La economía de Estados Unidos a pesar de la fuerte recuperación tras el impacto productivo de los primeros meses de la crisis sanitaria el año pasado comienza a despertar señales de incertidumbre que llegan a los inversores de Wall Street. Principalmente los fondos de gestión consideran que existen dos elementos que pueden ponerle presión a la recomposición del mercado interno y en la misma dirección afectar los niveles de liquidez extraordinarios.
Por un lado se evalúa la posible suba de la tasa de interés de Estados Unidos antes de lo pensado tras las últimas reuniones de la Reserva Federal y las declaraciones de su presidente Jerome Powell. Estas medidas podrían presión para el refinanciamiento de las deudas corporativas y sería al mismo tiempo un golpe para continuar el rally de las acciones de Wall Street.
“La recuperación económica en los Estados Unidos durante los últimos meses despertó un motivo de debate entre los integrantes del Comité de la Fed, que comenzaron a plantear la posibilidad de iniciar un proceso de reducción de los estímulos monetarios”, indicó un documento de la agencia de bolsa Invertir Online.
En el informe se agregó además que “los mercados temen que este potencial abandono de la política acomodaticia, que fue fundamental para el rebote económico post confinamiento, podría estar cerca de llegar a su fin”.
El segundo elemento que analizan los grandes fondos de inversión y preocupa en los bolsas de valores de Estados Unidos es el impacto impredecible de la variante Delta. Los contagios en esa economía comenzaron a subir nuevamente por efecto de esta variante y se mantiene el problema de tener más de una cuarta parte de la población que rechaza la vacuna.
El resultado podría ser un nuevo freno sobre la actividad y un límite para sostener el rebote de la economía. Los inversores consideran que ese efectos tiene potencial para impactar en los precios de los activos financieros.