El ex vicepresidente Amado Boudou enfrentará desde este mañana un insólito juicio oral por la falsedad de la documentación de un auto del año 1992. Está probado que el ilícito fue cometido por los gestores, ya que las firmas, sellos, el llenado de los formularios, la verificación vehicular y hasta la declaración de un domicilio inexistente fueron obra de quienes gestionaron la documentación ante el Registro del Automotor. El juicio sólo se explica por la despiadada ofensiva política del juez federal Claudio Bonadio, el fiscal Guillermo Marijuan y buena parte de los funcionarios judiciales del edificio de Comodoro Py contra Boudou y cualquier integrante del gobierno anterior.
El ex vicepresidente, que en el momento del registro del auto no era funcionario, no tenía ninguna razón para falsear la documentación ya que el auto era de su propiedad, no perjudicó a ningún tercero y su interés fue inscribir el vehículo en Capital Federal dado que se mudó desde Mar del Plata, su ciudad natal.
El juicio a cargo del Tribunal Oral Federal número 1 –José Antonio Michelini, Adrián Grunberg y Gabriel Vega– durará aproximadamente un mes. Los principales acusados son el gestor y la titular del Registro del Automotor de la zona, pero Bonadio colocó a Boudou y a su pareja de ese momento, Agustina Seguín, como partícipes. En el fondo, el juicio tiene una curiosidad: trata sobre un auto que costó 20.000 pesos en 1992 y que hoy tiene un valor casi inexistente, pero la justicia va a gastar un mes de sesiones para dilucidar la falsedad, teniendo en cuenta que no hubo ninguna persona perjudicada. Recientemente a Boudou se le ofreció realizar un juicio abreviado, aceptando menos de un año de condena, pero el ex vicepresidente rechazó la propuesta y exige ser absuelto. Como se sabe, Boudou tiene otras causas de envergadura en su contra, en particular la referida a la Calcográfica Ciccone.
El trámite de radicación del vehículo Honda CRX empezó en 2001, cuando Boudou se radicó en la Capital. El formulario 08 estaba a nombre del dueño original, Cayetano Campeone, que lo firmó al vender el auto. Esa documentación, junto con el formulario 04 –para transferencias de distrito–, Agustina Seguín se la entregó en 2003 a los gestores, junto con la cédula verde, la factura de compra del motor –el original se había fundido– y el certificado de importación. Boudou ni siquiera conoció a Andres Soto, el gestor. Está probado por pericias caligráficas y scopométricas que la letra con la que se llenaron las planillas y las firmas no son de Boudou ni de Seguín, y que los sellos son falsos. También la verificación resultó falsa. En el trámite se puso el domicilio de Berón de Astrada 2708, Villa Riachuelo, también con letra que no es de Boudou ni de Seguín, seguramente con el objetivo de radicar el vehículo en un registro en el que los gestores tenían buenas relaciones. La dirección de Berón de Astrada fue usada no sólo en ese trámite por los gestores sino en otros y, en total, habría unos diez expedientes sobre irregularidades cometidas por los mismos gestores.
El Registro del Automotor número 2, de la Capital Federal, a cargo de Graciela Taboada de Piñero, entregó el Título del Automotor y la cédula verde en base a la documentación que recibió de los gestores. Por esa razón estará también la funcionaria sentada en el banquillo de los acusados. Taboada de Piñero, Soto y otro gestor, Rodolfo Barsimián, son imputados como autores de la falsedad de documento público, con penas de uno a seis años de prisión. Boudou y Seguín figuran como partícipes necesarios. Según el dictamen del fiscal Guillermo Marijuan “todos actuaron coordinadamente para transferir de manera irregular el vehículo”.
El juicio se abre con la lectura de la acusación y luego los imputados tienen la oportunidad de prestar declaración indagatoria, es decir, pueden defenderse. El ex vicepresidente ya adelantó que va a hablar y responder preguntas, y dará todas las explicaciones. Su postura es bastante sencilla: él era el dueño del vehículo, ninguna otra persona lo reclama, por lo tanto no tenía ningún interés en una falsedad. Al mismo tiempo, no existe en el caso ningún perjudicado, por lo que no hay dolo ni del ex vicepresidente ni de su ex pareja.
Más allá de estas razones y elementos, parece cantado que Boudou va a jugar el equivalente a un partido en calidad de visitante. En Comodoro Py rige la alianza político-judicial-mediática en la que los ex funcionarios del kirchnerismo no suelen conseguir ni siquiera un empate.