Faltan solo dos semanas para las elecciones y, viendo lo que sucedió en otros países y en los comicios provinciales que hubo hasta el momento en Argentina en contexto de pandemia, la baja participación es un fenómeno a tener en cuenta para las PASO de este 12 de septiembre. Desde el Gobierno evalúan ese escenario con preocupación y tratan de transmitir tranquilidad a la población, asegurando que no habrá ningún tipo de traba para que los ciudadanos puedan llegar al cuarto oscuro y, a la vez, que podrán votar de manera segura. Mientras tanto, los distintos espacios políticos se encuentran en el desafío de convocar a una sociedad que muestra altos niveles de apatía. Ese sería otro de los grandes motivos por los cuáles algunos argentinos quizás prefieran quedarse en sus casas el domingo de la elección.
Tanto en los comicios provinciales que se llevaron a cabo la semana pasada en Salta, como en los de Misiones y Jujuy, la participación mermó con respecto a la que hubo en 2019 y 2017. En Salta solo fue a votar un 64,40 por ciento del padrón --677.832 votantes de 1.052.535 habilitados--, y otro dato que llamó la atención fue el número de votos en blanco: hubo 34.323, que representan al 12,1 por ciento de los emitidos. En Misiones, en tanto, la participación fue del 59,53 --19 puntos menos que en 2019-- y en Jujuy concurrió a votar el 70,68 por ciento del padrón, es decir, ocho puntos porcentuales debajo de las elecciones de 2019. Restará ver qué sucede en Corrientes este domingo, en lo que será la última contienda provincial antes de las elecciones del 12 de septiembre.
"Va a haber fútbol, hay clases casi con normalidad, teatro y restaurantes en espacios cerrados y la gente realiza todas esas actividades sin temor. No creemos que la explicación del no voto se de por miedo a contagiarse", consideran desde el Gobierno. Además, según los protocolos, el día de la elección no habrá más de ocho mesas por escuela o centro de votación y se incorporarán facilitadores sanitarios que estarán revisando que la distancia y el uso de tapaboca se respete. Más bien, en Balcarce 50 creen que el motivo de la no participación puede ser, tal como lo adelantó Cristina Fernández de Kirchner en el acto que llevó a cabo en La Plata, que existe una apatía generalizada en la sociedad, en parte por la pandemia, en parte por los múltiples problemas económicos que ésta agravó, lo que generaría el desencanto y las pocas ganas de elegir representantes legislativos.
En Casa Rosada ya se adelantan a la posibilidad de que en estas elecciones baje la concurrencia y consideran que es muy factible que asistan a votar menos personas que en una PASO común, aunque el panorama podría modificarse en las generales de noviembre. También miran lo que sucedió en el resto del planeta durante la pandemia y evalúan que las posibilidades de que ese escenario se repita en Argentina son muchas.
Fuentes del Gobierno explican que trabajan para transmitir tranquilidad, pero consideran que es "casi imposible" que vaya la misma cantidad de gente que en una elección común. En los distintos países los procesos electorales en pandemia fueron disímiles, pero en la gran mayoría la participación disminuyó. La excepción fueron casos muy particulares como el de Estados Unidos, donde había mucho en juego debido a la posibilidad de que continúe o no la gestión de Donald Trump, y en otros países más cercanos como en Bolivia, donde el pueblo votaba luego de un golpe de Estado. Lo cierto es que ambas elecciones tenían un aditamento especial --a diferencia de las que sucede hoy en Argentina-- y es que las dos eran presidenciales.
Las de Salta fueron elecciones provinciales y una de las causas que podría explicar la baja participación es que se hicieron protocolos muy estrictos y con cuidados extremos que implicaban, desde tomar la temperatura al ingreso de los establecimientos, hasta el pedido de un PCR negativo para poder emitir el sufragio. Distinto será el caso de las elecciones de septiembre y noviembre, dado que las provincias no tendrán ese margen de acción porque los protocolos se dictan a nivel nacional y, como ya dijo el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, no habrá medidas de ese tipo porque la idea es que "las elecciones sean lo más normales posibles".
Lo opinión de los consultores
Según comentó a Página/12 Artemio López de la consultora Equis, "lo que pudimos ver en todas las elecciones provinciales que hubo hasta ahora en pandemia es que la participación cayó en un promedio de 15 puntos". En cuanto a la explicación de este fenómeno, el socólogo indicó que "cuando no hay confrontación de modelos antagónicos la gente participa menos. De hecho, la consigna de Gustavo Sáenz, el gobernador de Salta, fue 'me pongo orgulloso porque en Salta no hay grieta'. Efectivamente el único modelo que existía era el de él, entonces no había confrontación política real". "El ausentismo es la respuesta a la ausencia de renovación política y con la pandemia eso se agrava", puntualizó luego. Con respecto a lo que pueda suceder en la provincia de Buenos Aires, considera que el panorama será distinto y que la participación "va a acompañar". "Sin dudas puede que por la pandemia baje un poco, pero la confrontación de modelos antagónicos en ese distrito es grande y eso hará que la gente vaya a votar", concluyó López.
Ricardo Rouvier, titular de R.Rouvier & Asociados, indicó a este diario que según los números que maneja su consultora, "la tendencia es que hay poca disposición a ir a votar. Salvo el votante duro, la gente no vive esta elección como algo definitorio. No le importa". Como explicación, Rouvier subrayó que "el miedo al contagio puede ser un factor que influya, pero en realidad hay una apatía generalizada y es posible que la gente use la pandemia como excusa para no ir". Para finalizar, destacó que "tuvimos en la elección de Salta un 36 por ciento de ausentismo y eso es un número importante. En algunas provincias va a suceder lo mismo en las PASO, un porcentaje cercano al 30 por ciento no va a ir". "Esteremos en un presentismo entre el 65 y el 72 por ciento a nivel nacional", estimó.