Sebastián Battaglia -referente ineludible en la historia de Boca Juniors que con 18 títulos como futbolista es el máximo ganador de la historia xeneize- asumió este martes como entrenador del equipo de sus amores hasta diciembre, luego de haber acumulado experiencia en un par de clubes y de dirigir la Reserva, y atendiendo un pedido especial de su amigo Juan Román Riquelme, ausente durante la presentación oficial del nuevo DT en reemplazo de Miguel Angel Russo.
"En principio quiero decir que nuestro ex técnico es un hombre de bien y será recordado por mucho tiempo", arrancó diciendo el presidente Jorge Amor Ameal, para añadir: "En cuanto a Sebastián, él es un hombre de la casa, un ganador y seguramente va transmitir eso en esta etapa nueva que se inicia. Acá, el que quiera jugar, va a jugar; el que no, se tiene que ir. Los jugadores deben disfrutar de esta camiseta".
A continuación, tomó la palabra el santafesino de 40 años, retirado del fútbol prematuramente hace una década por una persistente lesión en el tobillo derecho. "Nos enteramos por la mañana. Esta es una oportunidad muy buena para mí. Amo el club y quiero volver a poner al equipo en el lugar que se merece. Yo venía de la Reserva y las sensaciones son un poco encontradas, porque trabajé con Miguel y le agradezco todo lo que hizo por la institución", reconoció Battaglia.
El ex volante mostró sus cualidades cuando con su división asumió dos partidos en el actual torneo doméstico, ante Banfield y San Lorenzo, debido a el aislamiento sanitario que tuvo que cumplir el plantel profesional tras la eliminación de la Libertadores ante Atlético Mineiro, en Belo Horizonte.
"Uno va cayendo de a poco, dirigir a Boca es un desafío muy importante. Hoy al mando de la primera práctica la idea que bajamos fue que el plantel trabaje y nos conozca lo más rápido posible. Queremos tener un equipo protagonista, apoyado en lo que venimos haciendo con los chicos, pero sobre todo tratar de superar al rival de enfrente. Nuestro deseo es que todos los jugadores estén bien, el grupo es muy bueno y tiene gran predisposición", aseguró.
La tarea de Battaglia en Reserva quedó expuesta en apariciones como Alan Varela, Cristian Medina, Agustín Sández, Renzo Giampaoli, Ezequiel "Equi" Fernández y Valentín Barco, entre los más destacados. Pero el nuevo DT xeneize entendió que dirigir a la Primera es muy distinto.
"Si bien ya disputamos los partidos con Banfield y San Lorenzo, deseamos tener el mejor debut posible. Queremos lograr cosas rápido y esperamos para eso tener la aceptación de todos los jugadores. Hay un muy buen grupo de profesionales en el plantel. Que me la hagan difícil a la hora de elegir, ya sea entre grandes y juveniles, es lo mejor que le puede pasar a un entrenador".
Cuando le preguntaron por Riquelme, Battaglia no dudó: "Con Román estoy siempre en contacto, hablamos todo el tiempo de fútbol. Hoy arranca una etapa nueva. Lo que pasó, ya está. Queremos hacer un grupo fuerte, porque éste el club más importante de la Argentina y sabemos bien lo que significa la gloria en este club", cerró el flamante DT una conferencia muy concurrida. De hecho, Ameal se disculpó en nombre del club "porque hay aquí muchos periodistas y no todos pudieron preguntar".
Quién es Battaglia
Casado con Bettina y padre de tres hijos, Camila (19), Sofía (17) y Benjamín (10), todos fanáticos de Boca, Battaglia siempre fue de andar silencioso por la vida, de palabras justas, medido y amable, algo que puede modificarse o no en el convulsionado "Mundo Boca".
Ese Boca que lo vio debutar en Primera División cuando apenas tenía 17 años y todos los sueños por cumplir, en el torneo Clausura de 1998 ante Gimnasia y Tiro de Salta, que los xeneizes ganaron por un holgado 4-0 y con un entrenador interino como Carlos María García Cambón, por esas cosas del destino también nombrado de apuro para suplir la salida de Héctor "Bambino" Veira.
Todos recuerdan su partido de despedida como jugador en una noche del 8 de julio del 2015, donde entre numerosas presencias sobresalieron Carlos Bianchi, Martín Palermo y el propio Riquelme.
Inicios como técnico
En su carrera como entrenador debutó en Almagro en el 2018, en reemplazo de Alfredo Grelak, quien había dejado vacante el puesto a falta de siete fechas para el final. Con el "Tricolor" peleó el ascenso hasta la última fecha, y consiguió tres victorias, dos empates y dos derrotas. Su último partido lo dirigió en los cuartos de final del Reducido, donde los de José Ingenieros cayeron 2-0 con Agropecuario y dejó el club "de común acuerdo" con la dirigencia. Luego se sumó al cuerpo técnico de Julio César Falcioni en Banfield, justo después del paso por Almagro hasta mitad del 2019.
En diciembre del 2019, después que la fórmula Jorge Ameal-Mario Pergolini ganara las elecciones en Boca, se unió a la secretaría de fútbol que conduce Riquelme para dirigir la Reserva en lugar de su ex compañero Rolando Schiavi.
En esta categoría, pandemia mediante, dirigió 21 partidos de los cuales ganó 12, empató cuatro y perdió cinco. Su equipo consiguió el subcampeonato de la Copa de la Liga tras perder la definición ante Sarmiento de Junín.
Battaglia, que ya asumió como técnico interino en el predio de Ezeiza, tendrá su primer examen el próximo sábado de local ante Patronato, por la séptima fecha de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).
El "Mundo Boca"
El flamante DT es consciente de lo que genera el "Mundo Boca", pero asume con ventaja, rodeado del afecto de su familia, apoyado por el Consejo de Fútbol y por los hinchas que al no poder ir a la cancha se expresan en las redes sociales. Y lo más importante: tiene un aura ganador que intentará transmitirle al equipo apático que le dejó Russo.
Siempre solidario y con una carrera plagada de títulos (ganó uno más que el mellizo Guillermo Barros Schelotto, segundo en la lista de campeones de Boca), hasta mostró bajo perfil cuando eligió un momento cumbre de su carrera que no lo tuvo como protagonista excluyente.
Porque Battaglia hizo la jugada previa al histórico gol de Palermo ante River en la Libertadores de 2000, en el Superclásico de cuartos de final que Boca ganó 3-0, y encaminó a ese equipo dirigido por Bianchi hacia el título, que llegaría tras sortear a América de México en semifinales y a Palmeiras en la final.
"Si tuviera que elegir un momento en mi carrera, sin dudas que sería ese del gol de Martín. La Bombonera explotó, la felicidad era enorme", comentó Battaglia en una entrevista que concedió a Télam en mayo del año pasado, al cumplirse dos décadas de esa inolvidable victoria.