El joven relató lo sucedido a través de Instagram, y su historia se hizo viral. Los responsables del bar, por su parte, aseguraron que son "antidiscriminación" y se comunicaron con el denunciante para pedirle disculpas.

Diego publicó en las redes sociales la experiencia que vivió en la cervecería Barone, donde, según relató, una persona de seguridad le dijo en la entrada al local: "Para la próxima, maquillate menos".

"Quería contarles que no me dejaron pasar a Barone de Bahía Blanca por el maquillaje que tenía, de hecho para la próxima me dijeron que me maquille menos. Me parece una actitud que para esta época, para este siglo, para lo que vos quieras, no va", denunció.

"Me parece discriminatorio y me parece una mierda básicamente. Quisiera que se sepa que todavía existe la discriminación y que no son joda las marchas ni mucho menos. Existe y está todos los días acá. Basta", agregó.

El caso no tardó en hacerse viral e inclusive llegó a los medios locales que replicaron la historia. Al ser entrevistado, el joven agradeció los mensajes de apoyo: "Recibí comentarios de gente que pasó por situaciones similares, ya sea por contextura física, tatuajes. En mi caso, el maquillaje me lo puedo quitar, pero en otros casos, no".

En medio del escándalo, el dueño de la cervecería, Jonatan Garaban, le dijo al sitio La Brújula 24, de Bahía Blanca, que él y su equipo son "antidiscriminación" y ofreció otra explicación a lo ocurrido el domingo.

"Lo que puede haber sucedido es que no lo hayan dejado entrar pero por un tema del aforo, de la capacidad del local. En la entrada siempre hay dos o tres personas, la recepcionista, un seguridad y uno de los chicos del personal", explicó.

"Lo llamé a Diego para pedirle disculpas, y las aceptó", agregó Garaban, antes de reiterar que nadie de su staff reportó "problemas" el sábado pasado, y que inclusive "la persona que lo discriminó va a sufrir una sanción" si existió esa situación.

Según el empresario, los trabajadores de seguridad desconocieron la situación y “es la palabra de uno contra del otro”, lo que dificulta la posibilidad de constatar su denuncia. No obstante, remarcó que el damnificado le pareció “una persona muy sincera”.

“Llamamos a todos, miré las cámaras. A él se lo vio que estuvo consumiendo una cerveza, entró al local y fue hasta el baño. Esto también me lo confirmó. Con la cámara no llegué a ver de cerca, pasó por la puerta y no se dio un diálogo muy largo, pero pudo haber llegado a pasar”, reconoció Garaban.

Sin embargo para Diego ya no hay vuelta atrás: "En la puerta tenían una lista para que la gente se anotara para poder entrar cuando el local se fuese vaciando. A nosotros no nos quisieron anotar. La verdad es que no nos quisimos quedar mucho tiempo más, pagamos y nos fuimos. Y no vamos a volver nunca más a ese lugar”, señaló.