El Senado de de la provincia de San Luis convirtió este martes en ley el Programa de Sensibilización y Concientización en Gestión Menstrual Sostenible. Así, se convirtió en la segunda provincia en tener una legislación de este tipo que, entre otras cosas, contempla la promoción de artículos menstruales de bajo impacto para el ambiente. La primera provincia en hacerlo fue Tucumán.
La directora Nacional de Economía, Igualdad y Género, Mercedes D'Alessandro, viajó a la provincia cuyana para acompañar la sanción de la ley que consideró "un paso muy importante, para la provincia y para el país, ya que el debate se ha instalado en la agenda nacional".
La funcionaria destacó que "desde el Estado estamos avanzando en un esquema integral y federal del tratamiento de la gestión menstrual".
El programa garantizará el acceso a la información, difusión y promoción de uso de productos de gestión menstrual que generen bajo impacto en el ambiente, como la copa menstrual y las toallas reutilizables. También impulsará las condiciones para el acceso progresivo a estos elementos de higiene.
Para lograrlo se estableció la creación de una mesa compuesta por integrantes de ambas cámaras de la Legislatura y representantes de ministerios y universidades de la provincia que tendrán entre sus funciones relevar datos e información, promover la realización de talleres, actividades en escuelas y campañas de información y sensibilización.
El proyecto fue presentado en la Cámara de Diputados por la legisladora Fernanda Spinuzza del Frente Unidad Justicialista, quien resaltó que "concientizar tiene que ver con dejar atrás estos tabúes de que la menstruación es un tema de salud, pero vinculado a la enfermedad, y normalizarla como parte de la biología".
La ley "habla de personas menstruantes, porque somos conscientes de que no todas las mujeres menstrúan, por cuestiones de edad, las chicas trans tampoco lo hacen, pero los hombres trans sí", detalló la legisladora.
Spinuzza señaló que, en abril de este año, el Gobierno provincial lanzó el programa que, entre otras acciones, contempla la distribución de toallitas reutilizables y copas a niñas y adolescentes de 11 a 15 años. "Sin embargo, como toda buena decisión política, es importante darle un marco legal, para garantizar su perdurabilidad", añadió.
En tanto, D'Alessandro remarcó que la menstruación "es un factor de desigualdad". "Las barreras económicas que impiden el acceso de productos de gestión menstrual (sobre todo a quienes tienen menores recursos) tiene implicancias en la salud, la educación y el trabajo".
El año pasado se constituyó el Foro de Justicia Menstrual con la participación de funcionarias de toda la administración pública nacional, y hoy son varias las iniciativas provinciales y municipales que contemplan facilitar el acceso a los productos necesarios para afrontar la menstruación.