Darío Nieto se juega su última carta para evitar que el Tribunal Oral Federal 8, que tiene a su cargo la causa del Memorándum con Irán, incorpore la información que hay en su teléfono y que daría cuenta de la relación de Mauricio Macri con el camarista Mariano Borinsky, uno de los jueces de Casación que en diciembre de 2016 ordenó reabrir la denuncia de Alberto Nisman contra Cristina Fernández de Kirchner. Pese a que el material está desde el mes pasado en el TOF 8, en las últimas horas, el juez Marcelo Martínez de Giorgi le concedió a Nieto la posibilidad de llevar su planteo a la Cámara Federal porteña.
El teléfono de Nieto es una fuente de información inagotable. Fue, según dijo el propio Nieto, la agenda de gobierno de Macri mientras estuvo en la Presidencia. Ese aparato fue secuestrado en junio del año pasado por la justicia federal de Lomas de Zamora y peritado en la causa de espionaje ilegal en la que Nieto está imputado por haber recibido presuntamente informes de inteligencia ilegales que hacían los espías conocidos como Súper Mario Bros a través de la entonces coordinadora de Documentación Presidencial, Susana Martinengo.
En el análisis del teléfono surgió que Nieto agendó el 1 de noviembre de 2018 que debía consultar con Borinsky sobre una denuncia. Para entonces, la denuncia de Nisman ya estaba reabierta y en manos del juez Claudio Bonadio, pero la anotación da cuenta del contacto entre el hombre de confianza de Macri y el juez. Borinsky estuvo al menos 18 veces reunido con Macri durante su gobierno. En su exposición de este miércoles ante el TOF 8, el fiscal Marcelo Colombo relativizó la importancia de esa nota y sostuvo que no podía relacionarse con una causa en particular. Es probable que el tema vuelva a surgir la semana próxima en las réplicas de las defensas.
El TOF 8 le pidió la información sobre el teléfono a Martínez de Giorgi, que tiene la causa de espionaje desde que se mudó a Py, y el juez lo mandó antes del inicio de la feria de julio. Sin embargo, Nieto protestó y pidió llevar el tema a la Cámara Federal. El defensor Gervasio Caviglione Fraga sostuvo que la información sobre Borinsky surgió a partir de una filtración ilegal y no por elementos que estén incorporados en la causa y, por otro lado, afirma que el teléfono de Nieto es usado como una fuente para nutrir otros expedientes. Por ejemplo, ya se envió información a la causa sobre el préstamo millonario a Vicentin, pero Macri logró trabar --por el momento-- su acceso a la fiscalía.
Horas antes de la audiencia ante el TOF 8, el martes, Martínez de Giorgi le concedió la apelación. La defensa del secretario privado de Macri y actual precandidato para la Legislatura porteña apuesta a que el tribunal de apelaciones anule la decisión de Martínez de Giorgi y con eso el TOF 8 no pueda usar el teléfono como prueba. Sería como si nunca se hubiera enviado. Es una apuesta difícil: la prueba ya está en manos, hace tiempo, de los jueces Gabriela López Iñíguez, Daniel Obligado y José Michilini e incluso fue valorada por el fiscal Colombo.
La Cámara Federal será la encargada de analizar el planteo de Nieto. Ese mismo tribunal --con la integración de Eduardo Farah, Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi-- tiene para revisar la situación de Nieto en el expediente. Los fiscales de Lomas de Zamora Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide no encontraron elementos necesarios para pedir el procesamiento del politólogo de 36 años y el juez Juan Pablo Augé dictó una falta de mérito, que fue apelada por varias querellas.
Nieto busca a toda costa que Farah, Llorens y Bertuzzi confirmen la decisión de Augé, pese a que fue él quien maniobró y logró sacarle la causa al juez de Lomas de Zamora. Eso lo pone en una situación contraria a los intereses de otros funcionarios y espías macristas, incluso del exdirector general de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas, uno de los amigos más cercanos de Macri.
El secretario privado niega haber recibido informes sobre las comunidades mapuches y sobre las movilizaciones contra la reforma previsional de Macri por parte de Martinengo, quien, a su vez, los obtenía de los Súper Mario Bros. Martinengo, que sí fue procesada por Augé, buscó desvincular a Macri y a Nieto de la causa: dijo que ella se daba corte con sus amigos espías al decirles que tenía acceso al secretario privado del entonces presidente.