La Unión Europea (UE) prevé negociar con los talibanes. El bloque "abrirá un diálogo tan pronto como sea posible para prevenir un desastre humanitario y potencialmente migratorio", señaló el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. El funcionario modificó su postura al sostener que se impone el contacto con los islamistas radicales "porque fueron ellos los que ganaron la guerra en Afganistán". Un país devastado que gobierna nuevamente el grupo insurgente tras 20 años de intervención militar estadounidense y de sus aliados que acabó en rotundo fracaso. 

"Los talibanes han ganado la guerra, así que tendremos que hablar con ellos", insistió Borrell, en contradicción con la postura esgrimida el 31 de julio, cuando adelantó que la UE no reconocería un gobierno talibán en Afganistán. Empero, Borrell subrayó que eso no significa que Europa vaya a reconocer rápidamente al nuevo gobierno, en breves declaraciones a la salida de una reunión urgente de ministros de Relaciones Exteriores europeos. 

"El diálogo deberá también centrarse en la forma de poder evitar el retorno de una presencia terrorista extranjera en Afganistán", expuso Borrell. Y consideró que "no se trata de un reconocimiento oficial, sino de negociar con los talibanes".  "Si quiero que 400 personas, afganos y sus familias, que han trabajado con nosotros y las delegaciones de la Unión Europea lleguen al aeropuerto, hay que entender que tengo que hablar con ellos", concluyó. El jefe de la diplomacia insistió en que la UE sólo cooperará con el grupo insurgente si respeta los derechos de las mujeres y previene el uso de territorio afgano para albergar a grupos terroristas.

EE.UU. y las escenas "inevitables"

Estados Unidos defendió que las "devastadoras" escenas de caos en el aeropuerto de Kabul eran inevitables, y anunció un acuerdo con los talibanes para garantizar el paso seguro de los civiles que quieran irse de Afganistán

Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente Joe Biden, expresó compasión por la desesperación de los cientos de afganos que intentaron encaramarse a los aviones estadounidenses que despegaban de Kabul, pero negó que esas escenas hubieran podido prevenirse con una mejor planificación. "Cuando acaba una guerra civil, con una fuerza rival que entra en la capital, va a haber escenas de caos. Va a haber mucha gente que abandona el país. Eso no es algo que pueda evitarse realmente", dijo Sullivan en una rueda de prensa.

"La alternativa tenía costos"

El funcionario estadounidense aseguró que, aunque "las imágenes de los últimos días en el aeropuerto han sido duras", la alternativa, según Biden, habría sido aceptar otro "costo humano" que le resultaba todavía más inaceptable: "enviar miles de tropas a combatir (a los talibanes) y que algunas de ellas murieran". "Esta no era una cuestión de salvar a mujeres y niñas o no hacerlo. La alternativa tenía sus propios costos humanos", agregó.

Sullivan volvió a presentar así lo ocurrido en Afganistán como una elección entre permanecer o no en el conflicto, a pesar de que la mayoría de las críticas a Washington no se han centrado en el hecho de que Biden ordenara la retirada, sino en su precipitada ejecución.

A principios de julio, el Pentágono ya había completado al 90 % su retirada de Afganistán, pero el complejo proceso de evacuación de miles de estadounidenses y afganos ha forzado a Biden a enviar 7.000 soldados a Kabul, casi el triple de los 2.500 que había en mayo en el país.

A todo esto, la Casa Blanca anunció que la próxima semana Biden y su par británico Boris Johnson acordaron organizar una cumbre virtual de los líderes del G7 sobre Afganistán.