Cuando en septiembre de 2020, la AFIP reclamó ante el juez Fabian Lorenzini la declaración de nulidad de la venta del frigorífico FRIAR, por ser parte del grupo encabezado por Vicentin SAIC, el argumento del magistrado fue que debía esperarse al dictamen de una auditoría forense entonces en curso, y no "adelantarse" a los resultados de la misma. La denuncia consistía en que Vicentin había vendido FRIAR por afuera del concurso de acreedores, burlando de ese modo el derecho ded éstos de gestionar sobre el patrimonio de la concursada. El informe de auditoría se dio a conocer en el pasado mes de julio, y no sólo corrobora la denuncia de la AFIP en cuanto a la condición de sociedad "controlada por Vicentin SAIC" que presenta en los hechos económicos FRIAR, sino que deja expuesto un voluminoso entramado de transferencias con el exterior entre empresas del grupo al que FRIAR no es ajeno.
En definitiva, la venta de FRIAR a la sociedad inversora BAF Capital no sólo queda bajo sospecha sino que, explícitamente, fue realizada por afuera del concurso de acreedores y por lo tanto en perjuicio de estos últimos. La AFIP le reclamó al juez que cumpla con su obligación de cuidar el patrimonio de los acreedores y, con los elementos a la vista, prohiba que los accionistas de Vicentin "dispongan de los activos" libremente para venderlos y más, como en este caso, cuando ni siquiera ingresan a la sociedad los resultados.
Si tal era la importancia que el juez Fabian Lorenzini le adjudicaba a la Auditoría Forense, bien vale resaltar que desde hace más de un mes y medio ese informe se encuentra en sus manos y con conclusiones contundentes.
Tal como lo recuerda la presentación de la AFIP de esta semana, el informe final del Cuerpo de Auditores Forenses arranca subrayando "el perfil agresivo" que históricamente mantuvo Vicentin SAIC en el desarrollo de nuevos negocios. Especialmente a partir de 1979, cuando encara su diversificación hacia el negocio del desmote de algodòn (fundó ese año Algodonera Avellaneda), la posterior adquisición de otras firmas del rubro y la adquisición en 2004 de FRIAR (sigla de Frigorífico Regional Industrias Alimenticias Reconquista), abriendo el camino en un nuevo renglón de actividad.
También recuerda el informe que entre 2014 y 2017 se produjo una reorganización del grupo de compañìas controladas por las familias accionistas de Vicentin, "la cual consistió en separar el negocio principal de procesamiento y comercialización de granos, que opera Vicentin SAIC, respecto de aquellos negocios secundarios correspondientes al sector cárnico, frigorífico, lácteo, vitivinícola y otros".
El capítulo Uruguay
Esta separación se realizó a través de la transferencia del control de las acciones de estas últimas compañías a dos sociedades constituidas enUruguay: VFG Inversiones y Actividades Especiales S.A. e Industria Agroalimentaria Latam S.A. Ambas, a su vez, controladas por una sociedad holding, Vicentín Family Group, también constituida en Uruguay, cuyos accionistas, en su mayoría, coinciden con los de Vicentín SAIC.
El informe de los auditores forenses también describe la relación entre Vicentin SAIC (la empresa madre del grupo, la concursada) y las firmas secundarias, a partir de 2017 en manos del conglomerado de sociedades uruguayas.
"La Concursada se relaciona con un ecosistema de empresas vinculadas, que
implicó la inversión en negocios deficitarios que aspiraron capital de trabajo
durante años", describe el informe. "Existía un complejo entramado
de transacciones entre las entidades secundarias y Vicentin SAIC y Vicentin Uruguay , incluso entre las propias empresas secundarias, según surge del universo de transferencias informadas".
Este "complejo entramado" es explicado en el informe con los siguientes ejemplos.
"Cuando Vicentin necesitaba
fondos, recurría a estas personas jurídicas relacionadas que tenían líneas de crédito
abierto que la propia Vicentin afianzaba (garantizaba). Algunas empresas no principales (non core) parecen
cumplir una doble función de proveedores de bienes o servicios, mientras que al
mismo tiempo funcionarían como prestamistas de unos créditos tomados con
terceras entidades, algunos garantizados por la propia Concursada".
"Estos financiamientos eran respaldados por facturas comerciales, por supuestos bienes o servicios adquiridos por la
Concursada, de los cuales no hemos podido analizar que correspondan con valores
de mercado razonables". Es decir, Vicentin declaraba deberles plata a las empresas, por facturas a cobrar que dichas empresas presentaban como garantìa de los créditos. Y no se trataba de montos menores. "Entre
noviembre de 2016 y diciembre de 2019, se emitieron Órdenes de Pago a empresas
Non-Core por USD 1.169 millones", declara el informe de auditoría.
En su nueva presentación ante el juez Lorenzini, la AFIP señala al respecto que " de todo ello, resulta evidente que el abuso de la personalidad jurídica, que se ha venido señalando ya desde hace un año, no ha sido más que confirmado por la Auditoría".
El caso FRIAR
El informe de los auditores forenses incluye el caso de la transferencia del 99% del capital del frigorífico FRIAR en el capítulo de "Otros manejos discrecionales". En la maniobra que desemboca en la entrega del control de FRIAR a una sociedad inversora como pago de una deuda anterior involucra a las sociedades uruguayas VFG Inversiones, Industria Agroalimentaria Latam (ambas controladas por Vicentin Family Group, tambièn de Uruguay) y Nacadie, cuyas acciones están a nombre de la sociedad panameña Swass International Corporation S.A. El detalle es que su beneficiario final y representante sería Patricio Coghlan, quien aparece como directivo de otras empresas del Grupo Vicentin y además dio como domicilio en Argentina, nada menos que la sede de Vicentin en la ciudad santafesina de Avellaneda.
La compleja trama de operaciones que relata la Auditoría Forense pareciera indicar que a Nacadie pertenecía, en septiembre de 2018 (según actas y documentación revisada) el 99% de las acciones de FRIAR, empresa que tenía una deuda financiera de u$s 10 millones más los intereses. Por acta del 5 de agosto de 2020, las acciones de FRIAR pasan a poder de VFG Inversiones, que una semana después, el 12 de agosto, le cede el control del frigorífico a la sociedad inversora BAF Capital, presunta acreedora del préstamo señalado. La operación es descripta en el informe de Auditoría como "presunta dación en pago".
La presentación de la AFIP al juez del concurso concluye que, "de todo ello, resulta evidente que el informe final de la Auditoría confirma lo que ha venido denunciando y sosteniendo éste acreedor desde que se formuló el pedido original en fecha 4 de septiembre de 2020, respecto a que no sólo se verificó la venta de la mayoría del paquete accionario de FRIAR cuya titularidad detentaban VFG y Nacadie S.A", sino que además queda claro:
"Que FRIAR es una sociedad controlada por la concursada y que sus activos se confunden con la de su controlante Vicentin; que las firmas VFG y Nacadie SA componen un conjunto económico con la concursada y que existen relaciones entre VFG y los accionistas mayoritarios de Vicentin".
Apunta finalmente que el informa tambien avala "las diversas irregularidades que realizó la concursada en torno a la enajenación de FRIAR", en virtud de todo lo cual "solicitamos se arbitren las medidas necesarias para limitar e impedir la disposición de activos que pudieran corresponder a la concursada según las conclusiones a las que arribó la Auditoría Forense, y en esta línea, y de manera general, se disponga inhibición general de bienes para todas las empresas del grupo Vicentin".