El expresidente Mauricio Macri parece decidido a contestar a cada crítica que le hagan desde el Gobierno, para desagrado de sus aliados, que preferirían que tuviera un perfil más bajo. Lejos de eso, el exmandatario le respondió a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien recordó que durante la gestión de Cambiemos los autodenominados republicanos armaron una mesa judicial para perseguir opositores. “República de morondanga era eso”, lanzó CFK. Macri contestó airado: “Lo que la expresidenta llama morondanga es justamente no entender cuál es el requisito básico, inicial o suficiente para poder desarrollar el país, que es que seamos confiables, creíbles".
Macri parece haber olvidado los consejos de su exasesor estrella Jaime Durán Barba, que en su libro El arte de ganar indica que si siempre se responden las críticas del adversario, entonces pasa a manejar la agenda propia. El expresidente se subió a una discusión sobre el endeudamiento, cuando la mayoría de su espacio rehúye el tema. En una reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio hubo vagas promesas de elaborar un documento que, por ahora, no existe. Solo Macri defiende a Macri.
Al día siguiente, el fundador de Cambiemos continuó su paso por los medios, en este caso para responderle a la vicepresidenta. Allí, sostuvo que el kirchnerismo es una “versión salvaje y antidemocrática” del peronismo. “En ese tipo de país nadie invierte, en un gobierno que expulsa... Es lo que estamos viendo hoy. El riesgo país está en 1600, esto significa que nadie quiere poner un peso en la Argentina, eso no genera trabajo”, afirmó el exmandatario, que se pasó sus cuatro años prometiendo una "lluvia de inversiones" que nunca llegó. Durante el gobierno de Macri el riesgo país pasó de 500 a 2300 puntos, casi cuatro veces más.
Sobre su fallida gestión, aseguró que “los cuatro años fueron realmente una pesadilla" y volvió a insistir en que gobernó con minoría en ambas cámaras y teniendo en contra a los gremios, las organizaciones sociales y la mayoría de los gobernadores. "Vivían con el cuentito del helicóptero, fue muy difícil”, agregó.
En cuanto a la mesa judicial, reiteró que durante su gobierno “nunca un juez tuvo una presión, las causas avanzaron", pese a que existen múltiples denuncias, incluída una en la que se acusa a dos autoridades de la AFI de exigirle a un magistrado que metiera preso a Pablo Moyano.