Desde Roma
Pese al pesimismo de algunos familiares y abogados de las víctimas italianas del trágico Plan Cóndor, que tuvieron que luchar y esperar más de 22 años para que la justicia italiana emitiera en julio pasado una condena definitiva contra 14 de los acusados (3 chilenos y 11 uruguayos), Italia dio un gran paso que se conoció este fin de semana, pidiendo oficialmente a Chile el arresto provisorio y la extradición de tres militares condenados a cadena perpetua en Italia y que viven en libertad en Chile. En efecto, la ministra de Justicia de Italia, Marta Cartabia, firmó ese pedido que fue enviado a la embajada italiana en Santiago. Se trata del coronel Rafael Ahumada Valderrama, el suboficial Orlando Moreno Vásquez y el brigadier Manuel Vásquez Chauan (foto).
Las coordinación entre las dictaduras latinoamericanas de Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay y Perú, hizo del Plan Cóndor uno de los más trágicos acuerdos multilaterales de la historia latinoamericana. Los servicios secretos de cada país no sólo intercambiaban información con los otros miembros del Plan Cóndor (y según algunas fuentes también con la CIA de Estados Unidos) sino que se ayudaban para encontrar a sus ciudadanos que perseguidos habían escapado de un país a otro. Los militares de un país podían entrar clandestinamente en otro, llevándose a los que secuestraban a un tercer país o al propio pero sin dar información alguna a los familiares. Los secuestrados generalmente eran llevados a centros clandestinos de detención, torturados, asesinados y enterrados en lugares distantes o tumbas comunes o tirados semidopados desde aviones militares al río de La Plata o al Atlántico. Los perseguidos no necesariamente eran guerrilleros o comunistas aunque eran acusados de serlo por el simple hecho de oponerse a las dictadura del propio país.
El pedido de la ministra Cartabia es el primero referido a los represores condenados en Italia por el Plan Cóndor. Se espera ver cuál será la respuesta de la justicia y del gobierno chileno, no muy propenso en general a extraditar a sus ciudadanos. En 2013, en efecto, Francia había pedido la extradición de otros militares condenados pero la justicia chilena la negó.
El 9 de julio pasado se conoció la sentencia definitiva de la Corte Suprema italiana contra los 14 militares y torturadores del Plan Condor, por la desaparición y muerte de 41 ciudadanos de origen italiano (cuatro chilenos secuestrados en Chile, once uruguayos secuestrados en Argentina y seis argentinos secuestrados en Argentina, Bolivia, Paraguay y Brasil, más 20 uruguayos secuestrados en Argentina pero atribuidos sólo a Néstor Troccoli, miembro del servicio de inteligencia de la marina uruguaya que teniendo pasaporte italiano escapó a Italia pero ahora ya está en la cárcel).
Las condenas (por la desparición de dos ciudadanos de origen italiano) de los tres chilenos de los que se ha pedido la extradición, no estuvieron incluidas en la sentencia de la Corte Suprema porque - como se informó el 4 de julio- en la segunda de las tres instancias que tiene la justicia italiana, la Corte de Apelaciones, ya habían sido condenados a cadena perpetua y esas sentencias se hicieron automáticamente definitivas porque sus abogados nunca apelaron ante la Corte Suprema. Por que esta sentencia fue emitida en 2019 y los abogados no apelaron, el procedimiento de pedido de arresto provisorio y de extradición pudo ser emitido un poco más rápidamente, ya que se requieren numerosos trámites y pasos burocráticos para poder llevarlos a cabo. Se supone que la justicia italiana pedirá el arresto provisorio y la extradición de otros de los condenados, sobre todo si viven en libertad en los respectivos países . Aunque también, si por ejemplo no existen acuerdos bilaterales que permitan la extradición, podría pedir que los condenados en Italia al menos sean juzgados en sus respectivos países.
Las culpas de los tres militares chilenos
Los tres militares chilenos fueron condenados por la desaparición y muerte de dos ciudadanos chilenos de origen italiano, Juan José Montiglio y Omar Venturelli. Según las leyes italianas, aunque hayan nacido en otros países, los descendientes de italianos son considerados también ellos italianos. Montiglio era militante del Partido Socialista, miembro de la Guardia Presidencial conocida como GAP (Grupo de Amigos Personales del presidente), que fue detenido el 11 de septiembre de 1973 en el Palacio presidencial de La Moneda. Montiglio había sido un estudiante de biología que después se haber sido adiestrado en Cuba había entrado a formar parte del GAP. Montiglio estuvo junto al presidente Allende hasta el último momento, es decir, hasta que fue asesinado, el día del golpe de Estado orquestado por Augusto Pinochet, el 11 de setiemrbe de 1973. Montiglio fue llevado por los militares a un cuartel donde lo obligaron a escavar la propia fosa y lo fusilaron. Al parecer después tiraron allí una granada para que no quedaran rastros.
Venturelli, ex sacerdote condenado a divinis por el obispo local porque ayudaba a los mapuches a reocupar sus tierras, enseñó en la Universidad Católica de Temuco. Fue miembro del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR). El 25 de septiembre de 1973 se presentó voluntariamente ante el regimiento Tucapel de Temuco, donde había sido citado. Al día siguiente fue trasladado a la Cárcel Pública de esa ciudad, donde fue visto con vida hasta el 10 de Octubre, fecha en la que se presume que fue asesinado y hecho desaparecer.
Los tres militares chilenos tienen varias causas abiertas en Chile pero los tres están en libertad aunque no pueden salir del país, según explicó la abogada uruguaya Analía Banfi, residente en Washington donde es investigadora de la Comisión Latinoamericana de Derechos Humanos. Durante un zoom en ocasión de la condena a los tres chilenos organizado en julio pasado por 24marzo.it (la organización de derechos humanos que ha llevado adelante los procesos contra los militares latinoamericanos en Italia), la abogada contó que Ahumada Valderrama tiene en Chile una condena de primera instancia por dos uruguayos desaparecidos en Chile.
María Paz Venturelli, hija de Omar Venturelli, que vive en Italia, agradeció a 24marzo.it y a los abogados todos sus esfuerzos porque se movieron “cuando a nadie le interesaba nada del juicio Condor”, dijo en el zoom. “Pero todavía estamos en camino. Esta sentencia es una cosa importante pero es una pequeñísima parte en comparación con todo el mal que estos personajes hicieron a lo largo de su carrera”. Ella y su madre, pocos días después de la desaparición del padre, se refugiaron en la embajada italiana en Santiago y vinieron a vivir a Italia. Su madre, fallecida en 2012, empezó a trabajar por abrir un proceso en Italia en la década del 1990.