro trabajo, siempre estuvimos en contacto. La última vez que estuve con él fue porque estaba disponible su última película, Se va a acabar, la de la resistencia de los trabajadores durante la dictadura en las fábricas, que la vi cuando me la mandó y que sigue un poco la línea de Cazadores de utopías. Para mí, el siguió una línea en un estilo de documental, fue muy coherente con él y se ocupó de temas que tenían mucho que ver con la política, con los derechos humanos. Me acuerdo de Botín de guerra, por ejemplo. Coco siempre fue un tipo muy activo entre la política, el cine, siempre muy compañero, muy generoso. Sé que ayudó a mucha gente para empezar a hacer su primer documental. Acá en la Argentina es uno de los nombres importantes del documental político, sobre todo a partir de la reflexión postdictadura para acá. Todos sus temas tuvieron algo que ver con eso. Esta noticia me da mucha pena".
* Andrés Cedrón
"No puedo creer la pérdida tan repentina de Coco. Pierdo un amigo y compañero de trabajo desde hace más de diez años. Fue la persona que me marcó en mi carrera, que me ayudó desde un comienzo con mi documental La Caracas, y con el que co-dirigimos Se va a acabar, su última película. Como persona se preocupó y ocupó de mi estado de salud en el momento más difícil que me tocó atravesar. Todo este tiempo construimos una relación creativa y de afecto muy grande, compartiendo casi a diario nuestros proyectos. Me inculcó el amor y el disfrute por el cine, y el compromiso político con el pasado, el presente y el futuro de nuestro país. Fue y será un referente del cine documental. Lo conocí por Alquimia Peña, directora de la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano (FNCL). En el año 2009 yo viajé a Cuba mientras finalizaba el montaje de La Caracas y fue ella quien me indicó que para terminar la película de la mejor manera tenía que ver a David "Coco" Blaustein. Durante mi visita en la Fundación vi una foto de Coco con Fidel y García Márquez como símbolo de todo su aporte y su compromiso por el cine latinoamericano. Al regresar, fue una alegría muy grande tener su apoyo, su opinión y su crítica constructiva. Y fue inolvidable nuestro abrazo en el estreno en el Cine Gaumont. Desde allí seguimos trabajando juntos hasta el día de hoy. Decidimos realizar el documental Se va a acabar en medio del macrismo, como un hecho de resistencia cultural. Tuvimos la necesidad de contar la resistencia de las trabajadoras y de los trabajadores en un momento donde veíamos que se repetían las medidas económicas y políticas neoliberales de la dictadura cívico-militar. En el documental ejercimos una amplitud ideológica y una identidad de clase que eran reflejo de su pensar. En su trabajo era un apasionado por el cine. Veía películas casi a diario, conducía su programa de radio La Manivela con entrevistas a personalidades del cine y la cultura y producía o dirigía películas que marcaron al campo popular. Su legado es la importancia que tiene el documental para ejercer memoria, verdad y justicia. Siempre estaré agradecido por su generosidad y por su cariño para conmigo".
Para leer más sobre este tema:
- Adiós a un cineasta militante, por Luciano Monteagudo
- Murió David "Coco" Blaustein