Después de medio siglo sin sindicalización, la multinacional Dow Chemical radicada en Puerto San Martín, Santa Fe, en el corazón del cordón industrial, mantuvo a su personal alejado del sindicato natural el SOEPU (Sindicato de Obreros Petroquímicos Unidos).
Finalmente en el año 12, tras largas negociaciones, se permitió la afiliación y pertenecen al combativo SOEPU que supieron conducir, entre otros, el “Flaco” Néstor Moglia, el “Negro” Ernesto Sosa y el “Gringo” José Luis Poles. Mauricio Brizuela, sucesor de aquellas luchas, hoy enfrenta la amenaza concreta del cierre definitivo de la única planta productora de poliuretano del país. La Resistencia ya está en marcha. El personal de planta lleva varios días con las tareas paralizadas y la CGT de San Lorenzo realizará un plenario en las puertas de fábrica de donde saldrá un plan de lucha sostenido con alto impacto en el polo agroexportador que a su vez está con grandes dificultades logísticas producto de la bajante del Paraná.
La crisis del 2001 penetró en el espacio antisindical blindado de Dow Chemical y sus trabajadores tercerizados primero a través de un invento novedoso como fue el COPA, una especie de sindicato de precarizados, que negociaba a través de la CGT San Lorenzo pisos salariales para todo el universo de trabajadores llamados “indirectos”. Esto llegó a los trabajadores directos de la trasnacional americana y sus propios trabajadores se afiliaron masivamente al SOEPU.
Mauricio Brizuela, al frente de la resistencia en defensa de la fuente de trabajo, convoca a un plenario para la semana entrante en la puerta de la fábrica con el apoyo de la combativa CGT de San Lorenzo.
Un pormenorizado estudio relizado por expertos, alerta del impacto económico del cierre de la planta sobre la actividad industrial y afirma que tendrá consecuencias directas sobre varias ramas de la producción. Tendrán problemas la industria colchonera (para la fabricación de la goma espuma y derivados). La industria farmacéutica (poliol flexible para obtener comprimidos). La industria automotriz (filtros de aire, paragolpes, butacas, interiores, fluidos, etc.). La industria de la refrigeración (cañerías, aislantes, etc.). La industria de electrodomésticos (paneles térmicos, aislantes, etc.). La industria de la construcción (aislantes para techos, panelería, aberturas, cañerías, revestimientos, sellantes, etc.). La industria del calzado (suelas y compuestos para todo tipo de calzados). La industria de la pintura (solventes, diluyentes, thinner, etc.). La industria de la minería (agentes de flotación, separación de minerales, etc.).
El texto del documento del sindicato asegura además:
A. "El cierre de la planta de Dow en PGSM es un problema que afecta a todos los argentinos, por lo que requiere de la participación activa de todos los sectores para lograr solucionarlo”.
B. “El sostenimiento de la actividad productiva de la planta de Dow en PGSM es totalmente factible, desde el punto de vista jurídico, administrativo, técnico, económico y financiero”.
C. “Existen herramientas legales y antecedentes jurídicos suficientes para lograr el sostenimiento de la actividad fabril en PGSM sin necesidad de llegar a conflictos graves e irreversibles, como puede ser el deterioro de la planta, el cierre de los mercados o la pérdida de capital”.
D. “El mantenimiento de la actividad productiva de la planta de PGSM con una mirada nacional estratégica, integrando otros sectores clave de origen nacional, genera innumerables beneficios y oportunidades, entre las que se menciona:
Incorporar valor a las materias primas de origen nacional;
Expandir la oferta agregada eludiendo el problema de la restricción externa;
Desacoplar la dinámica de precios internos (inflación) de la demanda externa;
Incrementar la capacidad manufacturera del país en forma competitiva;
Generar divisas mediante la colocación de productos derivados;
Liberar divisas mediante la sustitución de importaciones actuales;
Evitar la destrucción de capital, pérdida de conocimiento técnico y tecnología aplicada, útil y necesaria para sostener el proceso de innovación productiva;
Evitar aumentar el desempleo y la pobreza, lo que lleva a incrementar el gasto social derivado del cierre de establecimientos productivos y la fragilidad fiscal que ello implica;
Independizar la estrategia de crecimiento industrial argentino de las decisiones externas, y del flujo internacional de capitales; entre otras tantas ventajas”.
Para el gobierno de Omar Perotti el desafío es el mismo que presentó Vicentín cuando el gobierno intentó expropiarla. El ministro de la Producción Daniel Costamagna ya alertó sobre la dificultad de modificar una decisión de esta naturaleza tomada por una multinacional. Los trabajadores del cordón resistirán el cierre. Esa es la única certeza.