Desde Santa Fe

El juicio al ex jefe de la Policía Federal de Santa Fe Mariano Valdés y a su segundo, Higinio Bellaggio, en una causa que se inició por el tiroteo en la autopista –en setiembre de 2019- y mudó al fuero federal por una supuesta trama de drogas, terminó esta semana con una condena y una absolución. El Tribunal Oral de Santa Fe –integrado por los jueces José María Escobar Cello, Luciano Lauría y Germán Sutter Schneider- condenó a Valdés a un año y 10 meses de prisión por “incumplimiento de deberes” y absolvió a Bellaggio de culpa y cargo porque el fiscal Martín Suárez Faisal desistió de la acusación. En consecuencia, el Tribunal ordenó la “inmediata libertad” de ambos: Bellaggio porque salió absuelto y Valdés porque al sumar “el tiempo que estuvo detenido” –desde setiembre de 2019-, ya "cumplió la condena”. Los fundamentos del fallo se conocerán el 2 de setiembre.

La condena a Valdés a un año y 10 meses de prisión fue por “incumplimiento de los deberes de funcionario público” en la modalidad de “abuso de autoridad”, más la accesoria de “inhabilitación especial para ejercer cargos públicos" por el doble de ese lapso, esto es dos años y 20 meses.

En el veredicto, el Tribunal resolvió también “restituir” a la Policía Federal el automóvil Ford Focus que conducía Valdés en el tiroteo de la autopista Rosario-Buenos Aires el 9 de setiembre de 2019, en el que fue herido. Su acompañante era la agente Roxana González. Y ordenó investigar por supuesto “falto testimonio” a un “testigo de identidad reservada” y a un jefe de Inteligencia Criminal de la Policía Federal que comparecieron en el proceso.

La sentencia es la contracara de lo que el mismo Tribunal –con otra integración- había resuelto hace apenas un año, cuando rechazó la excarcelación y la prisión domiciliaria de Valdés –en setiembre de 2020- y dos meses después, en noviembre, la de Bellaggio. Por entonces, ambos estaban detenidos en una cárcel federal de Santiago del Estero. Los pedidos de las defensas fueron desestimados por el Tribunal que integraban Escobar Cello, Lauría y su colega María Ivón Vella, quien se jubiló el mes pasado. En el juicio que terminó esta semana, la jueza fue reemplazada por Sutter Schneider.

El Tribunal negó la excarcelación de Valdés por la “naturaleza de los hechos atribuidos” en el requerimiento de elevación a juicio -en mayo de 2020-, que eran seis: supuesta “confabulación para el tráfico de estupefacientes agravado por tratarse de un funcionario público encargado de la prevención y persecución de dicho ilícito”, “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, “omisión de realizar actos de oficios de funcionario público”, “sustracción de objetos destinados a servir de prueba ante la autoridad competente”, “peculado de trabajo y servicios en provecho propio”, y “falso testimonio”. “Todos en concurso real” que -a criterio del Tribunal- “tenían una pena en abstracto que va de dos a 20 años de prisión”.

En la etapa previa al debate, el Tribunal admitió las pruebas ofrecidas por el Ministerio Público y la defensa, el 13 de noviembre de 2020. Y una semana después, el 19 de noviembre, dispuso una ampliatoria del legajo al aceptar también que declare “un testigo de identidad reservada” que propuso la Fiscalía. El testimonio era en el "modo establecido por la normativa vigente”.

Lo llamativo es que en el punto seis del veredicto, el Tribunal ordenó “remitir a la Fiscalía en turno el “acta del debate” y los “audio y video” de las audiencias para que investigue “la probable comisión de delito de falso testimonio” del “testigo de identidad reservada” y de un jefe de Inteligencia Criminal de la Policía Federal y despachó de copias del segundo relato al jefe de la fuerza “a los fines pertinentes” y “conforme lo solicitado” por el fiscal general Suárez Faisal.

Al final del juicio, el Tribunal integrado por Escobar Cello, Lauría y Sutter Schneider condenó a Valdés, pero sólo por uno de los seis cargos que le habían imputado: “incumplimiento de deberes” en la modalidad de “abuso de autoridad”, con lo cual descartó la trama de un supuesta “confabulación para el tráfico de estupefacientes” con Bellaggio.