Este martes quedará constituido en Santa Fe el jurado de enjuiciamiento encargado de decidir el futuro del juez Rodolfo Mingarini, quien provocó un escándalo nacional cuando decidió dejar libre a un acusado de violación porque usó preservativo. Las organizaciones feministas se autoconvocaron a una movilización para exigirle a la Corte Suprema de la provincia que destituya al magistrado, quien fue desplazado del cargo que desempeñaba, pero ahora se desempaña como Juez de Ejecución Penal. “No alcanza con que su escandaloso fallo haya sido revocado, lo que corresponde es la destitución”.

La postura de las organizaciones feministas de Santa Fe fue expresado a Página/12 por la abogada feminista Paula Condrac, del colectivo feminista NiUnaMenos en la provincia y de la Multisectorial de las Mujeres. “Lo que creemos es que hay elementos para su destitución”. Por otro lado, cuestionan que esté en funciones como juez de Ejecución Penal. Recordaron el caso del magistrado Carlos Rossi, de Gualeguaychú, Entre Ríos, que dejó libre al femicida de Micaela García, a pesar de las advertencias para que no lo hiciera.

Se anunció oficialmente que este martes. a las 11, se constituye el Jurado de Enjuiciamiento, integrado por los seis miembros de la Corte Suprema santafecina; el diputado provincial Maximiliano Pullaro, ex ministro de Seguridad del Socialismo local; el senador Armando Traferri, investigado por su presunta vinculación con una organización dedicada al juego ilegal, más dos integrantes de Colegios de Abogados, uno de Reconquista y el otro de la ciudad de Rafaela.

La acusación contra Mingarini fue presentada por la Procuración General de Santa Fe, cuyo titular es Jorge Alberto Barraguirre. Lo hizo luego de un planteo realizado por 20 legisladoras provinciales. La reunión de este martes es para resolver si se le da admisibilidad formal a la denuncia formulada por el procurador.

La importancia de la reunión motivó la autoconvocatoria a una movilización por parte de las organizaciones feministas santafesinas, entre ellas la Mesa NiUnaMesos, la Multisectorial de Mujeres y Mujeres por la Paridad. El temor es que la Corte provincial decida, como en ocasiones anteriores, no hacer lugar al juzgamiento de magistrados.

Las organizaciones feministas reclaman la destitución del juez Rodolfo Mingarini y que no se limite solo a condenar el fallo, que ya fue revocado por el camarista Fernando Gentile Bresano. En este sentido, la abogada Paula Condrac le recordó a este diario que “la Corte dice, y es verdad, que el contenido del fallo lo revisan las cámaras, lo anulan o lo ratifican, con lo cual el error del magistrado no es susceptible de ser llevado a jury”. En esos casos anteriores, la Corte determinó que los magistrados cuestionados pasaran a realizar tareas administrativas. Lo que piensan las organizaciones feministas es que eso “no es un castigo, es un premio”.

“Lo que se está reclamando desde la organización es la destitución del juez Mingarini, porque hay razonas para la destitución, más allá del contenido del fallo, que denota una carencia absoluta de perspectiva de género y que, además, alienta a la cultura de la violación”. Como ya se dijo, el juez cuestionado decidió dejar en libertad a un hombre acusado de violación, en contra de la evidencia que lo imputaba, porque había usado un preservativo durante el acto delictivo.

“No puedo relacionar ni entrar en la lógica de colocarse el profiláctico para tener esta relación cuando tiene que estar sometiendo a la víctima”, fue la frase de Mingarini para revictimizar a la mujer que había denunciado al violador.

“Lo que nosotras decimos es que el fallo de Mingarini tiene el efecto contrario a lo que ocurrió con Thelma Fardin, porque con el fallo de Thelma las mujeres se animaron a denunciar y ahora es al revés”. Condrac explicó que el fallo de Mingarini “le exige a la mujer que sea la víctima perfecta, la heroína magistral, ejemplar y que se defienda hasta el último aliento”. El juez daba a entender que la víctima no se había resistido lo suficiente, como si eso fuera posible ante el ataque de un abusador que busca someter por el miedo. “Qué mujer puede dar ese paso, resistirse hasta el último aliento”, señaló Condrac. Agregó que el juez “a su vez alienta a los hombres a usar preservativos en una violación porque entonces ya no es una violación, una postura que se pone por encima y desconoce el Código Penal”.

--Ante un hecho de violencia extrema, y sobre todo de una violación, las víctimas reaccionan como pueden --le comentó Página/12,

--Por supuesto, y el nivel de la reacción que tenga la víctima no disminuye la gravedad del delito ni lo atenúa de ninguna forma.

Mingarini, a partir de la sanción y hasta que se resuelva el pedido de jury de enjuiciamiento, es otro motivo de preocupación para el colectivo de mujeres. Hoy se desempeña como juez de Ejecución Penal, de manera que puede llegar a commutar penas, otorgar beneficios a los condenados. “Es el mismo lugar que ocupaba el juez (Carlos) Ross, quien en contra de los dictámenes de las trabajadoras sociales deja libre a (Sebastián) Wagner y en esa libertad Wagner se convierte en el femicida de Micaela García, es decir que ese es el lugar menos apropiado” para alguien con los antecedentes del juez Mingarini. “Es muy tremendo lo que pasa, porque la función social de un juez y de la Justicia es imanar el conflicto, es atraerlo para resolverlo en los términos de la ley para devolverlo resuelto a la sociedad, mientras que Mingarini, lejos de eso, irradia el conflicto y arma un escándalo nacional”. En ese contexto, “las mujeres no van a denunciar, porque van a tener más miedo a Mingarini que a los abusadores y a los femicidas”. Por esa razón, las mujeres se movilizan este martes para reclamar la destitución del juez Mingarini.