El incendio forestal que se desató el miércoles y continuó hasta la madrugada del jueves arrasó la vegetación y derrumbó casas y cabañas en Potrero de Garay y San Clemente, en el Valle de Paravachasca de Córdoba. 

Se trata de una catástrofe que no solo provocó daños materiales sino que también dejó una sensación de tristeza, amargura, dolor y bronca entre los damnificados.

Al menos 70 casas y cabañas sufrieron la quemadura total de sus estructuras, de las cuales más de 50 se encuentran dentro del complejo Potrerillo Pueblo de Montaña, una urbanización en la que los pinos ardieron en llamas.

Eldo Brussa, propietario de una de las viviendas que quedó completamente destruida, dijo que se enteró de la situación por los medios, y que ayer era imposible llegar porque “no nos dejaban pasar”.

Nos encontramos una imagen apocalíptica, cuesta creer lo que vemos, parece que pasó una guerra”, describió Brussa, quien admitió que no podía imaginar el futuro del lote arrasado por las llamas, ubicado en la montaña que antecede al Valle de Calamuchita.

Al menos 70 casas y cabañas sufrieron la quemadura total de sus construcciones.

Brussa dijo sentir “mucha tristeza, amargura y bronca”, y al ser consultado sobre si se podría haber prevenido con obras u otras acciones la propagación del fuego, sostuvo que siempre "se puede hacer algo más, pero el pino cuando agarra fuego no lo parás más”.

El intendente de Potrero de Garay, Gerardo Martínez, aclaró que “en este momento la situación se encuentra controlada y en guardia de cenizas”, aunque personal de Defensa Civil y 11 dotaciones de bomberos continúan las tareas de enfriamiento del sector.

Asimismo, lamentó lo sucedido y explicó: “Por más cortafuegos que hubiera, el fuego cruzó 12 kilómetros en 20 minutos. Se calcularon ráfagas de unos 90 km por hora, y solo lo logramos combatir en las calles”.

Martínez afirmó también compartir la “sensación de tristeza, amargura, dolor” de los vecinos, aunque dijo que "reconforta que hayan luchado para aliviar las consecuencias” del incendio.

Más de 390 efectivos entre trabajan en ambos incendios.

Por su parte, Efrain Agustinoy, desarrollista de Potrerillo Pueblo de Montaña, el sector más dañado, donde el fuego arrasó 200 hectáreas y más de 50 viviendas, aclaró que todavía no se podían establecer las causas del incendio, si se había generado en el mismo complejo o en otro lugar, aunque agregó que el juez de paz que investiga lo ocurrido certificó "la caída de una torre de EPEC” (la compañía de electricidad de la provincia mediterránea).

El director General de Defensa Civil de Córdoba, Diego Concha, por su parte informó que continúan trabajando en el lugar 390 agentes de Bomberos Voluntarios y personal del Equipo Técnico de Acción ante Catástrofes y Plan Provincial de Manejo del Fuego.

El inicio del fuego

El fuego comenzó en la mañana del miércoles, en la zona de Inti Yaco y, como consecuencia del viento, se fue extendiendo hacia la localidad de Potrero de Garay y San Clemente.

Con el correr de las horas, la preocupación se trasladó al barrio privado serrano Potrerillo, donde el fuego, que provenía de la zona de San Clemente, arrasó con casi la totalidad de las 50 viviendas que allí se alzaban, en medio de un añoso pinar.

Aviones hidrantes y helicópteros de la provincia y de la Nación fueron parte del operativo de combate, aunque vieron limitada su tarea por las condiciones climáticas.


De acuerdo con los testimonios recogidos hasta el momento, la hipótesis más probable es que, efectivamente, el fuego se haya iniciado por la caída de una torre de alta tensión, tal como ha sucedido en otras oportunidades, siniestros que se atribuyen a los intensos vientos que recorren la región. 

El foco de Calamuchita

Durante la misma jornada del miércoles se inició otro incendio en el Valle de Calamuchita, entre las localidades de Intiyaco y Athos Pampa, aparentemente "intencional”, según Marcos Zangl, jefe de bomberos de Villa General Belgrano, teniendo en cuenta el lugar y el horario (a las 6 de la mañana), hipótesis con la que concuerda el titular de Defensa Civil, quien advirtió que "ese foco empezó a la madrugada: es casi imposible que a las 6 o 7 de la mañana se inicie si no es provocado por alguien”.