Rosario Central goleó 4-0 a Arsenal, en un entretenido encuentro jugado en la tarde de este miércoles en el Gigante de Arroyito, para alcanzar una victoria que le permitió dejar de ser el último de la tabla, lugar que ahora ocupa el equipo de Sarandí, que sigue en caída libre en el torneo de la Liga Profesional de Fútbol, ahora con su tercera derrota seguida. Central estableció la gran diferencia en el primer tiempo, al extremo de que en apenas 15 minutos convirtió tres goles y se fue al vestuario con el marcador final por 4-0, con su choque correspondiente a la fecha ocho ya liquidado.

Apenas habían jugado ocho minutos cuando Luciano Ferreyra recuperó la pelota en la salida visitante, hizo una pared con Marco Ruben, habilitó a Michael Covea por la izquierda del área y, tras el centro atrás, fue Lucas Gamba quien abrió el marcador. Con su remate de zurda, el mendocino inició un show que lo tuvo como principal protagonista, luego de haberse anotado un hat-trick ante el vulnerable equipo ahora conducido por Israel Damonte.

El segundo grito de Gamba llegó dos minutos después, con Central en pleno embate ofensivo: otra vez fue Ferreyra quien inauguró la maniobra, apareciendo por la derecha y esperando que picara el de la casaca 28 antes de tirar un centro pasado, que el delantero aprovechó tirándose de palomita y clavando la pelota abajo, junto al segundo palo.

El 3-0 llegó cuando Arsenal se había aproximado con una jugada clara que, si Jorge Broun no mandaba al córner, quizás hubiera cambiado el partido. Lautaro Blanco ejecutó un tiro libre desde la derecha, hubo dos rebotes y, tras el segundo, la pelota le cayó servida a Ruben, quien con volea de zurda instauró la goleada. A los 33 minutos, llegó el tercero de Gamba, luego de una asistencia que lo dejó de cara al arco y lo invitó a definir por un margen pequeño del primer paro.

Aunque mejoró un poco en el complemento (con los cuatro cambios que hizo Israel Damonte), la goleada ya había sentenciado a Arsenal, que careció de ideas para poder emparejar el marcador. Jorge Ortiz -que había ingresado en el complemento- se hizo expulsar a los 71 minutos por un puñetazo en la espalda a Ferreyra, sin pelota, en una muestra de la impotencia que envolvió a algunos jugadores visitantes.

En el último minuto, incluso, el ingresado Gino Infantino se perdió el quinto gol, salvado por el arquero Daniel Sappa con una gran atajada. El equipo de Cristian 'Kily' González parece haber sellado su recuperación tras la eliminación en los cuartos de final de la Copa Sudamericana ante Bragantino. Había jugado un buen clásico ante Newell's, de igualdad en el Coloso Marcelo Bielsa, y este miércoles salió del fondo de la tabla con una goleada que invita a soñar en Rosario.