Una ruta llena de huesos en un país que no existe como tal. Con esa imagen comienza Peacemaker (estreno el miércoles a las 22 por Europa Europa, también disponible en Flow desde el jueves). Thriller político de origen finlandés que sigue a un grupo de negociadores de la ONU en medio de las negociaciones por un armisticio entre Turquía y la guerrilla kurda. Su protagonista es Ann-Mari Sundell (Irina Björklund), a quien definen como “la única persona capaz de conseguir la paz entre ellos en poco tiempo”. Lo que para la mujer parecía un objetivo viable la llevará a enfrentarse con pactos sombríos, el negocio de la venta de armas y archivos top secret.
A raíz de su temática, Peacemaker toma distancia del escandinavian noir aunque mantiene un tris de aspereza nórdica. Conjuga el drama de interiores, el suspense itinerante por varias latitudes (Finlandia, Turquía, España, Italia y Siria) y el perfil de una idealista que dice sentirse “avergonzada de ser europea y finlandesa” por el juego de las potencias del viejo mundo. La puesta en escena remite a producciones como The Night Manager y Homeland pero en versión oficinista. Aunque haya alguna que otra persecución, agentes y disparos, la tensión pasa por los claustros cerrados donde se define la geopolítica. Son diez episodios.