Los medicamentos ambulatorios aumentaron 28,6 por ciento en el primer semestre y los destinados a pacientes internados un 37 por ciento, por encima del índice de precios al consumidor, que subió 25,3 por ciento en igual período, según un informe del Observatorio de la Salud de la Unión Argentina de Salud (UAS).
“A raíz de la pandemia de la Covid-19 en los casos de medicamentos de uso de internación ha habido un pico de demanda en todo el mundo. Este incremento en la demanda produce un efecto de mercado, en donde lo que se venía produciendo ya no alcanza, entonces hasta que eso se acomoda, escasea. En el medio, se abusan y aumentan los precios. Tal es el caso del oxígeno, que aumentó un 200 por ciento y su materia prima es el aire”, explicó a PáginaI12 Ricardo Lilloy, presidente de la Cempra y miembro de la UAS.
Entre los medicamentos ambulatorios, aquellos que se venden bajo receta y son los que la gente consume para tratamientos como la diabetes, el control de la presión o del corazón, los que más aumentaron son los más recetados con picos de hasta el 39 por ciento en el primer semestre. sólo desde marzo a julio de este año, un spray nasal de cloruro de sodio de uso pediátrico aumentó 21,9 por ciento.
El informe destacó además la suba acumulada que registraron varios de estos medicamentos en el último año y medio. Desde enero de 2020, el enalapril aumentó 93,8 por ciento; la levotiroxina se incrementó un 86 por ciento y el salmeterol aumentó 85,59 por ciento. Un anticonceptivo (drospirenona/etinilestradiol) aumentó 86,94 por ciento. Una crema antibiótica de uso pediátrico aumentó 153 por ciento.
El Observatorio de la Salud de la UAS destaca que los medicamentos de venta libre están entre los que más aumentaron, representando un impacto directo en el gasto de bolsillo. En medicamentos de uso pediátrico, por ejemplo, se verificaron aumentos que superan en algunos casos el 40 por ciento.
En el caso de los medicamentos de alto costo, utilizados para tratar enfermedades oncológicas o autoinmunes, la suba promedio fue del 20,5 por ciento, con algunos productos que alcanzaron el 30 por ciento de incremento, según el informe de UAS. El problema es que la mayoría de estos medicamentos tiene un precio superior a los 500.000 pesos. Por lo tanto, un aumento del 20.5 por ciento equivale a 102.500 pesos en un producto para un paciente. “Hay productos como el Treprostinil 0,6 mg/ml, que tienen un costo aproximado de 13.858.975 de pesos las 28 ampollas para 1 paciente”, destaca el informe.
Los incrementos en los precios de los medicamentos están teniendo una creciente incidencia en los costos de la salud. Mientras que en 2019 el gasto en medicamentos comprendía el 20 por ciento del gasto total, en 2021 ya constituye el 28 por ciento, superando al gasto en internación y cirugías y tomando una parte importante del gasto en atención ambulatoria, lo que tiene como consecuencia el deterioro del sistema y la pauperización de los profesionales y trabajadores de la salud.
“La preocupación es que independientemente de lo que es la evolución del precio de los medicamentos, que desde ya influye en la inflación médica, hay un problema en cómo se financia el gasto del medicamento. Si no prestamos atención a eso, el porcentaje destinado a medicamentos va a seguir aumentando, dejando vulnerabilizado al sector destinado a hospitales y honorarios médicos”, expresó Lilloy. Y luego agregó que “el porcentaje de gastos en medicamentos se ha incrementado en el 2021, al 28 por ciento. Esto representa un incremento de casi el 50 por ciento. La proyección, y esto es lo que nos preocupa, lleva a que en un periodo de 5 y 10 años el 100 por ciento de la torta es para medicamentos y no para lo otro. ¿Y qué pasa con los honorarios médicos, los hospitales, los tratamientos psicológicos? Quedan desfinanciados si esto sigue así”.
La única experiencia que logró regular esta situación fue lo sucedido con PAMI, en donde se llegó a un acuerdo con la industria farmacéutica. Es así como los jubilados acceden a sus medicamentos con un precio diferenciado al del resto de los argentinos.