La Justicia federal ordenó indemnizar a la familia de una víctima de gatillo fácil por un asesinato ocurrido hace 22 años. Reynaldo Torres, agente de la Policía Federal que ya había sido juzgado y condenado por el crimen, ahora deberá indemnizar a los hijos y a los padres de Claudio Osvaldo Blázquez, asesinado por ese agente en febrero de 1999 en la puerta de un supermercado de Mataderos tras quedar en medio de una persecución policial. Después del asesinato, los agentes policiales involucrados en el hecho le habían plantado un arma a la víctima para intentar incriminarlo.
La Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal confirmó un fallo de primera instancia que había sentenciado que tanto Torres, condenado en 2001 por lo ocurrido, como la fuerza de seguridad debían indemnizar a los tres hijos y a los padres de Blázquez. "No sólo se privó de la vida a un ciudadano inocente por el accionar ilícito de un agente de la Policía Federal, sino que además se ha incrementado injustamente el perjuicio y la congoja de sus familiares al pretender vincularlo con la comisión de un delito", sostuvieron los camaristas Sergio Fernández y Carlos Grecco en el fallo.
Los hechos se produjeron la mañana del 21 de febrero de 1999, cuando Blázquez, trabajador del supermercado Coto de Mataderos, estaba sentado en el cordón de la vereda, en el cruce de avenida Eva Perón y Hornero, a la espera de la apertura de la entrada para el personal del supermercado. En ese momento, un grupo de policías pasaron por el lugar disparando a ladrones que escapaban después de haber robado un auto, y una de las balas policiales mató al trabajador.
En un principio, el hombre fue acusado de haber participado en el robo del auto porque se encontró a su lado un arma con una vaina servida, pero luego, en base a peritajes y declaraciones de testigos, esa versión quedó descartada. Finalmente, la Justicia determinó que el arma había sido plantada.
En su fallo, Fernández y Grecco remarcaron que "con la colaboración de otros miembros de la fuerza" Torres intentó encubrir el hecho al incorporar "un arma con una vaina servida a la escena del crimen y así involucrar a la víctima en el robo de un automotor que había derivado en la persecución en cuyo contexto terminó ocurriendo el homicidio". Además, indicaron que el policía declaró que Blázquez "lo había agredido con un arma de fuego".