Desde Lima
El primer gabinete ministerial del maestro rural Pedro Castillo consiguió el voto de confianza en un Congreso controlado por la oposición de derecha. Obtuvo 73 votos de 130 legisladores, de los cuales votaron 123. La votación se dio después de un largo debate que se inició el jueves y terminó este viernes. Ha sido una importante victoria para el presidente de izquierda, que ha iniciado su gestión en medio de una gran expectativa popular, pero acosado por una campaña de desestabilización de la derecha y la prensa hegemónica. Hasta el final, los medios presionaron, con una campaña de ataques contra varios ministros, para que se le niegue la confianza al gabinete que encabeza el congresista oficialista Guido Bellido, del sector considerado más a la izquierda del gobierno.
El fujimorismo, derrotado
La oposición de derecha, que antes se había unido para tomar la mesa directiva del Congreso y desplazar al oficialismo de las principales comisiones parlamentarias, esta vez se dividió. La extrema derecha, encabezada por el fujimorismo, que está en un abierto juego golpista y esperaba tumbarse al gabinete como un paso en su estrategia desestabilizadora, obtuvo 50 votos y fue la gran derrotada. Otros sectores conservadores se desmarcaron de esa derecha golpista y decidieron darle la confianza al gabinete, no sin críticas a sus integrantes.
Horas antes que el Congreso defina la decisiva votación sobre la confianza a su primer gabinete, el presidente Castillo, que se jugaba mucho, hizo un público llamado a la unidad “para atender las necesidades y las urgencias del pueblo”. Señaló que esperaba que el Congreso respalde a su gabinete y que Ejecutivo y Legislativo puedan trabajar juntos. “Los poderes del Estado no podemos estar divorciados”, indicó, dirigiéndose a la oposición parlamentaria.
Con el Congreso dividido entre el oficialismo de izquierda y la extrema derecha, la definición había quedado en manos de cuatro bancadas de centro y de derecha, que en otras ocasiones habían mayoritariamente apoyado al extremismo que encabeza el fujimorismo, pero que en esta ocasión votaron en su mayoría a favor de la confianza al gabinete. De los 73 votos a favor del gabinete, 41 fueron del oficialismo -hubo un ausente en la bancada de gobierno-, y los otros votos salieron de la centro derechista Acción Popular y de los partidos de derecha Alianza para el Progreso y Podemos. Cada una de estas tres agrupaciones se dividió al momento de votar, pero la mayoría de sus miembros lo hicieron a favor del gabinete, lo que le dio al gobierno los votos necesarios para ganar.
Al otro lado, el fujimorismo, la fascista Renovación Popular y el ultraconservador partido Avanza País pusieron la mayor parte de los votos, 43 en total, que buscaban bajarse al gabinete y generar una crisis en el gobierno. Son las tres agrupaciones que pretendieron desconocer la victoria electoral de Castillo denunciando un inexistente fraude electoral y que ahora encabezan las maniobras golpistas en el Congreso. A ellos se sumaron los votos disidentes de las bancadas no oficialistas que respaldaron al gabinete, y los tres legisladores del centrista Partido Morado, que al inicio del gobierno apoyaron a Castillo, pero que ahora se han pasado a la oposición, y han terminado haciéndole el juego al extremismo golpista, descontentos porque el gobierno no le ha dado el espacio que ellos esperaban a los sectores de centro.
La conspiración continuará
“Agradecemos a la oposición que ha apostado por la gobernabilidad y el trabajo en conjunto. Este voto de confianza es una oportunidad para demostrar nuestro trabajo. Ratificamos nuestro compromiso de trabajo, nuestra honestidad y consecuencia con todas las demandas que tiene nuestro pueblo. No vamos a retroceder en la conquista de derechos que por muchos años no han sido atendidos”, declaró Bellido minutos después de conseguir el voto de confianza.
El gobierno ha tenido una victoria en el Congreso, pero las conspiraciones golpistas no han sido develadas. La extrema derecha derrotada ya anunció que seguirá en su afán desestabilizador y ahora, al no haber podido tumbarse a todo el gabinete, buscará censurar a los ministros individualmente, una facultad que tiene el Congreso. Ya tienen una lista de cabezas ministeriales que quieren cortar.