“El humor es decisivo en la comunicación porque está presente en todos los ámbitos de la vida”, plantea Adrián Stoppelman, quien en septiembre dictará un curso online sobre construcción del texto humorístico. “La publicidad está repleta de ejemplos de uso del humor, en Página/12 –analiza- el humor y el sarcasmo están presentes desde su primer día de existencia, y otras publicaciones también intentan llegar a su público a través del humor”.
El curso de Stoppelman es teórico-práctico, está centrado en el humor escrito y busca dar herramientas para quienes busquen resolver un chiste en una línea o en un texto largo. Según explica, es “particularmente útil para quienes trabajan en publicidad, medios, redes sociales”. Las herramientas que propone Stoppelman, anticipa, ayudan a construir el código con el lector. “Algunas publicaciones intentan llegar a su público a través del humor y no lo logran, no entienden que si no está planteado que van a hacer un chiste, puede malinterpretarse –explica-. Pasa mucho en la política y las tapas de algunas revistas, que no les sale porque rompen su código con el lector, y ahí falla todo”.
Como el curso es online, es inevitable pensar en las redes sociales, donde las marcas se esfuerzan por acercarse a su potencial clientela y dependen de la lucidez de sus community managers para lograrlo. “Internet es como la vida misma. Pasa de todo: Twitter tiene 140 caracters, Instagram es una foto, en Facebook hay un poco más de reflexión”, plantea. “Creo que el texto largo va perdiendo adeptos a medida que baja el tiempo de atención del lector. En internet si veo que el texto es muy largo, ya abandono. Vivimos muy acelerados y no hay tiempo para eso. Además un texto largo obliga a poner en práctica muchas herramientas para sorprender al lector y hacerlo sonreír o reír. Eso también lo dificulta. En la dinámica de Internet lo corto impacta más”.
El objetivo último, anticipa Stoppelman, es “entender cómo funciona el humor”, al que compara con la magia. “El mago te muestra que en una mano no tiene nada y aparece algo de pronto, que tenía en la otra. En el humor pasa parecido: vos creés que voy para un lado y agarro para otro”.
Para Stoppelman, casi ningún tema queda fuera del tratamiento humorístico. “Depende cómo quieras encarar un tema, porque el humor es un modo de tratar las cosas. Los griegos ya ponían drama y comedia juntas. Con lo mismo vos podés hacer humor o tragedia. Y para ser reflexivo podés recurrir a la ironía o el sarcasmo, que son distintas a otras herramientas, y que muchas veces fallan, sobre todo en las redes sociales, donde falta el tono y eso puede causar el efecto contrario”.
“El humor es decisivo, al menos hasta que lo cancelen. Claro que algunas situaciones no dan para el humor, pero hasta la más complicada situación cotidiana puede soslayarse con un poco de buena onda”, propone. Las consultas e inscripción a su curso, avisa, pueden realizarse por mail a [email protected]. Porque hacer reír, saben los especialistas, es mucho trabajo.