Gastón Galíndez se define como un peronista ultraoficialista de la primera hora, y desde su lugar de apoderado del Partido Justicialista local fue uno de los que más insistió para que ese partido integre el Frente de Todos durante las calientes negociaciones en el cierre de listas para las próximas elecciones nacionales del 12 de septiembre y 14 de noviembre.
En diálogo con Salta/12 hizo un balance de lo que dejaron los comicios provinciales del 15 de agosto, cuando, al menos en capital, los resultados para el PJ fueron adversos, y el electorado le dio la espalda una vez más. Habló sobre el futuro y la reestructuración de ese espacio tras la renuncia de su segundo presidente en menos de un año. Y del posicionamiento de Gustavo Sáenz entre lo local y lo nacional.
-¿Cómo evalúa los resultados del PJ en las últimas elecciones provinciales??
-Bueno, en principio fueron unas elecciones extrañas en términos de campaña, porque el fuerte del Partido Justicialista y su militancia es el contacto con la gente, algo que no se pudo dar por las restricciones que tenemos por la pandemia.
Además, fue una campaña muy corta, y con un rol mucho más preponderante desde las redes sociales. Eso le dio mayores posibilidades a los que estaban más instalados. Pero en términos generales el PJ hizo un buen papel desde el federalismo que pregonamos, pudimos tener buena representatividad en Metán, Anta, Molinos, Orán, y en el departamento San Martín en donde generalmente nos venían dando la espalda y ahora volvimos con una banca de las tres en juego.
Aunque, obviamente. en capital seguimos con esta misma corriente de falta de adherencia, que tiene que ver con varias cosas, que la oferta era muy variada, con que no hubo primarias entonces en esta vuelta era a todo o nada, y además con carencia de formación de cuadros y de nuevas generaciones. Por eso también tenemos que plantear para el escenario que viene, un esquema con mucha más formación política, yo creo en las escuelas de formación y en la posibilidad de que se transmitan los valores de la doctrina, y en eso vamos a trabajar desde ahora, desde el ceno del partido, sin que esté vinculada a algún candidato de turno.
-¿Se esperaban el bajo porcentaje de votos que obtuvieron Miguel Isa y Javier David?
-Uno evaluaba al principio un paralelismo en su nivel de conocimiento que era importante, y se marcaba una intención de voto que nos hacía presuponer un resultado diferente y más alentador. No se dio y seguiremos trabajando para eso, porque esos dos candidatos eran conocidos, el piso estaba, había que ir a buscarlos y decirle a la gente que ellos eran los candidatos para que los acompañaran.
Pero sí, el frente Gana Salta en capital tiene que mejorar mucho, y el partido fundamentalmente, como su columna vertebral.
-Y ahora que el PJ quedó acéfalo nuevamente tras la renuncia de Isa, ¿cuál es el desafío?
-Yo creo mucho en seguir abriendo las puertas como se viene haciendo de un tiempo a esta parte. Hay que invitar a un empadronamiento masivo, y hacer la convocatoria a través del mensaje en los seminarios, en las charlas y en las escuelas de formación. Que sea de invitación, porque no hay mucho más que volver a Perón, siento que esa es la frase que hay que acuñar para el presente y para el futuro.
Yo lo grafico siempre con un ejemplo claro, que es el que dio Perón en la década de los 70, cuando escribió un mensaje a los pueblos del mundo sobre la problemática del ambiente. Eso lo decía en ese momento y hoy está más vigente que nunca, no hay que hacer mucha ciencia, sino interpretarlo, seguir sus pasos y sus palabras.
Creo que esa es la receta, después del diagnóstico que nos dejaron las elecciones y estos tiempos, volver a Perón.
-¿Cuándo se definirá el nuevo presidente?
-Bueno, eso ya se lo planteamos al Congreso, que en noviembre se reúne y es probable que ahí tomen una decisión, aunque va a ser difícil porque estamos sobre procesos electorales en marcha y no sería oportuno desde el punto de vista de la logística. Así que seguro se estira para los primeros meses del año que viene.
