El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, dijo este viernes que Estados Unidos "carece de autoridad moral" para seguir imponiendo sanciones, un día después de que Washington impusiera una cuarta ronda de sanciones contra funcionarios cubanos por la “violenta represión” a las protestas del mes pasado en la isla. "Rechazo persistente afán estadounidense de agredir a Cuba y a los cubanos, y de reforzar el bloqueo económico", sentenció el jefe de la diplomacia de la isla, horas después de que el gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, hiciese públicos los castigos.
Además de las sanciones del gobierno de Biden, Cuba es objeto de un bloqueo comercial por parte de Estados Unidos, el más prolongado que se conoce en la historia moderna, que fue condenado 29 veces por las Naciones Unidas y la comunidad internacional por violar el derecho internacional, este año por 184 votos a favor y dos contra: Estados Unidos e Israel.
El primer ministro cubano Manuel Marrero Cruz también criticó las sanciones estadounidenses. "Las agresiones y la hostilidad del gobierno de los Estados Unidos contra Cuba se han agudizado. La administración de Joseph Biden ha optado no sólo mantener, sino recrudecer el paquete de medidas coercitivas unilaterales contra Cuba, que el presidente Donald Trump de manera oportunista, deliberada y cruel, reforzó en plena batalla contra la COVID-19 en mi país," señaló en el portal del portal estatal cubano Granma.
Los últimos nombres en incorporarse a la lista negra de Estados Unidos este jueves fueron los de Roberto Legra, subjefe del Estado Mayor y Jefe de la Dirección de Operaciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), que durante las protestas desplegó las Tropas de Prevención (TDP), una unidad de la policía militar. Andrés Laureano González, jefe del Ejército Central, y Abelardo Jiménez, responsable de la Dirección de Establecimientos Penitenciarios.
Washington endureció su presión sobre el Gobierno cubano después de una serie de detenciones en la isla a mediados de julio, cuando se registró una movilización en contra del gobierno. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, enfatizó que su Gobierno seguirá respaldando a quienes denomina "valientes" ciudadanos cubanos que luchan en favor de mayores derechos y libertades.
En medio de una crisis económica agudizada por la pandemia y la consecuente desaparición del turismo –principal fuente de ingresos en Cuba- el 11 y 12 de julio miles de personas salieron a las calles para reclamar alimentos, y mayores libertades.
La primera serie de sanciones de Estados Unidos del gobierno de Biden se aplicaron el 22 de julio "por reprimir protestas pacíficas y prodemocráticas en Cuba", contra el titular del MinFAR, Álvaro López Miera, y la unidad antimotines Brigada Especial Nacional (BEN) del MinInt. Unos días después, Biden advirtió a La Habana que habría más sanciones "a menos que haya algún cambio drástico en Cuba".
El 30 de julio, Washington aplicó medidas financieras contra la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) y sus más altos responsables: el director, Oscar Callejas, y el subdirector, Eddy Sierra; y el 13 de agosto fue la tercera ronda, con medidas contra los llamados "Boinas rojas", y los jefes de la Dirección Política del MinInt, Romarico Vidal Sotomayor, y de la Dirección Política de la PNR, Pedro Orlando Martínez.
En aquella ocasión el canciller cubano respondió que las sanciones "reflejan la doble moral de un Gobierno acostumbrado a la manipulación y la mentira para mantener el bloqueo contra Cuba".
Las sanciones, aplicadas bajo la Ley Global Magnitsky que permite castigar a quienes hayan cometido abusos de los derechos humanos en otros países, disponen el congelamiento de cualquier propiedad en Estados Unidos y prohíbe transacciones a través del sistema financiero estadounidense.
"Washington seguirá responsabilizando a quienes permitan al Gobierno cubano perpetuar el abuso de los derechos humanos", señaló en un comunicado la directora de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro, Andrea Gacki."Las fuerzas de seguridad cubanas han detenido a más de 800 personas en respuesta a las protestas, muchas de las cuales se encuentran recluidas en régimen de 'prisión preventiva' y aún se desconoce el paradero de varias personas. Decenas de personas ya han sido condenadas a hasta un año de prisión o trabajo correccional como resultado de juicios sumarios".", denunció.
A su vez el premier cubano acusó a Estados Unidos de lanzar una campaña de desinformación para perjudicar a su gobierno. "Cuba continúa siendo objeto de difusión de informaciones falsas, que circulan en las Redes Sociales sobre una supuesta continuidad de los disturbios en el país, actos de represión y detenciones arbitrarias, de las que se han hecho eco algunos medios de la prensa internacional, de conocidas credenciales ultraderechistas. Todo ello forma parte de un esquema ensayado por los Estados Unidos contra Cuba y otros países hermanos en múltiples ocasiones," señaló.