En diálogo con la AM750, Auat afirmó que los argumentos de Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, quienes votaron en contra del 2x1 que benefició al genocida Luis Muiña, demuestran que los otros tres magistrados, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkratz y Elena Highton de Nolasco pudieron “haber hecho cosas distintas y sacar un fallo pacificador”.

El titular de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad advirtió que "las sentencias son decisiones políticas" y que los jueces, a la hora de resolver cualquier caso, cuyo propósito "es la pacificación, reestablecer la paz social", deben tener en cuenta "las expectativas de la sociedad". Auat recordó que la aplicación de la ley más benigna responde siempre "al cambio de la valoración social del hecho", pero si una sentencia "causa mucho estrépito  (...) se deberían preguntar si no están generando un conflicto mayor". El fiscal agregó que la proporcionalidad de la pena se mide por la demanda social de justicia “pero cuando se produce un desfase con la expectativa de la sociedad, evidentemente se está consagrando una injusticia”.

“Cuando (la pena y su consecuente mensaje) se distorsiona porque no se respeta la proporcionalidad vinculada con la expectativa que tiene la sociedad acerca de cómo sancionar un conflicto, ese mensaje se distorsiona y deviene injusto”, subrayó el magistrado, quien concluyó que la discusión "no pasa solamente por encontrar la literatura (que justifique un fallo), sino la mejor (argumentación) que se ajuste a la solución del conflicto, y en este sentido yo diría que (la resolución de la Corte) no ha sido la mejor ”.