El Capitolio de Estados Unidos tuvo que ser evacuado este jueves por una amenaza de bomba. Según informó el jefe de policía del Capitolio, Tom Manger, el operativo comenzó luego de que un hombre estacionado con una camioneta en los alrededores del Congreso asegurara que tenía explosivos dentro del vehículo. El sospechoso, identificado como Floyd Ray Roseberry, de 49 años, se entregó a la policía tras horas de negociaciones. El recuerdo del violento asalto al Capitolio del 6 de enero, por parte de seguidores de Donald Trump, está muy vívido.
El aparente extremista de derecha, Roseberry, había estado transmitiendo en las redes sociales atacando al presidente Joe Biden y a los demócratas, hablando de una "revolución" y quejándose del gobierno de Estados Unidos y su política en Afganistán. También había afirmado que había otras cuatro bombas en Washington que serían detonadas, junto con la suya, si la policía usaba fuerza letal en su contra.
El jefe de la policía del Congreso, Thomas Manger, explicó en rueda de prensa que Roseberry, residente de Grover, un pueblo en Carolina del Norte, había estado sentado "durante varias horas" frente a la Biblioteca del Congreso en una camioneta en la que aseguraba tener explosivos. La policía y el FBI intentaron negociar con él mediante mensajes en una pizarra, y poco después de hacerle llegar un teléfono, el sospechoso se entregó. "Salió del vehículo y se rindió, y las unidades tácticas que estaban cerca lo detuvieron sin incidentes", dijo Manger.
"Sabemos que el señor Roseberry ha tenido algunas pérdidas familiares. Creo que su madre falleció recientemente. Hablamos con miembros de su familia y había otros problemas con los que estaba lidiando", añadió.