-¿Con qué expectativas encaran las elecciones nacionales venideras ahora integrando el Frente de Todos?
-En el escenario nacional, había una inquietud muy importante para que el justicialismo sea la columna vertebral del Frente de Todos, y en eso estamos trabajando. Por ahí en algún momento no estuvimos todos muy cómodos pero se hizo todo para cerrar un acuerdo para ir en un frente. Salieron dos listas, la nuestra apoya a Emiliano Estrada encabezándola.
Creo que es una propuesta con doble condimento, porque él es joven pero con experiencia, no estamos para improvisar ni probar a nadie. Creo que la pospandemia es una situación que se va a dar y hay que interpretarla de la mejor manera, y Emiliano y Pamela (Calletti) tienen esas características, de juventud y experiencia para poder encarar lo que viene a la salida de toda esta situación.
Lo que tenemos que hacer ahora es amalgamar los equipos que en la anterior elección estuvieron enfrentados y poder coincidir en un proyecto colectivo, que es lo que va a terminar de unir al espacio de cara a un apoyo ferviente a las políticas del gobierno nacional en lo que tiene que ver con desarrollo y producción para Salta. No podemos dejar de lado que apenas asumió Gustavo Sáenz requirió apoyo nacional y siempre lo obtuvo desde el primer momento.
Tenemos un gobierno federal que hace lo que dice. Ese es el camino de la construcción de un proyecto colectivo que entienda la mejor forma de distribuir la riqueza, generar producción para reactivar el empleo y eso el consumo y de esa manera avanzar con ese círculo virtuoso de crecimiento.
-Horas antes del cierre de listas hubo muchas tenciones en ese frente.
-Sí, pero cuando hablamos y pensamos en los legisladores nacionales, y el apoyo que brindan a un modelo de país, ya salís de la provincia y mirás al todo, a la región y al país entero. Creo que ese aporte tenía que ser como se dio, primero político y después estratégico, porque si dividíamos las fuerzas corríamos el riesgo de que ninguno llegue.
Si nos ponemos a discutir cuáles son las cosas en las que no estamos de acuerdo, seguro son muchas, pero el desafío es en llegar a lo que sí estamos de acuerdo, que es en el apoyo al gobierno nacional y su mirada federal, que siempre apoyó a Salta en obras y lo que necesitó.
Al principio hubo mucho chispazo porque claro, había quienes formaban parte del esquema nacional desde hace tiempo, pero hubo una premisa que era que el PJ sea la columna vertebral del Frente, y por suerte se logró este consenso. Creo que eso es lo que va a valorar positivamente la gente, que dejamos de lado nuestras rencillas para pensar en más grande y por el bien de todos.
-El 15 de agosto el gobernador dio un discurso distanciándose de la denominada “grieta”, del Frente de Todos y Juntos por el Cambio, y habló de un movimiento propio ¿el PJ también está dentro de ese movimiento?
-Lo que planteó el gobernador tiene que ver con que Salta no debería estar signada por divisiones pasionales que impiden o nublan la visión de los dirigentes políticos en pos de una Salta progresista y desarrollada. Entonces, cuando hablamos de mejorar las condiciones de empleo, salud y educación, tienen que ser las banderas más allá de algunas visiones diferentes que tengamos.
El desafío está en cerrar esa grieta y trabajar juntos oficialismo y oposición. Creo que cuando se conformaron estos frentes, Unidos y Gana Salta, fue con ese espíritu, el de gobernar con todos para que cada uno tenga la posibilidad de expresar en la gestión una acción de gobierno que los contenga a todos. Esa es la esperanza del PJ, trabajar para que pensemos cómo salir adelante entre todos y no con algunos queriendo salir adelante y otros poniendo palos en la rueda.
Este es un principio de un movimiento local, provincial, con una mirada de aceptar las diferencias pero tomar las coincidencias para ir para adelante.