A dos semanas de las PASO, la disolución de la Guardia Urbana Municipal (GUM) ubicó a Pablo Javkin en el centro de la escena. En diálogo con Rosario/12, el intendente relativizó la importancia del anuncio y afirmó que "lo más importante fue lo que ocurrió el dia anterior, al lanzar el Plan Cuidar, con una inversión de más de 2 mil millones de pesos". Adelantó cuales serán las nuevas funciones de los 178 integrantes de la repartición, "a partir de la cercanía y la prevención". Hizo eje en las políticas de Estado "para ofrecer una nueva oportunidad a miles de chicos y chicas" y reinvindicó los programas creados en la gestión de Hermes Binner. Su análisis del panorama electoral parte de "dos lógicas: los que gritan más fuerte para canalizar el enojo, y los que creemos que hay que seguir trabajando cada vez más, para salir de la pandemia con el menor grado de conflictividad social".
--En el discurso de asunción ya habías adelantado la idea de reformular la GUM y por diferentes razones se pospuso hasta ahora. Es decir que ya tenías en claro que no funcionaba.
--Sí, hoy hay una necesidad distinta en relación al control. Y es importante separar las funciones de los municipales de la policía, ya que no es lo mismo un agente armado que alguien que no porta armas. El rol del municipio está en el control, a partir de la cercanía y eso se da sobre todo en centro comerciales, en lugares masivos, muchos de ellos en los barrios de la ciudad y todo lo que ahora exige un cuerpo de control no tiene nada que ver con lo que se pensó cuando se puso en marcha la GUM hace 17 años.
--Fue cuando Miguel Lifschitz era intendente, y quedó a la vista que fue un híbrido de policía-inspector municipal, que no cumplió ninguna de las dos funciones.
--Creo que se pensó sobre una lógica que se implementó en muchas ciudades, a partir de pensar que el municipio podía tomar parte en las tareas de seguridad más duras, con alguna característica policial.
--Hasta el uniforme lo buscaron parecido, lo cual generaba confusión, no solo porque iban desarmados sino porque ni siquiera podían hacer detenciones.
-- Sí, exactamente. Hay un homicidio y la gente pregunta por la GUM.
--¿Cuáles serán las funciones especificas, o nuevas para que no sea únicamente un cambio de nomenclatura y atuendo ?
--Primero, el tipo de organización del trabajo, pensamos en que quienes desarrollen tareas en lugares predeterminados sean conocidos por la gente del lugar. Si hay un equipo que trabaja en un centro comercial, que la gente sepa quienes son, con nombre y apellido, que puedan recurrir a ellos e identificarle los problemas. Ese es un cambio funcional importante. El segundo, dentro del proceso, tiene que ver con cambiar el sistema de control a partir de la incorporación de tecnología, sistema de video multas, denuncia ciudadana y principalmente en la fiscalización, con un modelo más abierto.
--La fundación de la GUM en 2004 coincidió con la puesta en marcha de los Parques Biblioteca en Medellín, ciudad icónica de la narcocriminalidad, con una gran inversión para miles de chicos y jóvenes y fue acompañado por otro plan llamado "buen comienzo" para la primera infancia. Eso redujo de manera sustancial la violencia en los barrios, al punto de prácticamente erradicarla. Hay un libro sobre la experiencia, que es de Luis Carlos Restrepo, se llama El derecho a la paz: proyecto para un arca en medio de un diluvio de plomo, que cuenta esa experiencia que en su momento fueron a conocer las autoridades municipales de Rosario. Sin embargo, el criterio fue diferente y se priorizó que esa problemática avanzara sobre el centro de la ciudad. No solo no dio resultado, sino que se fue desmantelando el trabajo en el territorio. En definitiva, creo que la GUM tuvo un perfil represivo que además no podía sostener.
--Era un cuerpo municipal y por tanto no podía asumir un perfil represivo, pero más que nada, hay que dimensionar que se trataba apenas de 178 agentes, como si ese fuera el núcleo central de nuestro trabajo, Rosario tiene 5 mil agentes de salud, para tomar un dato. Por eso, era un error pensar en que desde allí se podía hacer un aporte al control de la violencia. En ese sentido, lo que el municipio pudo hacer es lo que presentamos en el "Plan Cuidar".
