El 31 de agosto no será un día cualquiera para el ecosistema mediático sudamericano. Es el día de la llegada de Star+, el nuevo servicio de streaming de entretenimiento general y deportes de Disney dirigido al público adulto, el mismo del que se conocieron los precios de suscripción. Habrá que desembolsar 880 pesitos por mes, u 8.800 para la contratación por todo el año, para acceder a un menú en el que estarán, entre otros contenidos, todas las temporadas de Los Simpson, las principales series de Fox y Hulu –la plataforma de Disney de perfil similar a Star+ que opera en Estados Unidos– y los deportes en vivo de ESPN. Quienes tengan contratado Disney+, cuyo costo es de 385 pesos mensuales, y quieran hacer lo propio con Star+, podrán acceder al combo por 995 pesos. Según la información oficial, cada usuario de la nueva plataforma podrá usarla en hasta 4 dispositivos en simultáneo y tendrá descargas limitadas en hasta 10 dispositivos.
La llegada de Star+ representa quizás el desafío más grande para el esquema actual de consumo hogareño. Con las películas y series definitivamente consolidadas en el streaming, y si bien Facebook transmite partidos de la Copa Libertadores, será la primera vez que una plataforma de esta envergadura incursione en las transmisiones deportivas en Sudamérica (HBO Max tiene los derechos de la Champions League, pero solo para México). Un dato no menor, teniendo en cuenta que el grueso de quienes tienen cable en la Argentina lo hacen para ver deportes y noticias, es decir, eventos en vivo. Y vaya si Star+ tiene con qué salir al ruedo. Disney, a través de ESPN, es dueña de los derechos de las principales competencias del mundo, desde la Champions, la Copa Libertadores y las siete ligas de fútbol de Europa más importantes –incluida la de Francia, nueva casa de Lionel Messi– hasta la NBA, pasando por los torneos de elite de tenis y la Fórmula 1.
Claro que tampoco la tuvo fácil el Ratón. A principios de junio, Lionsgate presentó demandas contra Disney por infracción de marca registrada en la Argentina, Brasil y México, argumentando que el nombre del nuevo servicio, así como el de los canales Star (antes Fox), era muy similar al de su OTT Starzplay, presente en casi toda Latinoamérica desde 2019. Sin novedades en la Argentina y México, Lionsgate obtuvo un fallo favorable en Brasil. Según consignó el portal especializado Noticias da TV, Disney, rápido de reflejos, ofertó a Starzplay casi diez millones de dólares en concepto de “posibles daños”, a entregarse siempre y cuando pueda utilizar libremente esas marcas en ese mercado.
Diez millones son un vuelto para Disney, que desde que empezó la pandemia se ha consolidado aún más como la empresa más importante del entretenimiento global. Incluso superó los pronósticos de los analistas de Wall Street, con los ingresos incrementándose en un 45 por ciento entre el tercer trimestre de 2020 y el de 2021, pasando de 11,8 mil millones a 17 mil millones, según el informe presentado a los accionistas por la compañía. Allí se consigna que Disney+ sumó 12 millones de usuarios en los últimos tres meses, para alcanzar un total de 115,2 millones. Un crecimiento que continuará en lo que resta de 2021, cuando llegue a países asiáticos de la talla de Corea del Sur, Japón –donde por ahora opera con una asociación exclusiva con el gigante local de telecomunicaciones NTT Docomo-, Taiwán y Hong Kong.