San Lorenzo aterrizó en la sexta fecha del torneo de la Liga Profesional con la intención de dejar atrás la dura goleada sufrida en Santa Fe en su juego anterior, cuando Unión lo venció por 4-0. Lo que sucedió este lunes en Córdoba, sin embargo, estuvo muy lejos de esa posibilidad. Y el resultado simplemente profundizó el difícil momento que atraviesa el conjunto conducido por el uruguayo Paolo Montero, que perdió ante Talleres por 2-0 y ahora apuntará al partido ante Argentinos para intentar revertir esta negativa seguidilla.

Al equipo cordobés le fue suficiente un tiempo para asegurar su victoria ante un San Lorenzo que ofreció una cara desconcertante y gris en su visita al estadio Mario Alberto Kempes. Fue en esos primeros 45 minutos que los dirigidos por otro uruguayo, Alexander Medina, marcaron los goles que definieron la historia a favor del local.

Habían pasado apenas 120 segundos cuando Talleres dejó en claro que sus incursiones ofensivas eran capaces de dañar al elenco azulgrana, porque fue entonces cuando un córner generó peligro en el área visitante y obligó a intervenir al arquero Sebastián Torrico. El primer grito de la "T" llegó apenas 13 minutos después, otra vez mediante una acción originada desde la esquina: Héctor Fértoli se hizo cargo de la pelota detenida y sacó un centro que encontró solo a Enzo Díaz, que desde el punto penal cabeceó de pique al suelo para poner el 1-0.

Cuando el primer tiempo se evaporaba, Fértoli pasó de asistidor a asistido, en una maniobra que incluyó una cesión notable de Juan Méndez para habilitar al 10 del equipo cordobés. En tres pases, Talleres fabricó el 2-0 que liquidó el partido: Rafael Pérez le entregó la pelota a Méndez, que había visto a Fértoli un segundo antes y activó el peligro pinchándole el balón, para que lo recibiera con el tiempo de parar de zurda y definir ante Torrico.

A la apatía de San Lorenzo en las dos jugadas que enterraron la pelota en la red de su arquero, el inicio del segundo tiempo le agregó la incidencia que volvía una odisea la posibilidad de revertir el marcador. Fue a los 64 minutos, cuando Gino Peruzzi entró tarde y violentamente sobre Angelo Martino y se ganó la roja directa que dejó a su equipo con diez jugadores. Talleres desaceleró, consciente de la ventaja numérica, futbolística y anímica, y no amplió la diferencia gracias a las atajadas de Torrico, el único de su equipo que "desentonó" con una buena actuación. A falta de tres minutos, Siro Rosané desnudó su impotencia con una entrada todavía más dura que la del ex Vélez y los de Montero cerraron su actuación con nueve jugadores, un final de esos que solo invitan a mejorar.