Un niño de seis años fue secuestrado de su casa en el barrio porteño de Mataderos por dos personas que, luego de pedir un rescate de 600 mil dólares, lo liberaron en la localidad bonaerense de Campana sin cobrar el dinero. Los secuestradores simularon ser agentes policiales para engañar al padre del niño e ingresar a la vivienda, donde no encontraron dinero para robar y terminaron llevándose al chico. Seis horas después del secuestro, el menor fue encontrado por una mujer en Campana, mientras caminaba solo al costado de la Ruta N° 9. Hasta el momento los secuestradores no fueron identificados por los investigadores.
El hecho se inició al mediodía de este lunes, en una vivienda de la calle Montiel al 2100 en el barrio de Mataderos, donde reside el niño con su familia, que se dedica a la reparación de máquinas y a la compra venta de metales. A esa hora, el padre del chico denunció que, mientras llegaba al la casa con un amigo, dos hombres que se presentaron como policías ingresaron a la vivienda asegurando que se trataba de un allanamiento y luego lo redujeron junto a su amigo y su esposa. Luego de exigirle a la familia una suma de dinero que no tenían, se llevaron cautivo a su hijo de seis años.
De acuerdo al denunciante, los captores escaparon con el menor a bordo de un Fiat Siena gris que fue hallado abandonado poco después en la colectora de General Paz a la altura de la localidad de Florida, Partido de Vicente López, por lo que aún se investiga en qué vehículo llegaron desde allí hasta Campana, localidad ubicada a más de 60 kilómetros de distancia. Pasadas las 15 horas del lunes, la madre del niño denunció haber recibido un llamado extorsivo en su celular en el que los secuestradores le exigieron un rescate de 600 mil dólares, monto inaccesible para la familia.
Finalmente, pasadas las 18 horas, el niño fue hallado sano y salvo a la vera de la Ruta N° 9, a la altura del kilómetro 78, por Soledad, una automovilista que pasaba por el lugar y se detuvo junto a otros vehículos para ayudar al nene. En declaraciones televisivas, la mujer, que es acompañante terapéutica, relató que lo vio caminando al costado de la banquina descalzo y solo con un pantalón y una remera, "temblando y en shock". "Decía que lo habían robado de su casa", contó Soledad.
"Estaba pidiendo auxilio en la orilla de la banquina, al límite con la ruta. Veníamos de la calle Azcuénaga, había mucho tráfico y fuimos tres autos los que paramos al mismo tiempo", recordó Soledad en diálogo con el canal TN. La mujer explicó que al verlo temblando lo envolvió con su abrigo y lo subió a uno de los autos, ya que "tenía mucho frío".
Después de realizarle una serie de preguntas para tranquilizarlo, Soledad consiguió que el niño comenzará a contar lo que le había sucedido, mientras los conductores de los otros vehículos llamaban a la Policía. En esas circunstancias, relató, la primera agente policial que llegó al lugar empezó a tomar notas de los datos que el niño aportaba, ya que hasta ese momento ni ella ni la agente estaban al tanto del secuestro ocurrido en Mataderos.
"Él se presentó como un nene al que lo robaron de su casa y empezó a contar cómo transcurrió todo este horror. Fue muy valiente porque si bien estaba en estado de shock preguntaba cómo estaban sus papás porque la última imagen que tenía era que les habían encintado la boca y la nariz, y su miedo era que sus papás estuviesen ahogados", detalló Soledad. Con su testimonio, el niño ratificó lo denunciado por su padre: que las personas entraron a su casa, redujeron a sus padres y se lo llevaron.
También indicó que quienes lo abandonaron junto a la ruta fueron tres personas, por lo que se investiga si alguien más se sumó luego del momento de la captura, cuando su padre indicó que se trataba de dos personas. Además, el chico afirmó que quien viajaba en el asiento trasero del auto junto a él escapó caminando campo adentro. El niño presentaba una pequeña herida en una de sus muñecas y él mismo afirmó que había sido producida con un cuchillo por uno de los captores. Tras ser revisado en el Hospital Municipal de Campana, el chico fue trasladado a la Comisaría de la localidad donde se reencontró con sus padres para luego regresar a su hogar en Mataderos.
Aunque al inicio de las investigaciones intervinieron agentes de la Policía de la Ciudad de la Comisaría N°9 de Mataderos, al tratarse de un secuestro el caso pasó a ser investigado por personal de antisecuestros de la Policía Federal y por el fiscal federal Franco Picardo. Hasta el momento los captores todavía no fueron identificados y este martes el fiscal tomó declaración a los padres del chico para ampliar la denuncia inicial. También se realizarán peritajes a los rastros tomados del auto abandonado en la localidad de Florida.