Intendentes del peronismo bonaerense denunciaron que el gobierno de María Eugenia Vidal discrimina a sus municipios en el reparto de recursos y de obras. En pleno año electoral, desde la administración provincial “ayudan a los socios y castigan a los opositores”, según coinciden varios jefes municipales que reportan en el Frente para la Victoria y fueron consultados por PáginaI12. Los mecanismos son varios: desde el manejo discrecional de los instrumentos de ayuda financiera disponibles hasta la asignación desigual de obra pública, pasando por controles fiscales estrictos que solamente apuntan a los distritos opositores. “Vidal es como Macri y hace en la provincia lo mismo que el gobierno nacional con las provincias que no se alinean: los dos usan la billetera para disciplinar”, definió uno de ellos.
La menor coparticipación y la caída de la recaudación de impuestos locales debido a la merma en la actividad económica redujeron los ingresos genuinos de los municipios, aumentando al mismo tiempo la dependencia en anticipos, préstamos y otros instrumentos financieros para hacer frente a los gastos corrientes todos los meses. Sin embargo, no todos los distritos son tratados con la misma vara a la hora de acudir al gobierno provincial para recibir estas ayudas. Esto se suma al reparto desigual de obra pública: “Recién ahora están activando algunas obras que estaban pendientes del gobierno pasado. Pero por cada peso que recibe un municipio peronista, uno de Cambiemos recibe tres o cuatro”, es el diagnóstico generalizado.
“Hay distritos que tienen más obras que nosotros. Cuando vemos la cantidad de cosas que pasan en Morón, en 3 de Febrero, en otros distritos que gobierna el oficialismo, hay una diferencia muy grande”, se lamentó Alberto Descalzo, jefe comunal de Ituzaingó, consultado por este diario. “Esas son las reglas de juego que han puesto ellos. Se piensan que nos están castigando a nosotros pero en realidad castigan al pueblo de Ituzaingó, de Hurlingam, de Moreno... los gobiernos de Néstor y de Cristina no hacían esa diferencia entre oficialistas y opositores”, agregó.
Por su parte, el intendente de San Antonio de Areco, Francisco Durañona, indicó que “están ahogando financieramente” a algunos municipios “pero no por decisiones arbitrarias sino porque baja la coparticipación, baja el fondo de la soja y bajan otros ingresos” y el gobierno provincial no toma medidas para paliar esa crisis. “No están aprobando préstamos. Han decidido no autorizar prestamos en los municipios. Fiscalizan mucho las cuentas municipales, los déficits, a la hora de otorgar algún anticipo y otros aportes fuera de lo mínimo establecido”, dijo Durañona.
Una nueva Santa Cruz
Entre los jefes comunales del FpV que denuncian esta discriminación, se destaca la voz de Walter Festa (Moreno), que advirtió que el gobierno busca hacer de ese municipio “una nueva Santa Cruz” para disciplinar a otros intendentes críticos. “Apenas asumimos tuvimos una reunión con el ministro de Economía, Hernán Lacunza, que me dijo que Moreno era ‘inviable’ y nos recomendó echar a 1500 trabajadores para sanear las cuentas”, denunció el intendente, que deja en claro que para él “la variable de ajuste no pasa por echar gente”.
En un informe difundido en los últimos días, el gobierno municipal de Moreno denuncia que “la gestión de Vidal tuvo en 2016 un resultado fuertemente deficitario por haber aumentado más sus gastos que sus ingresos” y que “este déficit fue financiado con emisión de deuda récord”, pero que “a los municipios se les exigió el equilibrio financiero que Vidal no logró” a la hora de facilitar financiamiento. “Esto se tradujo en miles de despidos de trabajadores municipales en toda la Provincia. Como Moreno no accedió a despedir a los 1.500 empleados que sugería el equipo de la Gobernadora, la Provincia jamás otorgó ayuda financiera”.
Para Festa, existe una intención del gobierno provincial de ahogar financieramente a su municipio para replicar la situación que se vive en Santa Cruz y usarla mediáticamente en contra del peronismo. “Si el gobierno provincial mantiene la tesitura de asfixia, Moreno podría entrar en quiebra en julio, cuando haya que abonar el aguinaldo”, dice el informe. “Venimos de meses intensos de campaña mediática en contra de la gestión Festa. Si además tenemos en cuenta la asociación Festa-La Cámpora-CFK, estamos a punto caramelo para que monten otro teatro de operaciones en Moreno en un par de semanas”, insiste el documento.
Según el jefe comunal, cuando asumió la intendencia, Moreno tenía el mayor déficit fiscal de su historia, y, sin ayuda de la provincia ni de la nación, en un año y medio llegó a una situación de “casi equilibrio fiscal”. Sin embargo, advierte, de no haber un cambio en la actitud de Vidal y de Macri, corre el riesgo de perder en pocos meses los progresos fiscales obtenidos.
“Pedimos diálogo y responsabilidad”, dijo Festa, que sin embargo aseguró que si Cambiemos está dispuesto a ahogar a su municipio para dar una lección política, esa decisión puede traer consecuencias: “Santa Cruz está muy lejos de capital y son 300 mil habitantes dispersos en un territorio enorme. Moreno está cerca, somos 650 mil y estamos muy organizados. Esperamos que nos asistan y no tener que llegar a una situación límite”, advirtió.