--Sin embargo, ha tenido mas impacto y despliegue la disolucion de la GUM que ese programa...
--Para nosotros, la política central es esa, cómo multiplicamos sobre la base de la idea de Hermes Binner de los Centros Crecer y los de Salud. Sabiendo, además, que hoy no alcanza únicamente con la infraestructura estatal coordinada --que es el primer paso-- sino con la infraestructura social que generan las organizaciones sociales, desde un merendero, pasando por las iglesias de todos los cultos y los clubes de todos los barrios.
--En esa línea, hay que asumir que algunas de esas políticas se fueron desmantelando o desatendiendo en los últimos años, les cambiaron los nombres, los minimizaron, por cambios de gobierno, desconociendo a quienes trabajaban en el territorio... Se retrocedió en ese sentido.
-- Por eso hay que poner las cosas en su justo punto. Hablar de un cambio de función de 178 personas el día después del anuncio de un plan social de 2 mil millones de pesos puede ser importante, pero lo que puede modificar la situación de fondo son precisamente estas políticas. Por ejemplo, esta instancia novedosa del "nueva oportunidad" que son los bachilleratos, que permitan a alrededor de mil pibes terminar la escuela, y tenemos otros 3 mil en el "Santa Fe Más". Deberíamos tener más. Cuanto más recursos y trabajo pongamos ahí, más efectivas serán las políticas de prevención y contención. No tengo dudas, y más después de vivir la pandemia, que ha quedado expuesto que la reconstrucción del tejido social se debe dar en el vínculo de la familia con la comunidad, en la educación, en el deporte, en el acceso a la cultura. Lo que vamos a plantear es unificar la "batería de oferta" que tiene el Estado, desde la escuela de música, pasando por una liga deportiva, lógicamente con el bachillerato, como para que esos chicos tengan la oportunidad que les corresponde por derecho. A mí el nombre del programa me pareció siempre muy acertado. Se trata de brindarle la oportunidad frente a la alternativa que le ofrece la economía del delito, que es efectiva en el corto plazo, pero termina en el peor escenario imaginado.
--Esto se ve reflejado en la asignación presupuestaria antes que el discurso, define un perfil de gestión y a la vez de posición de los diferentes actores políticos.
--Seguramente, por eso hay quienes prefieren hablar de los cambios de la GUM antes que de estos temas, y la cercanía de las elecciones contribuye a esto. Estamos en un momento en el que la ruptura del tejido social es más profunda que en los años que surgieron los programas que trabajaron tanto Elida Rasino como Monica Bifarello. Ahora hay más demanda, al punto que no hay margen para discusiones "de otro tiempo". Acá necesitamos a todas las organizaciones religiosas de cualquier culto, a todas las instituciones deportivas, a las ONG, a todos los sectores políticos. Lo que nosotros tenemos acá son más de 200 mil chicos a los que hay que ofrecerles un vínculo que los entusiasme frente a otra oferta, que lamentablemente tiene atractivo. Y eso en el territorio de la ciudad nos llevó a avanzar en los "puntos cuidar" con 898 organizaciones. La idea es duplicar o triplicar ese número. Además, estamos en esa proporción con los chicos en los Centros de Convivencia Barrial, porque en las edades de 0 a 3, si el Estado no multiplica su presencia, esos chicos se quedan sin saber qué es un cuento o generar algún tipo de capital simbólico en formación inicial, antes de la escolar. Por eso, creo que lo importante está ahí, aún en las vísperas de las elecciones, y creo que la gran mayoría --no todo-- del espectro político sabe que es así, y que ese es el camino a retomar.
--Hablando de eso, ¿cómo ves el escenario electoral para dentro de dos semanas?
--Es una elección muy particular, con una alta competencia en cantidad de candidaturas y también porque recién ahora la gente empieza a mirar a los candidatos, saliendo del peor momento de la pandemia. Nosotros tenemos mucha confianza en el vínculo que creemos haber establecido, y en algo que nos pareció muy importante que era atravesar la pandemia sin aumentar el grado de conflictividad. Creo que la pelea es ver "cómo salimos de esto", para simplificarlo, en la lógica del que grita más para canalizar el enojo y por otro lado, la del que piensa que hay que trabajar mucho más de lo que se pensaba antes. Ahí estamos nosotros y tengo confianza en que esta opción sea la que prime.