La comunidad wichí Santa Victoria 2, ubicada en el departamento Rivadavia, presentó el primer libro de poesía bilingüe, Lha Hä Watsancheyäj / Nuestra naturaleza verde sostenida, que reúne las lenguas wichí y castellana. El libro se concretó en el marco de un intercambio poético intercultural, ganador de la beca a la creación del Fondo Nacional de las Artes en Letras, con apoyo de la Fundación Cultural Cebil.
Además del ejemplar de poemas, la comunidad también presentó formalmente el sello Ediciones del Centro Cultural Tewok, la primera editorial wichí de la provincia.
Karina Mendoza, una de las poetas que participa del libro, contó a Salta/12 que toda la comunidad, ubicada en jurisdicción del municipio de Santa Victoria Este, está muy contenta con este resultado. En un trabajo autogestionado que vienen realizando desde hace años, esta vez se decidieron por la escritura con el fin de "rescatar los valores ancestrales originarios de la zona".
Aseguró que la publicación es una forma de "hacer ver que nosotros existimos y valoramos la cultura y la naturaleza que nos rodea". Junto a Mendoza, que es docente intercultural bilingüe, también trabajaron las poetas Katés Mendoza, Candela Mendoza, Evita Mendoza, Hokinaj Mendoza y el joven Sebastián Mendoza.
Son maestros bilingües, estudiantes secundarios y terciarios del Instituto de Educación Superior 6050, en el Profesorado de Letras. Se suman artistas que guardan el legado de Isabel Ruarte y Tiluk Mendoza, cacique y chamán de esa comunidad y fundador del Centro Cultural Tewok, en 2005.
Tiluk señaló la importancia de la cultura ancestral como camino para la revindicación de los derechos del Pueblo Wichí. Toda la producción literaria se pudo concretar porque la comunidad aceptó la propuesta de los poetas y editores urbanos Ricardo Piña, Celeste Diéguez y Verónica Ardanaz.
Así fue que el 17 de agosto el libro tuvo su primera presentación en el Centro Cultural, organizada por la Unión Autónoma de Comunidades originarias del Pilcomayo (UACOP). Allí se contó con la presencia de numerosos representantes de comunidades originarias de la zona, quienes se manifestaron sobre la importancia del libro y la expresión poética para la cultura y lengua originaria.
La inclusión de los dos idiomas se dio con la intención de "rescatar la cultura autóctona" de la comunidad, ya que ven que "se está perdiendo mucho", sostuvo Karina Mendoza. Es por eso que decidieron expresarla por medio de las letras para dejar de manifiesto "lo que vemos".
Los poemas del libro guardan una profunda vinculación con la naturaleza. Y contienen también una fuerte denuncia sobre lo que sucede en los territorios wichís. "Nos pone triste al ver como la naturaleza se está acabando por los desmontes y los incendios que muchas veces son provocados por el propio hombre", denunció la docente.
Aseguró que se está pidiendo "a gritos" que las personas tomen consciencia de la importancia del cuidado de los bienes naturales como los árboles y el agua. "Expresamos lo que sentimos desde lo profundo del corazón porque queremos que nos valoren y nos duele el desmonte que se hace y nos destruye cada vez", afirmó.
En su caso, es autora del poema Mi alma grita. Entendió que un árbol bien puede reflejar a una mujer. "Si el árbol es cortado, no lo dejan crecer y no se ve que es importante porque alimenta a las personas y animales", precisó. Dijo sentirse identificada con el árbol, pues muchas veces las mujeres no son valoradas. "A veces la mujer necesita del amor y el cariño", pero en contraposición "vemos como son asesinadas y secuestradas". "La mujer es como el árbol, si se le da el amor y el cuidado, puede crecer".
El máximo tesoro
Es la lengua wichí el máximo tesoro de este Pueblo y es por eso que la decisión de crear un libro bilingüe se tomó para que se siga transmitiendo a las próximas generaciones. Todo el trabajo de elaboración se viene haciendo desde antes de la pandemia, y en él también participaron ancianos de la comunidad, que dieron su aprobación primero y luego se mostraron contentos con el resultado.
Para ello se realizaron talleres de escritura poética, traducción y realización de libros cartoneros, como también numerosas actividades de diálogo intercultural, algunas de las cuales tuvieron como protagonista el espacio sagrado del río Pilcomayo y el salón del Centro Cultural Tewok.
