El Pentágono informó que el ejército estadounidense atacó con un dron a un miembro del Estado Islámico (EI) en Afganistán, de quien sospecha que fue un "organizador" de la milicia responsable del doble atentado cerca del aeropuerto de Kabul. En ese ataque murieron 13 militares norteamericanos, en el peor golpe recibido en una década.

Tras el doble atentado del jueves, el presidente Joe Biden había prometido que "cazaría" y "haría pagar" "donde sea" a los responsables de los ataques que ensangrentaron la retirada militar, marcada por el caos, la improvisación y las críticas a la decisión de la Casa Blanca.

La represalia se dio al este de Kabul contra un presunto miembro de la milicia extremista que se adjudicó la responsabilidad por los dos atentados, en los que en total murieron alrededor de un centenar de personas, según varias versiones no oficiales difundidas por la prensa internacional.

El bombardeo con una nave no tripulada ocurrió en la provincia de Nangahar, en Afganistán. Las primeras informaciones sostienen que el objetivo, "un organizador" de la rama afgana del EI (Estado Islámico-Khorasan) murió, según informó el Pentágono en un comunicado. El vocero dijo que solo un individuo falleció en el ataque y que no se registraron víctimas civiles.

Después del ataque con el drone, la embajada estadounidense en Afganistán advirtió a sus ciudadanos que siguen en el país (se estima que son cerca de mil) que se alejen "de inmediato" de las puertas del aeropuerto en Kabul, adonde deben llegar para poder ser evacuados, por temor a nuevos atentados.

Los vuelos desde Kabul

Justamente, los vuelos de evacuación se reanudaron en medio de temores a nuevos atentados y poco antes de que Estados Unidos atacara con el drone. Horas antes de esta represalia, Estados Unidos había vuelto a advertir que aún había "amenazas específicas y creíbles" de más ataques antes del próximo martes, fecha fijada por Biden para completar la retirada de las tropas de su país de Afganistán tras su derrota con los talibanes en los 20 años de su guerra más larga.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos dijo ese sábado que aún había 5400 personas dentro del aeropuerto y que continuará sus evacuaciones por aire "hasta el último momento". Hasta ahora, los evacuados en las últimas 12 horas superaron los 4200, según la Casa Blanca.

Decenas de combatientes talibanes, con armas pesadas, patrullaban una zona a unos 500 metros de la estación aérea para impedir que la gente pudiera pasar más allá. Se espera que muchos otros afganos salgan del país por sus fronteras terrestres, y el organismo de la ONU para los refugiados (Acnur) dijo que este año podría haber medio millón más de refugiados afganos "en el peor escenario".

Mientras, la cifra de víctimas por los ataques se elevó este sábado al menos 97 afganos muertos y 160 heridos, de acuerdo a lo informado por la cadena de noticias árabe Al Jazeera. El canal de noticias estadounidense CBS News cifró los muertos en 170 y en 200 los heridos, citando a una fuente del Ministerio de Salud del depuesto gobierno afgano.

Estados Unidos dijo el viernes que 13 de sus soldados también murieron y 18 resultaron heridos en el atentado, la mayor pérdida militar estadounidense en Afganistán desde agosto de 2011. El Reino Unido informó que entre los muertos hubo dos británicos y el hijo de un ciudadano británico.

Las evacuaciones


En Nueva York, el Consejo de Seguridad, el máximo órgano de la ONU, instó a la comunidad internacional "a cooperar activamente con las autoridades pertinentes" para llevar ante la Justicia a los autores del atentado.

La reconquista del poder por los talibanes en Afganistán llegó 20 años después de que su anterior gobierno fuera derrocado por una invasión internacional liderada por Estados Unidos en el marco de la guerra "contra el terrorismo" lanzada luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en ese país.

Su regreso al poder ha aterrorizado a muchos afganos que temen represalias por haber colaborado o trabajado para las fuerzas extranjeras o que los talibanes vuelvan a imponer las draconianas medidas que caracterizaron su anterior Gobierno, cuando practicaron ejecuciones extrajudiciales y privaron de todo derecho a las mujeres.

Algunos países occidentales ya pusieron fin a sus evacuaciones, en parte para dar tiempo a Estados Unidos de completar sus propias operaciones antes de sacar a los últimos 5 mil soldados que tiene en Afganistán el martes 31 de agosto.

El Reino Unido dijo que sus evacuaciones terminarán en horas, mientras Francia anunció en la noche del viernes el final de su operación en el aeropuerto de Kabul.

La operación "iniciada el 15 de agosto a petición del presidente de la República llegó a su fin esta noche", tuiteó la ministra de Defensa, Florence Parly, y precisó que "casi 3 mil personas, entre ellas más de 2600 afganos" fueron sacados del país.

España e Italia también pusieron hoy fin a las sus operativos, así como Alemania, Suecia, Nueva Zelanda, Australia y Noruega, muchos de ellos admitiendo haber dejado gente detrás, incluyendo unos 300 ciudadanos alemanes.