“Nos dijeron que los muffins habían sido pedidos por el Ministerio de Salud”. El responsable del enlace para la repuesta Humanitaria Internacional de Salta de Naciones Unidas, Rodrigo Sola, respondió así a las consultas que realizó Salta/12 en el marco de la visita que realizó la misión de Naciones Unidas en Argentina encabezada por el coordinador en el país, Roberto Valent, entre el 23 y 27 de agosto.
“La información fue de manera verbal. Pero ya pedimos los informes y se comprometieron a entregarlos”, dijo el representante en Salta del organismo internacional, tras reuniones con distintos organismos del Estado, entre ellos el Ministerio de Salud de Salta. Los encuentros se realizaron para continuar con la articulación de acciones en el marco de la emergencia socio-sanitaria que rige desde fines de enero.
Entre los argumentos expuestos por los responsables de la cartera sanitaria encabezada por Juan José Esteban ante Naciones Unidas se indicó que los “muffins pedidos solo tenían un 4 por ciento de soja y que nutricionalmente son aptos”. Pero “sostuvieron que ante la repercusión” que hubo por la forma en la cual decidieron testear el alimento entre la población infantil wichí con problemas de desnutrición en Santa Victoria Este, en el departamento Rivadavia, “retiraron los productos”.
En el adelante que la provicia brindó a los referentes de Naciones Unidas, se indicó que los alimentos retirados para dar una suerte de “tratamiento” a los grupos de menor edad en esta zona del Chaco salteño serán reemplazados por productos de harina de algarroba.
En una anterior consulta de Salta/12, el ministro Juan José Esteban había negado la participación de la cartera a su cargo respecto de los muffins y su testeo en la población, al afirmar que estos fueron promovidos desde las carteras de Producción y Desarrollo Sustentable, y de Desarrollo Social de la provincia.
La comunidad nunca se enteró
El 20 de julio pasado desde el gobierno provincial se comunicó oficialmente que “a un año de la creación de la Mesa Interministerial de Emergencia Sociosanitaria del Norte Provincial, se puso en valor el óptimo resultado obtenido a raíz de la utilización del alimento tecnológico denominado Bloque nutricional, desarrollado por investigadores especializados en biodigestión, de la Provincia de Buenos Aires, y recientemente avalado por el Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires”. Por esta razón, el alimento también está siendo analizado por el Ministerio de Salud de Buenos Aires.
En ese parte oficial se indicaba que “este producto fue concretado en su versión actual, en base a las necesidades diagnosticadas por los equipos sanitarios salteños y con el objetivo de lograr su aceptación por parte de la comunidad y los niños”. Es así que el “Bloque Nutricional fue utilizado en Alto La Sierra en un grupo de 30 niños que presentaban distintos grados de desnutrición, para evaluar los resultados y compararlos con las mediciones realizadas en otro grupo de menores con nutrición adecuada. Luego de un mes de consumido el alimento proteico, se controlaron los datos biométricos, talla y peso y los datos fueron contundentes: los niños que recibieron Bloque Nutricional en forma de magdalenas, subieron de peso y mejoraron los niveles de condición nutricional analizados por el equipo de salud. Las autoridades sanitarias evalúan extender la exitosa iniciativa a otras comunidades originarias”, detallaba la información oficial de la provincia.
El anuncio de un alimento que había sido testado dejando de lado las consultas a la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), o el Colegio de Nutrición en Salta, generó repudios y críticas de profesionales de la salud y organizaciones que protegen el ambiente. Sobre todo porque apuntaban a que se estaba otorgando un alimento procesado a base de una materia prima transgénica como la soja. La legumbre, además, representa la pérdida de la biodiversidad y de territorios de las comunidades indíegenas, situaciones que se encuentran en la base del problema estructural de la desnutrición que sufren las infancias wichís del norte salteño.
Mientras, el cacique de Alto La Sierra, Julio Díaz, dijo a Salta/12 que su comunidad nunca fue informada de que iban a recibir muffins o magdalenas.
Aunque se insistió en la consulta a las autoridades del Hospital de Alto La Sierra para conocer los protocolos que se habían aplicado en el testeo del alimento sobre los niños que lo recibieron, no hubo respuestas. Especialistas en el tema indígena afirmaron que el testeo de este alimento pasó por alto la consulta previa, libre e informada a la que está obligado el Estado cuando se trata de comunidades originarias.