Si bien "Rosario siempre estuvo cerca", tal como cantó Fito Páez hace un cuarto de siglo, pocos esperaban en la post cuarentena que uno de los batacazos discográficos de 2021 viniera de ahí. El 16 de abril, Gladyson Panther lanzó en las plataformas digitales su tercer álbum de estudio, un trabajo cuyo título versa sobre el presente y el futuro. Pero donde pareciera que el pasado no existe axiomáticamente. Se cuela inadvertido.
"El pasado es algo que me mambea", reconoce el cantautor de 19 años. "En 2019 creía que era un genio, pero era un pelotudo. Siempre que siento que evoluciono, lo que hice antes me parece horrible. Soy más del presente. Aunque me hubiera encantado conocer Cemento." Y justamente Pop del Futuro y del Presente se llama lo nuevo de Gladyson Panther, un trabajo en el que sostiene su temperamento provocador.
A diferencia de los discos que lo preceden, en este puñado de canciones el músico se hace cargo de las consecuencias de su desfachatez. "Antes tenía un desparpajo más natural", explica. "Soy fanático del punk, y hay cosas que me salen muy provocadoras. No sé cómo no me cagaron a piñas, porque decía lo que pensaba sin impunidad. Hoy creo que soy más consciente de lo que digo y hago. Pero sigo siendo impulsivo", comenta este adepto al punk latinoamericano de los '90.
► El rocanrol y la paja
Gladyson Panther descubrió la música gracias a sus padres, quienes curtían el rock argentino. Especialmente la movida rolinga. "Eso fue lo que me marcó", revela. "Mi primer recital fue uno de Intoxicados, luego de haber cumplido los cuatro años." Acerca de Pity, quien desde 2018 está recluido en el pabellón psiquiátrico del penal de Ezeiza, acusado de homicidio, el rosarino dice: "Lo que me pone más triste es la forma en que la sociedad deja de lado a la gente que tiene problemas con las adicciones. Algo similar me sucedió con Chano, de quien también soy fan".
En 2018, un par de meses luego de la aparición de su disco debut, Rocanrol, Gladyson le confesó a su amigo y colega Lichi que nadie tenía la misma ambición que él. "Fue un poco raro lo que dije en esa entrevista, pero sigo estando de acuerdo", sostiene. "Tenía 15 años, y no había nada más en mi vida. Ahora soy más grande, y tengo que trabajar y hacer otras cosas. Sigo teniendo una ambición grande, pero el compromiso con el arte es diferente. Un poco más profundo, tal vez."
--Cuando hacés música, ¿pensás en el legado?
--Pienso mucho en lo que quiero dejar cuando no esté más en este mundo. Si bien no espero lo mismo del resto, me parece que los artistas tenemos que empezar a darle más atención e importancia al compromiso con la obra.
--¿Cómo generás esa coherencia?
--Lo que conecta todo son las letras. Son una foto del momento. Escucho un tema y me acuerdo de lo que pasaba. Al final es un registro de mi vida, y supongo que de la de cualquier joven rosarino. Cuando comencé a escribir, lo hice sobre personajes que abarcaran lo social. Pero me pasaron cosas y puse el foco en mí. Hoy en día me da paja cantar de lo que pasa afuera.
► Desenamorado del dolor
Dos años antes de sacar su nuevo álbum, Santino se estrenaba en el mundo literario con el fanzine Creo que estoy enamorado del dolor: compilado de letras de sus canciones donde el artista, sin banda de sonido de fondo, vomitaba existencialismo. "No sé por qué flasheaba eso", reflexiona. "Me avergüenza escuchar mis canciones viejas. Soy de una generación muy apegada al dolor, a la tristeza y a toda esa cultura. Creo que todo eso está muy influenciado por (Kurt) Cobain, su poesía y su manera de escribir las cosas."
--Pero tu generación estableció su orden mucho más allá de esa oscuridad.
--Es una cosa muy loca. Uno no se da cuenta de lo que tiene. Nuestra generación es de las más increíbles y poderosas. Estamos cambiando al mundo. Soy consciente de eso. Está bueno estar vivo, y poder hacer cosas. Nunca me faltó nada.
Pop del Futuro y del Presente es también un disco atravesado por el trap. Aunque, al momento de hacerlo, también estuvo escuchando al rapero español Roju, Crystal Castles, Brokhampton y más artistas que aparecen en una playlist que subió a Spotify sobre las influencias que volcó en este material. "Desde el principio me planteé hacer un disco catártico y al mismo tiempo incómodo, para generar una escucha distinta", reconoce. "Es sumergirse en un mundo alternativo. Escuchás temas pop, pero en realidad son trap. Hoy el pop del mainstream es el trap."
--¿El trap no era el punk de esta época?
--Es un género al que creo que le queda un montón. Lo entiendo como una estética que puede estar atravesada por el artista. No es lo mismo escuchar un tema de Khea, que para mí es pop con elementos de trap, que a Dillom, que es más agresivo.
--Tus nuevos singles, 2021 y Mil hits, no tienen nada del trap.
--Cero… Hago 70 canciones por mes.
► Una foto de la movida
Con la pandemia, Gladyson no vio a nadie. Y con Lusio, amigo y coproductor del disco, empezaron a hacer temas por videollamada para distraerse. "Quería algo más propio y disruptivo. Así me sacaba de encima la etiqueta indie. También quería que fuera actual, que lo pongas dentro de 20 años y suene a 2021. Ese momento que vivimos fue una mierda, y eso se ve reflejado en cómo suena."
--Otro rasgo del disco es que los 12 temas tienen featurings.
--Si entrás a mi Spotify, todos los temas en los que colaboré son de 2020 y 2021 porque me encanta hacer cosas con otra gente. Lo loco es que nadie se movió de su casa para hacer este disco, y eso habla mucho de esta época.
Apenas se asomó en la escena, los forasteros que frecuentaron Rosario se apuraron a decir que Gladyson Panther era el nuevo Simón Poxyran. "Siempre me dio risa la comparación", afirma. "Es como un ciclo sin fin, porque a él lo compraron con el Pity, y quizá en dos años a alguien lo comparen conmigo. Obviamente, él abrió las puertas para que un montón de personas pudiéramos hacer las cosas de forma distinta."
--Lo suyo fue instantáneo, ¿lo tuyo va más tranquilo?
--Creo que lo mío dará frutos a largo plazo. Apunto a eso. Hay artistas a los que les gusta ser under, pero no quiero eso. En algún momento, alguien abrirá los ojos. Generalmente es así. Aproveché el disco para mostrar la cantidad de artistas que hay en Rosario, y lo diverso de todo. Es la foto de una movida.
--A propósito del título de tu disco, ¿cómo ves el futuro?
--Lo veo lindo, me emociona pensar en él. Vengo embalado, y pocas cosas pueden hacer que pare. Me interesa profesionalizar todo desde el principio, por las dudas.