Para Ardanaz, que lleva más de 20 años acompañando a la comunidad, el diálogo de las culturas se logró por la unión y el amor a la poesía. Aseguró que el idioma wichí es una "lengua naturalmente poética", y lo mismo se traduce en las relaciones propias de los miembros del lugar. "Existe un vínculo impresionante y un lenguaje natural y poético con la naturaleza y las propias personas", señaló.
El libro cuenta con el prólogo y las traducciones del cacique de la comunidad, Tichil Mendoza; el presidente de la cultura, Lutsej Mendoza; y el guardían del monte, Mawó Mendoza. Mientras que el arte de tapa y diseño es de la artista Katés Mendoza.
La escritora salteña resaltó el "profundo trabajo de traducción" que se hizo en todo el proceso. Contó que fueron varios días de elaboración, los traductores destinaban horas de las madrugadas para debatir sobre el significado de una palabra, ya que había distintos usos en la lengua madre. "Su lengua es su máximo tesoro" y es por eso que este libro "tiene un tremendo valor", expresó Ardanaz.
En ese sentido, aseguró que hablar de interculturalidad es hablar de algo mucho más amplio que sólo reiterar el acceso de los pueblos originarios al estado de derecho. Sostuvo que la cultura originaria es un gran tesoro para el país y eso implica que la lengua y cultura wichí se enseñen en todo el país.
"Esa interculturalidad debe expandirse" para lograr otra mirada del mundo, que tiene como eje el diálogo con la naturaleza, y que también permitiría revalorizar la plurinacionalidad.
Un mensaje propio
Además del libro, pudo gestarse el primer sello indígena de la provincia: Ediciones del Centro Cultural Tewok. Se trata de una edición cartonera, autogestiva y ecológica, que persigue la realización de más libros, para dar cuenta de la riqueza de la palabra, pensamiento y cultura wichí.
Karina Mendoza contó que con la editorial ya lograron crear su "propio espacio", que dista mucho de las recurrentes visitas que tienen de personas ajenas al pueblo, pero que van en la búsqueda de entender cómo es la cultura wichí. "No estoy en contra de la gente que viene a la comunidad, pero con esto nosotros tenemos algo propio, nuevo y que no siempre se logra en estos lugares", explicó.
Indicó que en este sello podrán plasmar sus propios análisis, crear libremente y valorar cada escritura que produzcan. Incluso ya piensan en futuras producciones vinculadas a la salud, la espiritualidad, las mujeres, la naturaleza e incluso el humor wichí. Con el primer libro ya en venta, reconocen que están "en el comienzo de un largo camino". "El libro es un tesoro porque es para que quede en el corazón", dijo.
Dar cumplimiento a la ley
El 18 de agosto se hizo una segunda presentación del libro. Esta vez fue en el Instituto de Educación Superior 6050, de Santa Victoria Este. Allí estuvieron autoridades educativas y de la Comunidad de Santa Victoria 2.
La acción pudo concretarse por la disposición de la Coordinación de la Modalidad de Educación Intercultural Bilingüe (EIB), del Ministerio de Educación de Salta. Su coodinador, Álvaro Guaymás, destacó a Salta/12 la importancia del libro, ya que da a conocer la literatura wichí a partir de sus propios hablantes, que demuestran su cosmovisión y los modos de conocimiento.
"Este libro hace un aporte al campo de la educación intercultural", señaló Guaymás. Y sobre todo, da cumplimiento a la Ley provincial N° 8253, que promueve el conocimiento y salvaguarda de la lengua wichí, y el reconocimiento del alfabeto unificado wichí Lhämtes, con el fin de propiciar la diversidad cultural y lingüística en el territorio de la provincia de Salta. Esa ley fue sancionada en mayo de este año.
Guaymás aseguró que esta creación pone en práctica la legislación vigente, también implica un reconocimiento al pueblo y genera un material educativo nuevo. Sostuvo que la actividad que pudieron desarrollar con la comunidad se enmarca en una línea de trabajo que vienen realizando desde la Coordinación con el "objetivo de promover y dar a conocer la literatura de los pueblos indígenas en el sistema educativo".