Durante el 2016, la Tasa de Mortalidad Infantil (TMI) de la Ciudad en Buenos Aires fue del 7,2 por ciento, con un aumento en 1,2 puntos en relación al 2015, lo que implica que en el primer año de Horacio Rodríguez Larreta como jefe de Gobierno fallecieron 36 bebés más que el año anterior. Las estadísticas lo consolidan como el segundo salto más grande de TMI de la historia del municipio, por detrás del incremento de 1,8 puntos que registró el ahora presidente Mauricio Macri en 2011.

El informe de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad, que fue presentado hace dos semanas por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires junto con Unicef, da cuenta además que la mortalidad presenta “un comportamiento diferencial en las comunas que la componen”, con una distinción marcada entre las comunas de Zona Norte y Zona Sur, siendo estas últimas lugares donde incluso se “mantuvieron niveles por encima del promedio de la Ciudad”.

“Es inaceptable e inaudito (como ya lo venimos afirmando desde hace años), que el Distrito más rico por `ingreso per cápita’ de la República Argentina, haya tenido en los últimos 10 años resultados que representan un retroceso en la vigencia y cuidado de los derechos de los más vulnerables que tiene toda sociedad, sus niños y niñas”, consideró José Machain, consejero de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en la Legislatura porteña. Machain se refiere, particularmente, a que desde 2007 la gestión de la ciudad está a cargo del PRO, y señaló que significó una “década perdida respecto a las Políticas Públicas hacia la infancia en la CABA”.  

El documento de la DGEyC analiza que las causas de mortalidad varían porque la tasa neonatal suele duplicar el valor de la postnatal, es decir que cada tres defunciones infantiles, dos se registran en la etapa neonatal. Al referirse en términos más amplios y generales, destacan también que entre 1990 y 2016 se redujo la mortalidad a menos de la mitad, siendo el “componente postneonatal” el que más disminuyó.