El clan de Los Monos, realidad y leyenda, se ha convertido en una suerte de Cartel de Sinaloa argento, con sede en la ciudad de Rosario. En ese marco, su líder, Ariel Máximo “Guille” Cantero, parece alardear de las seis condenas que ya recibió y que en total suman casi 60 años de cárcel. La narrativa mediática le pronostica que con un empujoncito más de la Justicia, el jefe narco podría llegar al centenar de años de prisión con las causas que todavía tiene pendientes.
Los Monos sumaron largos años de luchas territoriales a sangre y fuego, venganzas que se cobran con balazos al portador y amenazas por la misma vía contra al menos una docena de domicilios particulares de jueces y dependencias del Poder Judicial santafesino. Sólo se mencionan algunos de la interminable cadena de delitos que se le adjudican a la banda de Los Monos.
En 2020, “Guille” fue condenado a seis años y ocho meses de prisión por coacción agravada a un juez, a quien le envió amenazas telefónicas por negarle un traslado. Su actividad delictiva seguía desde la cárcel, donde ya se encontraba, por su extensa y calificada carrera delictiva.
Su primera condena fue en el 2014, a dos años de prisión por tenencia de arma de guerra. Fue apenas el comienzo, porque el delito que le dio fama y dinero a la organización fue el narcotráfico, actividad por la cual fueron condenados su líder y seis de sus cómplices, recién en diciembre de 2015.
El descenso de la familia Cantero, asentada en el barrio La Granada de Rosario, comenzó en mayo de 2013 cuando fue asesinado su primer jefe, Claudio “El Pájaro” Cantero, 27 años, hermano biológico de “Guille” y de crianza de Ramón Ezequiel Machuca, alias “Monchi Cantero”, otro de los cerebros de la banda.
La venganza desatada por ese asesinato provocó varias muertes en los días siguientes y puso al clan en la mira del Poder Judicial, que abrió una causa por asociación ilícita.
La segunda condena contra “Guille” fue en abril de 2018, junto al resto de los cabecillas de Los Monos. El líder recibió una condena a 22 años por asociación ilícita y como autor de un homicidio. En diciembre de ese mismo año, fue sentenciado a 15 años de cárcel por narcotráfico.
En octubre de 2019, la Justicia Federal lo condenó a la pena de 10 años por ser el organizador de un secuestro extorsivo. En diciembre de ese año, le dieron otros 7 años, esta vez por tráfico de drogas. Y con ese currículum llegó a la ya señalada condena de julio de 2020, a otros 6 años y ocho meses de cárcel por amenazar a un juez. El líder del clan tiene 32 años y ahora afronta un nuevo proceso por las balaceras contra miembros del Poder Judicial.
Uno de los imputados, Leandro “Chulo” Olivera, fue detenido por la Policía Federal en un hotel del centro de Rosario. Lo acusa por las balaceras y en la investigación por el asesinato ocurrido en el casino City Center, en enero del año pasado. Para él hay un pedido de 13 años de cárcel. Los otros acusados son Leonel Fernández (pedido de 12 años de prisión) por balear la sede de Fiscalía y Damián Chávez (9 años y 6 meses) por tirar luna una granada en Lamadrid al 500.
Había otras cuatro personas acusadas en la investigación, pero aceptaron ir a juicios abreviados y ya están condenadas: Claudio "Churro" Canavo, a 17 años; Tobías Barrios, a 5 años y 6 meses; José Alberto Casillo, a 5 años y 6 meses; y Aldana Mazzeo, a 3 años.
El hombre fuerte de la banda sigue siendo “Guille” Cantero, ahora juzgado porque se supone que las amenazas fueron conducidas por él desde la cárcel. Por esa razón podría sumar una nueva condena de hasta 24 años de prisión, que podrían sumarse a los 62 años de cárcel que ya tiene acumulados. Su declaración ante los jueces, señalando desde su lugar de detención, por medios electrónicos, que contrata “sicarios” para “tirarles tiros” a los jueces, podría recibir algún tipo de sanción adicional.
Para los fiscales Matías Edery, Gastón Ávila, Miguel Moreno y Aníbal Vescovo, el líder de Los Monos empezó a planificar balaceras después de ser condenado en primera instancia a 22 años de prisión por asociación ilícita y asesinatos ocurridos en venganza por el crimen del Pájaro Cantero.
Los fiscales creen que todo comenzó cuando la Justicia Federal determinó que "Guille" Cantero debía ser sacado de la cárcel de Piñero para ser llevado a una unidad penitenciaria federal en el marco de una causa por narcotráfico conocida como "Los Patrones".