Si no aparece ningún cisne negro, Horacio Rodríguez Larreta va camino a completar su plan de posicionar a sus candidatos en las internas de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad que gobierna. Ambas partes admiten que Diego Santilli le saca una ventaja a Facundo Manes, que entró en modo ofensivo en estas tres semanas que restan. Y se descuenta que María Eugenia Vidal vencerá en la Ciudad, aunque está por verse cuánto le restan Ricardo López Murphy (en la interna) y Javier Milei (por afuera), que -según las encuestas del PRO- no tienen porcentajes nada despreciables. En Córdoba, mientras tanto, se encendió la mecha en una pelea entre el sector de Patricia Bullrich contra el de Mauricio Macri, apoyado en este caso por Elisa Carrió.
"Están empezando a atacar." Ese es el registro que hacen desde el entorno de Santilli hacia la actitud de Manes. Lo confirma el último encuentro que tuvieron en la escalera de un estudio de televisión, donde se destilaron reproches hacia el jefe de Gobierno, primero, y luego hacia el candidato bonaerense.
-Con vos Diego, ¿cómo puede ser que no debatamos? -le soltó Manes.
-Pero si estamos debatiendo acá... -fue la respuesta que le devolvió Santilli, antes de seguir camino por las escaleras con premura.
Los números de Santilli
"Estamos seis puntos arriba", indican cerca del ex vicejefe porteño. "Y vamos cada vez mejor. Estamos mejorando en Mar del Plata, Bahía, San Nicolás, Junín, Olavarría, La Plata." La mención a esos distritos no es casual: el interior de la provincia de Buenos Aires es donde Manes hacía su ventaja.
En tanto, cerca de Manes confirman que viene atrás en las encuestas, pero dejan la advertencia que tienen algunos espejos retrovisores: "Los objetos pueden estar más cerca de lo que parece". La distancia, indican, varía de encuesta a encuesta. En el entorno de Manes, lo siguen castigando a Santilli por no debatir: "Eran los reyes del republicanismo y no se pueden sentar a discutir ideas", dicen.
Sin debate
El ex vicejefe de Gobierno se mantendrá ajeno a toda polémica con Manes, siguiendo la regla no escrita de no debatir con el que va perdiendo. No se saldrá ni de su tono, ni de su estrategia, dicen en su equipo. De hecho, le prepararon una lista de argumentos para eludir el debate con su contendiente radical:
1. "No hay una ley que establezca que el debate es obligatorio en las PASO".
2. "Celebramos que el kirchnerismo quiera debatir por prinera vez los problemas de las provincia de Buenos Aires".
3. "Nosotros estamos en una instancia de Primaria. Es el momento de escuchar y proponer".
4. "Una vez que se formalicen a través del voto de la gente las candidaturas de nuestro espacio, vamos a debatir con el kirchnerismo en las elecciones generales de noviembre".
Es decir, con Manes no habrá nada. Tampoco con Victoria Tolosa Paz hasta después de las PASO, cuando esperan que todo Juntos por el Cambio se reordene en torno a Santilli.
Los números de Vidal
La estrategia de no debatir se replica en espejo en la Ciudad, donde López Murphy la cuestiona a Vidal con idénticos argumentos. La ex gobernadora bonaerense no dará el brazo a torcer y confía en que no hay mano de Fernando Iglesias o tweet de Sabrina Ajmechet que vaya a modificar su performance electoral. En su entorno, le dan una intención de voto de 34 puntos -siempre según las encuestas que maneja el PRO-, mientras que López Murphy tiene unos nada despreciables 12 puntos y la lista de Adolfo Rubinsten está orillando el 2 por ciento.
Si a los 12 puntos de López Murphy -que deberían llegar a 15 para que ingrese a la lista- se le suman los que resta por afuera Javier Milei (que se estaría acercando a un 10 por ciento), se explica en parte por qué Vidal decidió endurecer su discurso, como hizo en el lanzamiento de sus propuestas. Curiosidades de la vida: Larreta no quiso de candidata a Patricia Bullrich, pero ahora la exgobernadora termina afirmando que "te quieren pobre, burro y sometido" y va por los canales gritando "¡Basta!" Todo sea para no seguir perdiendo votos hacia la extrema derecha.
Sobre la base de sus candidatos -suman 48 por ciento entre todas las listas que compiten en las PASO- Larreta tiene ambiciones mucho mayores: para alcanzar los números de la elección de 2017 -que definen las bancas que ponen en juego, dado que en esa elección Martín Lousteau compitió con su lista- va a necesitar que en las generales de noviembre Vidal crezca hasta alcanzar un 62 por ciento de los votos.
Arde Córdoba
En Córdoba, mientras tanto, hay una interna que cruza a los referentes nacionales. De hecho, allí están enfrentados Mauricio Macri y Patricia Bullrich (quien no tomó muy a bien cuando el ex presidente se fue a Europa y le soltó la mano en la disputa con Vidal para encabezar la lista).
Bullrich piensa ir a respaldar a los candidatos Rodrigo De Loredo y Luis Juez, que enfrentan a los de Macri, Gustavo Santos, y al radical Mario Negri. Pero mandó en una avanzada a su ex funcionaria Florencia Arietto, que no se anduvo con sutilezas: "Desde el equipo de Patricia nos parece que la lista De Loredo-Juez es la adecuada porque representa a la Córdoba del bastión antikirchnerista. Es el momento para que los que no son tibios representen los intereses de los cordobeses". Y también: “Hay distintos roles, como en la guerra: hoy es el momento de los ‘comandos’, de los entrenados para romper las líneas enemigas. Este es el momento de Luis Juez, no de Mario. Gente con decisión de coraje de enfrentar a este kirchnerismo que tiene un plan desde hace 18 años. A Negri no lo he visto tomar decisiones potentes en contra del kirchnerismo”.
La respuesta no vino de la mano de Macri, sino de alguien de Elisa Carrió (que respalda a Negri): fue nada menos que el presidente de la Coalición Cívica nacional, Maximiliano Ferraro, el que le salió al cruce a la enviada de Bullrich. “Estimada Arietto,
quizás no tengas claro la importancia de Negri en el espacio
en que estás ahora. No sólo es uno de los garantes de la unidad de
Juntos por el Cambio sino que condujo con hidalguía a los 115 diputados
de nuestro espacio”, le retrucó.
La interna está a punto caramelo.