Desde Santa Fe

La imposibilidad del Tribunal de Enjuiciamiento de constituirse en pleno para resolver la apertura del jury al juez Rodolfo Mingarini -en una causa que lo investiga por conceder libertades misóginas, entre ellas a un violador que usó preservativo- dejó a la vista otros dos hechos. Por primera vez en la historia de la provincia, un senador (Armando Traferri) que no compareció ante una jueza para ser imputado como supuesto “organizador” de una “organización criminal” integrará un Tribunal para juzgar la conducta de otro juez. Y por primera vez, un diputado (Maximiliano Pullaro) impide la integración de ese mismo Tribunal porque no asistió a la audiencia y tampoco tiene suplente que lo reemplace porque la Cámara nunca lo designó. La ley ordena a la Legislatura nombrar a sus representantes en el jury en el período legislativo “antes del 10 de diciembre”, que en este caso sería el de 2020.

El fracaso de la audiencia –que se postergó hasta el 7 de setiembre- frustró las expectativas de la Multisectorial de Mujeres y la Mesa de Ni Una Menos que se convocaron en las puertas de la Casa de Justicia y esperaban dos decisiones: que el Tribunal admitiera la acusación del procurador de la Corte Suprema, Jorge Barraguirre, quien horas antes amplió su denuncia a Mingarini con un cuarto hecho. Y la suspensión “provisoria” del juez, con la mitad del sueldo. El colectivo está en alerta desde que se destapó el caso en el mes de junio por la trama que lo rodea.

La secretaria de Mujeres, Género y Diversidad Florencia Marinaro criticó el faltazo de Pullaro. “Es increíble” que el Tribunal no se pudo constituir por la ausencia de un legislador que “estaba de campaña en Buenos Aires”. “Es lamentable”, le dijo a un colega de una FM. El martes, la ministra de Igualdad Celia Arena presentó un escrito al presidente de la Corte, Roberto Falistocco, con consideraciones jurídicas sobre la conducta de Mingarini. Entre otras cosas, recordó el bloque constitucional argentino, los tratados internacionales de derechos humanos de las mujeres, la violencia simbólica, estereotipos de género, el estereotipo del abuso sexual y reclamó la capacitación con perspectiva de género en el Poder Judicial.

La caminata de Traferri por Tribunales hasta los despachos de la Corte no pasó desapercibida. Y tampoco su doble rol. El lunes, no asistió a la audiencia que convocó la jueza Eleonora Verón en la que los fiscales Luis Schiappa Pietra y Matías Edery lo iban a imputar como supuesto “organizador” de una “organización criminal”. Y al día siguiente, respondió al llamado de Falistocco para integrar el Tribunal de Enjuiciamiento a Migarini en nombre del Senado, junto a los seis ministros de la Corte, dos abogados y Pullaro, que representa a Diputados. “Desde el punto de vista técnico no hay ningún inconveniente, éste es un Tribunal de Enjuiciamiento y la otra, una investigación penal”, dijo a Rosario/12 uno de los colegas de Traferri. A los “miembros legislativos” del jury –como los llama la ley- los designa cada Cámara. “De modo que si no hay un cuestionamiento del involucrado no hay ninguna herramienta legal para decirle que no puede integrar el Tribunal si antes no concurrió a la citación de una jueza”, explicó. Incluso, “se podría generar un conflicto. Si se cuestiona al representante del Senado y la Cámara se planta en su defensa, no se podría integrar más ningún Tribunal de Enjuiciamiento. Se terminarían los jurys en la provincia de Santa Fe”, arriesgó.

-¿Cómo fue el paso de Traferri por la Corte?

-Normal. Había mucha gente. Nada relevante, para destacar. Hay ministros de la Corte con los que tiene relación desde hace muchos años -contestó.

-La Corte tendrá que resolver si admite el recurso de Traferri por los fueros. ¿Esos ministros se apartarán en el caso?

-No sé, veremos qué hacen.

En la Corte sabían que Pullaro estaba en Buenos Aires, el martes. “Aparentemente, se ofreció a participar en la reunión por zoom, pero para eso hay que tener mucha tecnología y firma digital. De lo contrario, ¿cómo firma el acta”, dijo la fuente. La Corte carece de esa tecnología, por lo tanto la ausencia del legislador –y la falta de suplente- impidió la apertura del jury. La ley exige para iniciar un proceso de remoción que el Tribunal se integre con los diez miembros: los seis jueces de la Corte, dos legisladores y los abogados Julio Pagano (Reconquista) y Héctor Ferrero (Rafaela).

En la Legislatura, la ausencia de Pullaro ya generó reproches políticos. “Es una vergüenza”, dijo una de las 20 diputadas que denunciaron a Mingarini ante el procurador Barraguirre. “Grave”, lo considero otra de sus colegas. La situación no deslinda la responsabilidad del presidente de la Cámara, Pablo Farías, por la mora en designar al suplente de Pullaro. En el Senado, los representantes para integrar el Tribunal de Enjuiciamiento son Traferri y Raúl Gramajo.

La ley 7050 dice que “los miembros legislativos serán designados bianualmente por
las Cámaras respectivas durante el período ordinario de sesiones, su prórroga
o en período extraordinario, salvo el caso de receso legislativo dispuesto
simultáneamente por ambas Cámaras, antes del 10 de diciembre”.

¿Por qué Diputados no designó el suplente de Pullaro? “Quedó pendiente”, contestó uno de sus pares del Frente Progresista. “Efectivamente, en la comisión de Labor Parlamentaria –que integran los jefes de bloques- no nos pusimos de acuerdo. Sólo se informó el nombre de Pullaro. Y en la última sesión, se habló que era urgente nominar al suplente, pero no se lo hizo. Al único que se le informó del jury (a Mingarini) fue a Pullaro para que esté presente”, reveló otro diputado de la UCR. Pero Pullaro no fue.

En otros espacios, explican la mora en la designación por una “discrepancia” entre el Frente Progresista y el peronismo que “no se ponen de acuerdo” en nominar al suplente de Pullaro. “Es una vergüenza. Las diputadas de todos los partidos políticos hemos criticado a ese Tribunal de Enjuiciamiento porque está integrado por nueve varones y una sola mujer (que es la jueza María Angélica Gastaldi), cuando hay legislación sobre paridad y convenciones internacionales sobre derechos de las mujeres” que no se respetan.