El incremento de los precios de los alquileres sigue generando preocupación en los inquilinos. Si bien los aumentos de los alquileres bajo contratos están regulados y sólo admiten un aumento anual de acuerdo al índice de contratos de locación, compuesto por un mix de la inflación de precios al consumidor y la evolución de los salarios, las nuevas locaciones tienen incrementos superiores.
Así lo revela el índice de alquileres del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), que sigue los precios de las ofertas de alquiler en CABA, Rosario y Viedma, donde los aumentos anuales fueron de entre el 47,4 por ciento de un monoambiente en CABA hasta un 59 por ciento en Rosario. En el caso de los departamentos de 1, 2 y 3 ambientes, los aumentos fueron también superiores a la inflación, con picos que llegan hasta el 89 por ciento.
La pandemia tuvo un impacto diferencial, incrementando más el precio de los alquileres fuera de CABA. Si bien el precio de las oferta de alquileres no refleja el efectivamente el número que se cierra en el mercado, es un indicador cercano del precio al que se firman nuevos contratos.
Sectores de la oposición política respaldaron las demandas de grupos inmobiliarios y grandes propietarios para dar de baja la ley que regula los alquileres. Según argumentan, la norma que limita el poder de extorsión y abuso de las inmobiliarias hacia los inquilinos en materia de comisiones y depósitos, que brinda un plazo de 3 años mínimo de contrato de locación, establece un único aumento anual del precio del alquiler según el citado índice, sería la causante del aumento de los alquileres por encima de la inflación.
La observación tiene cierta validez, ya que antes de la sanción de la norma los alquileres habían aumentado en promedio por debajo del índice de contratos de locación. Asimismo, las limitaciones a un aumento anual y cierta paranoia fomentada por las inmobiliarias llevó a los propietarios a pedir aumentos excesivos en la renovación de los contratos de alquileres.
Una solución favorable para los inquilinos difícilmente pase por volver al abuso inmobiliario en materia de comisiones, aumentos frecuentes y arbitrarios o menor plazo de contrato. Por el contrario, se debe tomar en cuenta vacíos de la ley que impidieron una regulación positiva de las locaciones.
El primer punto es haber dejado desregulado el precio de renovación de alquiler, sea con el mismo propietario o con uno nuevo. En cambio, el precio de renovación debería seguir al índice de contratos de locación, excepto que la vivienda haya sufrido alguna mejora estructural verificable. Por el otro lado, faltan medidas que incrementen el costo de mantener las viviendas vacías, lo cual reduce las ofertas de alquiler en el mercado.
El primer punto evitaría que los propietarios apliquen aumentos desproporcionados al momento de renovación de los contratos, que fue el hecho que se verificó masivamente tras la sanción de la ley de alquileres hace poco más de un año. El segundo punto incrementaría la oferta de viviendas en alquiler al volver costoso su mantenimiento ocioso. De esa manera, estimularía una baja en el precio de los contratos de locación.
@AndresAsiain