Miguel Angel Russo dejó este martes de ser el entrenador de Boca y se despidió del plantel en el predio de Ezeiza, luego de una reunión con el Consejo de Fútbol que encabeza el vicepresidente Juan Román Riquelme, que no pudo sostener el proyecto a raíz de la racha negativa en la que está inmerso el equipo, la peor en 91 años de profesionalismo. .
El encuentro estaba pactado, además de Riquelme, con Jorge Bermúdez, Raúl Cascini y Marcelo Delgado, laderos del plantel en los viajes y quienes más cercan están en el día a día, con el objetivo de realizar una "evaluación" del trabajo del cuerpo técnico de Russo, que arribó a las 8.30 junto a algunos de sus colaboradores más cercanos, como Leandro Somoza y Mariano Herrón.
Más temprano, alrededor de las 7.15, había hecho lo propio Sebastián Battaglia, DT de la Reserva, futbolista más ganador de títulos en la historia del club y que quedará a cargo del plantel profesional, al menos, hasta diciembre.
Lo cierto es que los rumores que se iniciaron a última hora del lunes feriado se concretaron este martes por la mañana, más allá de la intención de la dirigencia que era sostenerle el contrato que Russo tenía hasta diciembre.
También es verdad que esperaron un gesto del entrenador de 65 años, que hace diez partidos no logra que su equipo gane, con eliminación incluida en la Copa Libertadores. Este Boca de Russo igualó una serie negativa que se había producido en la temporada 1957, cuando también pasó 10 cotejos sin festejar.
El presidente Jorge Amor Ameal pretendía mantener a Russo en el cargo e incluso Riquelme -quien fue dirigido por el experimentado DT en la conquista de la Libertadores 2007- pretendía respetar el contrato.
Pero la presión de los hinchas y la opinión pública por la falta de reacción futbolística que se acentuó en el 0-1 ante Estudiantes de La Plata por la Liga Profesional le puso punto final este martes.
Russo cerró su segundo ciclo en Boca con dos títulos (Superliga 2019/2020 y la Copa Diego Maradona 2020/21), golpeado por no poder conseguir la Copa Libertadores, aunque invicto en los cruces ante el River de Marcelo Gallardo, que había dominado esos duelos en los últimos años.
En total, fueron 59 los partidos que dirigió Miguel Russo en su segunda etapa como entrenador de Boca, con 27 victorias, 21 empates y once derrotas.
Battaglia, su reemplazante, estuvo al frente del primer equipo en dos encuentros en esta Liga Profesional (ante Banfield y San Lorenzo) cuando el plantel profesional debió hacer una cuarentena de una semana por haber roto la burbuja en Brasil.
El principal desafío del ahora entrenador interino será mejorar la ubicación del equipo en la Liga Profesional -apenas tiene cuatro puntos y dos equipos por debajo en la tabla- para aspirar a clasificar a la Copa Libertadores 2022 -a la Sudamericana ya tiene boleto-, algo que también podría lograr desde la Copa Argentina, donde está en cuartos de final y enfrentará, casualmente, a Patronato de Paraná.