El Ministerio Público Fiscal denunció al mecánico de aviación retirado del Ejército Antonio Florentino Colombo por su participación en vuelos clandestinos en los que el Ejército trasladó, encapuchadas y con las manos atadas, a 20 personas secuestradas en diferentes puntos de Neuquén y otras provincias hasta un centro clandestino de detención en Buenos Aires, donde fueron torturadas y, algunas, desaparecidas. Colombo fue testigo en la instrucción de la causa que investigó esos delitos y, a pesar del rechazo del fiscal auxiliar José Nebbia, también lo fue en la última audiencia del juicio de lesa humanidad que evalúa las responsabilidades de 15 exmilitares y ex policías en los hechos.

Para 1976 Colombo revestía en el V Cuerpo del Ejército Argentino. Era sargento y se desempeñaba como mecánico de aviación. Ya había dado su testimonio en el marco de la investigación que dio origen al debate que se desarrolla por estos meses en Neuquén, llevada a cabo por el juez federal Gustavo Villanueva y el entonces fiscal Marcelo Grosso. Entonces, confirmó que había participado de vuelos entre Neuquén y Buenos Aires y dijo que había participado de un traslado de detenidos de manera genérica, sin dar más datos.

La semana pasada, Nebbia, representante del Ministerio Público Fiscal en los debates por crímenes de lesa humanidad que se desarrollan en la provincia, supo de su citación al juicio en calidad de testigo propuesto por la defensa del piloto militar Juan José Capella, uno de los 15 militares y policías retirados acusados. Y repasó los datos que tenía sobre él. “Revisamos su legajo y nos encontramos con el dato trascendental de que compartió las comisiones de los vuelos que nosotros señalamos como los que trasladaron a los secuestrados de Neuquén a Bahía Blanca. Lo dice su legajo, estuvo ahí”, señaló.

El documento registra que Colombo fue parte de la tripulación, comandada por Capella, que a bordo de la nave Twin Otter Matrícula AE106, el 10, el 15 y el 16 de junio de 1976 recogió a 20 personas secuestradas en el aeropuerto de Neuquén y, encapuchadas y con las manos atadas, las trasladaron hasta Bahía Blanca, donde fueron encerradas en el centro clandestino que funcionó en los talleres del V Cuerpo del Ejército, conocido como “La Escuelita”, al norte de la ciudad. De esas 20 personas, ocho permanecen desaparecidas.

“Con esa información consideramos que la Justicia debe investigarlo por los crímenes bajo análisis y que no podía ser llamado a testificar ya que podía autoincriminarse”, explicó Nebbia, que junto con el fiscal General Miguel Angel Palazzani solicitaron ante el Juzgado Federal de Instrucción local que avanzara en la instrucción sobre Colombo por la presunta comisión de graves violaciones a los derechos humanos.

El Tribunal Oral Federal número 1 de Neuquén, no obstante, avaló al mecánico en calidad de testigo quien, el miércoles, fue indagado por las defensoras de Capella Celia Delgado y Gabriela Labat. Durante su testimonio, confirmó su participación en vuelos pero negó que durante ellos “se llevaran” detenides desaparecides con excepción de uno, que fue de Neuquén a Buenos Aires, y que ubicó en 1975. De aquel viaje también había hablado en su declaración en instrucción: lo había fechado en 1976 y había descrito a los detenidos “sin capucha, bien vestidos”.

Los hechos

Los primeros en hablar de vuelos clandestinos para trasladar personas secuestradas durante la última dictadura cívico eclesiástica militar entre Neuquén y Buenos Aires fueron los propios sobrevivientes. En sus testimonios, varies dieron cuenta de que fueron llevados desde sus lugares de detención hasta el aeropuerto de Neuquén, que allí los encapucharon y les cambiaron las esposas por sogas para atarles las manos, los subieron a un avión y los bajaron en Bahía Blanca. En sus testimonios, les sobrevivientes también referenciaron el día de esos traslados.

Otra de las pruebas recolectadas en la instrucción es el libro del aeropuerto, en cuyas planillas aparece registrada la circulación de naves según días y horarios, y responsables. Allí aparece el nombre de Capella. Las víctimas en el debate --20 en total-- fueron secuestradas entre el 9 y el 15 de junio de 1976 en el radio de Neuquén capital, Cutral Có y Zapala, Neuquén; y Cinco Saltos, Río Negro. Encerradas en diferentes comisarías y penales y reunidas en la Escuelita. 12 sobrevivieron, ocho permanecen desaparecidas.

Capella es el primer piloto del Ejército que está siendo juzgado por haber trasladado detenidos desaparecidos durante el terrorismo de Estado y el primero que puede llegar a ser condenado. Para él también este juicio es iniciático: nunca hasta ahora había sido vinculado con los crímenes de lesa humanidad de la última dictadura.

Además de él, son acusados Oscar Lorenzo Reinhold, Jorge Molina Ezcurra, Sergio Adolfo San Martín, Jorge Di Pasquale, Raúl Guglielminetti, Osvaldo Páez, Norberto Eduardo Condal y Jorge Granada. También Walter Tejada, Jorge Alberto Soza, Carlos Alberto Taffarel, Miguel Ángel Cancrini, Juan José Capella, Gerónimo Huircain y Desiderio Penchulef, policías de Neuquén, de Río Negro y federales retirados. Enfrentan acusaciones por secuestros, torturas, asesinatos --los de las ocho personas desaparecidas-- y delitos sexuales.