Elección tras elección, los integrantes de los pueblos indígenas de Salta logran insertarse en las listas de candidatos y en la organización política del Estado nacional y provincial para desde ese lugar seguir reclamando por sus derechos a la tierra y una vida digna.
En 2019 fue el turno del primer wichí en ganar una intendencia. Rojelio Nerón llegó a comandar la intendencia de Santa Victoria Este, una localidad emplazada a la vera del río Pilcomayo, en el departamento Rivadavia, lindante con Bolivia, Formosa y Paraguay. Y para este turno electoral varios candidatos de ese pueblo se animaron a conformar listas propias a concejales en ese mismo distrito y en el departamento San Martín.
Pero fue gracias al acompañamiento de Nerón y la unidad de los pueblos que allí habitan, que llegó en estas elecciones el primer integrante de esas comunidades ancestrales a ocupar un cargo en la Legislatura provincial. El domingo por la noche, cuando se dieron los resultados en aquel departamento del norte provincial, el Frente Grande obtuvo el 30% de los votos, seis puntos por detrás del oficialista Gana Salta, que llevaba al histórico intendente justicialista Moisés Balderrama como figura.
De esa manera, Rogelio Segundo, dirigente de la organización Lhaka Honhat y cacique de la comunidad La Curvita, alcanzaba la segunda banca de diputados que se otorgaba en este turno, relegando a otro histórico, el diputado del Frente de Todos, Jesús Villa. El referente wichí alcanzó los 3.594 votos, más de 1.000 que Villa y a 700 del primero.
A él se sumaron, por el mismo partido, el candidato a concejal por Rivadavia Banda Norte (Morillo), Santiago Solís, que en esa localidad también salió segundo detrás del Frente de Todos. Y en la misma Santa Victoria Este, el partido del intendente se llevó el triunfo, logrando así que ingrese su segunda candidata a concejala, Maura Pérez. Una artesana wichí de Alto La Sierra, un pueblo ubicado a 70 kilómetros de la cabecera departamental y que depende de ese municipio.
La unidad que hizo posible el triunfo de Nerón en 2019 y que hasta el día de hoy se sostiene, fue a través de una asamblea de las comunidades que integran la Asociación de Comunidades Aborígenes Lhaka Honhat. En ese momento el hoy intendente apareció acompañado por el histórico coordinador general de esa asociación y fallecido el 6 de junio de este año, Francisco Pérez, cacique de la Comunidad El Cañaveral, y de Rogelio Segundo.
César Villa, secretario de Asuntos Institucionales de Santa Victoria Este, declaró estar orgulloso de “tener el primer diputado indígena wichí”. “No nos habíamos equivocado con lo que estamos haciendo”, agregó con respecto a la unión que se dio entre los integrantes de los pueblos del departamento.
“Lo que más queremos es luchar por la tierra, porque cada vez alambran más y a las comunidades las dejan sin agua y las traen para acá”, sostuvo Villa, haciendo referencia a la expansión agropecuaria y la ocupación de tierras originarias. “Ha comenzado a despertar el pueblo wichí y también los criollos, que tienen que acompañar este proyecto”, culminó el funcionario. Precisamente, Lhaka Honhat obtuvo, después de años de litigio, una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos que obliga al Estado argentino a entregar el título único de propiedad de ese territorio a las comunidades indígenas que lo habitan.
Electo concejal por Morillo, Santiago Solis, recordó que en otros tiempos estaban “tirados, pero ahora nuestros hijos están viendo todo lo que nosotros hacemos”. Y agregó que deben seguir buscando “la esperanza de la unión para seguir adelante”.
“Yo estaba cansado de los políticos, pero hoy me siento orgulloso de lo que conseguimos, en el camino de ser personas, porque no nos consideran personas, somos olvidados y nos arriaban como animales, nos trataban de indios y siempre hemos ayudado, pero cuando queríamos entrar nos daban palizas”, finalizó emocionado quien asumirá como concejal en representación de su pueblo a partir de diciembre.
A reformar la Constitución
Como un giro del destino, un wichí también será protagonista de la reforma de la Constitución provincial. Ya que el intendente Rojelio Nerón se presentó como candidato a la convencional, que en ese departamento, como en diputados, otorgaba dos lugares.
El jefe comunal ganó en su localidad pero no le alcanzó para llevarse el triunfo departamental, y quedó detrás del histórico senador por Rivadavia, Mashud Lapad. Pero el segundo lugar lo coloca como uno de los integrantes que podrá enriquecer desde su experiencia, y si es escuchado, una Constitución con profunda raigambre occidental y que no incluye a los pueblos originarios de la región.
La experiencia en San Martín
Pero Rivadavia no fue el único departamento en donde referentes de pueblos indígenas exigieron participar como candidatos y tener la posibilidad de representar a sus pueblos en los cuerpos deliberativos locales.
En Tartagal, Luis Segundo, de la comunidad wichí Ruta 86, encabezó la lista a concejales por el partido FE, acompañando la lista ganadora de la diputada Gladys Paredes. Y si bien quedó lejos del radicalismo, que de la mano de Mario Mimessi ganó en esa ciudad, celebró la oportunidad de haber dado el primer paso para “comenzar a organizarnos”.
“Acá siempre los caciques ayudaron mucho a los que salen primeros y ya están en el poder, pero nunca les dieron la oportunidad”, explicó el presidente de la organización Pueblos Originarios Los Unidos, “por eso ahora, cuando la vimos a la doctora Paredes le dijimos que queríamos estar, y nos pidió tiempo, pero después nos consiguió un partido, fue para nosotros un anuncio muy sentido”, añadió.
Lejos de resignarse por el resultado obtenido, consideró que este es solo el comienzo y que hicieron “un buen piso para de acá en adelante seguir organizándonos entre los hermanos”. Y con respecto a lo sucedido en Rivadavia, aseguró que les genera mucha esperanza para que en un futuro puedan seguir ese mismo camino.
También en Salvador Mazza hubo representación indígena en los comicios, allí, Marcos Segundo, del Pueblo Guaraní, fue como primer candidato a concejal por el partido municipal Unidad Socialista detrás de la candidata a diputada Gladys Paredes. Logró poco más del 3% de los votos, por lo que no superó el 5% necesario para acceder a una banca.
Sin embargo, Segundo consideró que se debe seguir “dando la lucha” a pesar de lo despareja que sigue siendo la posibilidad de hacer campaña contra quienes manejan “las cajas municipales y el poder de turno”. Y criticó las dádivas que realizan días antes de la jornada electoral algunos sectores de la política “para comprar la voluntad de nuestros hermanos”.
A pesar del resultado, Segundo, que es integrante de la Mesa Coordinadora local, afirmó que seguirá adelante y se volverá a presentar las veces que sea necesario y se lo permitan, “porque soy un luchador social y no me van a desalentar, esta vez entramos en la vida política partidaria, pero siempre hacemos política desde nuestras luchas y por nuestros derechos”.
Fany Molina, del Pueblo Guaraní de Aguaray, quedó a un pasito de meterse entre los siete concejales municipales con el 5,95% de los votos, a 70 de quien en definitiva logró colocar el último edil, David Pacheco, del Partido Justicialista Local. Y en General Ballivián, Jonathan Félix, que ya ocupó el cargo de concejal en otra ocasión, se ubicó tercero con el Frente Salteño, pero no logró colarse entre los tres lugares que allí se estipulan para ese cuerpo. Los dos primeros, la Unión Cívica Radical y el Partido Justicialista, se repartieron esas bancas.