La nafta con plomo ya no se utiliza en ningún país del mundo, anunció este lunes el Programa de Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA). Es un hito que permitirá salvar 1,2 millones de vidas cada año y significa un ahorro de más de 2,4 billones de dólares.
Casi un siglo después de que las autoridades sanitarias comenzaran a alertar sobre los efectos tóxicos de la nafta con plomo, Argelia, el último país que seguía usando este carburante, agotó sus reservas el pasado mes, declaró el PNUMA.
"El éxito en la campaña de prohibición de la nafta con plomo es un hito para la salud en el mundo y para el medioambiente", declaró Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, cuya sede se encuentra en Nairobi, capital de Kenia.
Catástrofe para el medioambiente y la salud
Desde 1922, el uso de plomo tetraetílico como aditivo de la nafta para mejorar el rendimiento del motor fue una "catástrofe para el medioambiente y la salud pública", señaló el PNUMA.
Hace apenas 20 años, la nafta con plomo estaba presente en más de un centenar de países, a pesar de que estudios científicos la identificaron como causa de muertes prematuras, efectos perjudiciales para la salud y la contaminación del aire y los suelos.
El primer aviso de su peligrosidad llegó en 1924, después de que cinco trabajadores murieran tras sufrir convulsiones en una refinería de Nueva Jersey (Estados Unidos), un accidente que dejó también decenas de hospitalizados.
Sin embargo, casi toda la nafta que se vendía en el mundo hasta los años 70 contenía plomo.
En el momento en el que el PNUMA lanzó su campaña de erradicación, en 2002, Estados Unidos, China e India habían dejado ya de usarla. Pero seguía estando muy presente en los países menos desarrollados.
Calentamiento global y contaminación del aire
Según este programa de la ONU, la erradicación de la nafta con plomo "evitará más de 1.200 millones de muertes prematuras al año, aumentará el cociente intelectual de los niños, permitirá ahorrar 2,4 billones de dólares (más de 2 billones de euros) a la economía mundial y reducirá la tasa de criminalidad".
Sin emargo, el PNUMA recuerda que el uso de combustibles fósiles tiene que reducirse considerablemente para frenar los efectos del cambio climático, de cara al aumento exponencial de las ventas de vehículos, sobre todo en los países emergentes.
"El sector del transporte es responsable de casi una cuarta parte de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero relacionadas con la energía, y aumentará un tercio de aquí a 2050", declaró el PNUMA, que señala que 1.200 millones de autos nuevos entrarán en circulación en las próximas décadas.
"Esto incluye millones de vehículos de mala calidad exportados desde Europa, Estados Unidos y Japón hacia países con ingresos medios o bajos. Lo que contribuye al calentamiento global y a la contaminación del aire, y puede potencialmente provocar accidentes", precisó el organismo en su comunicado.
El anuncio del PNUMA llega pocas semanas después de la presentación del informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, en inglés) de la ONU, que decretó una "alerta roja para la humanidad", ante el rápido agravamiento del calentamiento global.