Cómo mueren las reinas 6 puntos
Argentina, 2021
Dirección: Lucas Turturro.
Guion: Constanza Boquet.
Duración: 83 minutos.
Intérpretes: Malena Filmus, Lola Abraldes, Franco Rizzaro, Umbra Colombo.
Estreno en salas y en la plataforma CineAr Play.
La primera película de ficción del (hasta ahora) documentalista Lucas Turturro transcurre en la actualidad, pero la historia podría trasladarse sin demasiados cambios hacia finales del siglo XIX. Tres mujeres viven, trabajan y sueñan en un paraje rural remoto, donde la señal 4G no llega y la única compañía diaria es la de las abejas que crían para obtener su miel. Mara, de catorce años, y Juana de diecisiete (Lola Abraldes y Malena Filmus, casi debutantes) son hermanas. Y huérfanas: el recuerdo de Mamá y de Papá, muertos en un accidente, aparece gracias a unas cartas que Juana encuentra en el galponcito junto a otros objetos del pasado. La crianza de las chicas está a cargo de su tía (Umbra Colombo), una mujer endurecida que lleva los golpes y las resignaciones de la vida a flor de piel. El director de Un rey para la Patagonia e Inconsciente y la guionista Constanza Boquet proponen de entrada un universo asfixiante, un juego de mesa dramático en el cual el trío de piezas centrales (muy pronto se suma un cuarto peón) se mueven por los casilleros interponiendo alianzas y traiciones pasajeras, mirando de reojo y ocultando ciertas acciones e intenciones.
Quien tiene marcas literales en su cuerpo es Juana, varias cicatrices visibles en la zona suicida por excelencia; Mara, en tanto, está dejando atrás la infancia, atenta al llamado de nuevas ansiedades y anhelos. Y entonces llega Lucio (Franco Rizzaro), el primo de la ciudad que repitió de año y es enviado a la finca para pasar el verano (¿castigo o un regalo inconsciente?), un joven avispado capaz de despertar deseos y otras emociones poco apacibles con su mera presencia. Cómo mueren las reinas, título que resume el carácter metafórico de los insectos en la trama, introduce rápidamente su carácter de thriller psicológico: el despertar sexual –o su renacimiento, dependiendo del personaje– se entrelaza y confunde con los impulsos destructivos. La inestable Juana (las miradas de Filmus son siempre inquietantes) toma las riendas de los cambios más importantes en la historia, y desde temprano hace gala de su capacidad para convocar la devastación.
Lucas Turturro conjura los espíritus de Eros y Tánatos, alternando escenas que resuelven con eficacia las intenciones del relato con otras que se quedan a mitad de camino. Pero más allá de varios momentos donde la dirección actoral pierde un poco el norte (y esos planos dron, siempre tan innecesarios como impersonales), Cómo mueren las reinas logra construir un mundo de endogamias perturbadoras, en el cual las pequeñas disidencias humanas, tan típicas como aparentemente inofensivas, completan el proceso de metamorfosis convertidas en relaciones peligrosas. Hay alguna que otra sorpresa del guion bajo las formas de la revelación, pero lo mejor de la película es su capacidad de crear y sostener un clima progresivamente enfermizo que envuelve a los personajes como una densa niebla.